UN NOU ESTEL AL CEL.

Una vez mas por las montañas de Andorra. Me he levantado a las 5 de la mañana; he tomado un tren, después un autobús, y he tenido que andar 3 horas y 45 minutos cargado con unos 26 kilos, para subir hasta aquí. En todo el dia  solo he comido dos mini bocadillos. Llego justo a esta hora tan calmada y fria del atardecer, y puedo tomar esta instantánea del cielo rosado. 


Hasta este refugio he encontrado huella, pero me ha costado casi 3 horas llegar, debido a la nieve blanda - por aquí el espesor ya es de casi medio metro - y al dolor de mis hombros, que se resienten de la paliza de ayer. No hay nadie en el refugio, y al igual que el día de ayer y los próximos los pasaré en completa soledad.


Hay luna llena, pero está velada por nubes delgadas, la noche es de aspecto sepulcral.

El recuerdo de mi madre que dejó este mundo hace mes y medio, es muy vivo. Siento su presencia mas fuerte que incluso cuando estaba encarnada. Profundas emociones me embargan espontáneamente, no me salen lágrimas, quizás el frío no las dejan salir, la garganta la tengo paralizada, pero de lo mas profundo de mi corazón salen reconocimientos de agradecimiento, a quien me dio un cuerpo físico. Siento como si una parte de mi se hubiera marchado con ella. La contemplación del profundo y oscuro cielo nocturno, me contagia serenidad y calma mi mente.
Debajo de la luna hay una solitaria estrella; pienso que ahora mi madre mora en ella y me contempla desde ahí ¡¡¡ Cuantos cambios ha hecho mi madre en mí en tan solo mes y medio !!! Lo suyo no se parece en nada a la pérdida de otros seres de mi familia, lo de ella es como de otra dimensión.


La impresión es de que hay poca nieve, pero en la altura en que estoy , unos 2.400 metros hay unos 60 centímetros de nieve continua. Lo que pasa es que el viento ha retirado mucha nieve y la acumula en las hondonadas. Por la mañana el termómetro marcaba 4 grados negativos, pero aquí hace mas frío y empieza a soplar viento fuerte. Estoy habriendo huella desde el refugio y voy desesperadamente lento.

En vez de hacer una parada para quitarme ropa, me he de poner la chaqueta de plumas. La cara la tengo congestionada por el frío.
Primer contratiempo. Uno de los bastones se rompe. Los compré días antes de salir, al tercer día de marcha deja ver su mala calidad - las roscas son de plástico -  pero puedo continuar abriendo huella un poco mas penosamente.
En este pequeño oasis sin nieve intento arreglar infructuosamente el bastón.


Llego hasta el refugio de l'Illa a 2.485 metros de altitud. En condiciones normales se tarda una hora. A mi me ha costado tres horas, y no llevo mas de 5 ó 6 kilos de peso. He tenido que abrir huella en todos y cada uno de los pasos. Llegando al refugio he tenido que pasar un corto tramo estirado en la nieve y empujándome con las manos, ya que me he dado un buen susto al hundirme hasta las ingles, y el pie derecho me ha quedado atrapado en una roca.
 Me he quedado exhausto, y veo que es imposible subir ninguna de las cimas que tenia pensado subir, y mucho menos escalar alguna de las numerosas canales que hay en esta parte de Andorra. No soy suicida y decido retirarme de la montaña. Ya volveré en la próxima primavera, que la montaña estará en mejores condiciones.
Aquí arriba el frío es muy serio, el viento no es muy fuerte, pero hace que los pies y las manos se me hielen rápidamente.


Antes de iniciar el descenso, que lo hago en tres cuartos de hora, incluidas las paradas para hacer fotos.



Como no podia ser otra cosa, el bastón que se había roto, vuelve a romperse, y me quedo con un solo tramo. Por si tenía remordimientos por marcharme de la montaña.

Curiosa cabaña, está muy cerca del refugio donde pasaré la última noche.

Estas pisadas son de oso. No lo dudeis - lo he consultado por internet para asegurame y no hay la menor duda - Son de hace uno o dos dias, y están a muy pocos minutos del refugio donde duermo. Son pisadas casi tan grandes como las dejadas por los humanos. Se puede apreciar las garras de los dedos.
Unos metros mas abajo las huellas siguen el curso del rio y suben dirección España, pero ignoro hasta que altura llegan.
La teoria es que los osos en Andorra solo llegan hasta la parte contraria del valle donde estoy, la carretera y las poblaciones de Andorra hacían de barrera natural para los osos. PUES AQUÍ HAY UN TESTIMONIO GRÁFICO DE QUE NO ES ASÍ.
Pero es que estas huellas de oso, me confirman los rastros dejados por los osos mucho mas abajo del lugar donde me encuentro. Hacia los 1.600 o 1.700 metros, en pleno bosque nevado, habia observado árboles llenos de pelos cortos, con las clásicas señales de un animal que ha estado rascándose y marcando el territorio. También observé excrementos alrededor de los árboles, excrementos de tamaño medio, que no podía identificar al animal al que pertenecian. Ahora ya lo se.
Lo malo de todo esto, es que al dia siguiente, me crucé con cazadores, pero estos estaban demasiado abajo, a no mas de 1.400 metros, y cerca del camino, y no creo que ni pudieran ver a los osos.
En verano el problema son las vacas, los toros, los bueyes y alguna víbora , y por lo visto en invierno son los osos, que en este caso aún no han invernado.

Aquí paso la tarde noche de la Navidad del 2012, al mas puro estilo homeless, dormitando y escuchando música.  La soledad es completa, pero estoy mas que tranquilo, ni pienso en las comilonas, los turrones, los dulces y los cavas que en la mayoria de los hogares se están consumiendo en familia y calor humano. Sigo mi Karma de personaje solitario y contento de estar en plena Naturaleza.
En el interior del refugio la temperatura es de entre 1 y 2 grados positivos, pero el saco de plumas que llevo pesa 3 kilos - No los comercializan tan pesados, este es un arreglo que hizo mi santa madre - Con el paso de las horas, da un calor que puede llegar a ser sofocante, y no queda mas remedio que abrir el saco para refrescarse un poco.
Cuando oscurece, pensando en los osos, orino desde la puerta del refugio por si acaso. Cuando después de cenar salgo a lavar los cacharros en el cercano y gélido rio, lo hago lo mas aprisa que puedo.

El rio que apenas está a tres metros del refugio. Lavar los cacharros o coger agua equivale a estar unos cuantos minutos con las manos heladas, laceradas por el dolor cuando la sangre vuelve a correr por ellas.

Último dia, hace un dia espléndido y no muy frío, desde el autobús hago unas fotos a la cara norte de la sierra del Cadí, que no tiene mucha nieve. Sus murallas rondan los 400 metros de altura, es un paraíso para la escalada invernal de sus canales, de las cuales hace años, solo escalé dos de las mas clásicas.

Unos minutos antes de que el autobús entrase en el túnel del Cadí, me despido de estos bellos parajes en el atardecer de la hermosa Cerdanya.
Una vez pasado el túnel, el paisaje cambia poco a poco, hasta llegar a la civilización y a la gran ciudad de Barcelona, donde me mezclaré con sus habitantes, como un homeless mas, como un transeúnte que viene de ninguna parte y va hacia ninguna parte, sin ningún objetivo claro, sin nada que buscar en la vida, solo persiguiendo sueños fantasmagóricos, quimeras confusas.  Los pensamientos, las metas que nuestras mentes confundidas, nos incitan a alcanzar, y que seguramente nunca alcanzaremos, porque son pensamientos vacíos de contenido, sin sustancia..... son solo pensamientos, no materia, pensamientos incesantes que nuestra mente genera, porque así hemos evolucionado, como las ruedas de la vida, que continúan girando en la Eternidad, por si mismas, porque así ha devenido, y nadie ha sabido explicar el porque.
Nuestro único remedio es seguir nuestra rueda personal de la Vida, y hacerlo lo mejor posible, alejándonos del orgullo y la vanidad, y siguiendo el camino del corazón y del deber personal. Siempre creyendo en Dios, o en su defecto en la fusión con el Cosmos después de la muerte corporal.
A pesar de estos tiempos inciertos y de cambio:
QUE TODOS LOS SERES SEAN FELICES.

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