miércoles, 16 de septiembre de 2015

ENTRE BOIRES, PLUJA I ESPIADIMONIS.

Después de dos meses y medio sin ir por los Pirineos vuelvo por la zona de Benasque, buscando el ambiente de alta montaña de principios de septiembre, que suele tener días muy transparentes, con una luz que a mí me gusta mucho. El tiempo por las noches ya es fresco, y como sucedió en esta ocasión, caen las primeras nevadas tímidas, que ya anuncian que el crudo invierno, con el gran frío y las grandes nevadas, están destinadas a aparecer.

  En realidad durante estos dos meses y medio, ajustándonos a la geografía, sí que he estado en los Pirineos, pero en su parte final, tocando el mar, ya que según la geografía estricta, la cadena montañosa de los Pirineos, decrece en altitud y anchura en sus dos extremos, hasta llegar al mar. Por supuesto que el ambiente es radicalmente distinto, ya que los pueblos hiperturísticos de Llança, El Port de la Selva, Cadaqués, con la punta final de los Pirineos, el Cap de Creus, no invitan precisamente a buscar la soledad, o a vivir experiencias que transmitan pureza, como si que transmite la alta montaña. Y lo que es peor, su gravísima falta de agua fuera de las zonas turísticas, no invitan a caminar mucho. Aunque si que es una zona muy telúrica, en algunos puntos inquietante. También su viento, a veces violento, su sequedad muy preocupante en el período estival, su sol que provoca temperaturas peligrosas para el senderista, sus numerosas pequeñas construcciones antiguas abandonadas ( ¿ de donde sacarían el agua los antiguos habitantes de esa zona ? ) y sobre todo, el mar Mediterráneo, siempre presente, a una distancia de una corta caminata, incluso tocando el camino, le da a esta parte final de los Pirineos un ambiente totalmente diferente a la zona central de los Pirineos, En realidad no da la impresión, ni tan siquiera de estar de verdad en la montaña......,,
.........., por eso necesitaba volver a encontrarme con la alta montaña, casi sin nieve y hasta un poco fea por estar en esta época de finales de verano, desvestida de su manto níveo, y dejar al desnudo sus enormes roquedales, que a veces parecen un montón inmenso de rocas caídas o a punto de caer. Pero en su zona media, sobre los 2.000 metros, está todo verde y fresco, la montaña invita a sumergirte en sus paisajes, a sentir la Naturaleza en todo su esplendor, a beber el agua de sus arroyos, a pisar descalzo la hierba de sus prados, y sentir las fuerzas telúricas que entran por nuestros pies. La montaña nos invita a subir por sus riscos y peñas, alcanzar sus cimas, sentir el viento vivificante, a dejar que su sol de medio día nos queme el rostro, nos invita a dormir en las zonas despejadas de sus bosques, nos invita a comprender que esas comidas parcas que los visitantes de las montañas ingerimos, son suficientes para tener la suficiente energía como para hacer una actividad física importante, ya que la montaña nos alimenta con un alimento no visible, sutil y que está siempre ahí, es infinito. 

Y voy a buscar todo eso, con un plan no muy determinado, que al final no se realizará en absoluto, todo saldrá diferente a como lo había planteado. Al final no conseguí subir absolutamente a ninguna cima, pero me importará un pimiento, ya que subir algún pico ya no tiene mucho sentido para mí, y me llena tanto estar de pie arriba de alguna montaña, como estar deambulando por los lagos o bosques, o dormir a gusto en algún pequeño prado, acampado, en una cabaña o en un refugio libre, que todo me gusta. Y las parcas comidas, a veces mal cocinadas, que quizás en casa no nos las comeríamos, aquí tienen una impotáncia vital, y se degluten con respeto,  dando gracias por la salud y energía que nos aportan, salud y energías sin las cuales no podríamos estar inmersos en estos santuarios de roca, bosques y nieve.


Este cartel está cerca de la zona de acampada de Senarta, y está escrito solo en francés, pero estamos en el Alto Aragón.


En total estoy seis días en la montaña, mas un séptimo día de transición entre la ciudad de Barcelona, y la triste e infame localidad donde vivo.

Como es de rigor en todas mis salidas, me toca hacer un primer viaje en tren hasta Barcelona, y en esta ocasión dos autobuses mas. Todo esto para recorrer unos cuatrocientos kilómetros, Salgo a las 11: 45 minutos de casa, y no llegaré hasta las siete y media de la tarde. Todo esto prácticamente sin comer, ni tener tiempo ni para orinar, solo tendré unos pocos minutos para vaciar la vejiga, entre el cambio de autobuses, y eso por que se lo pediré al conductor. Será aquello de : " ¿ oiga me da tiempo para ir al lavabo..? ".


Llegado a la crecida problación de Benasque, en contra de mi plan, no compraré comida para estos días, y solo compro una poca para comer allí mismo, pensando en volver mañana por la mañana, descansado y sin peso, para comprar tranquilamente, y tomarme un día de adaptación a la montaña. Y sentado en un banco paupérrimo, como un poco desordenamente todo lo que puedo, antes de ponerme a andar los aproximadamente cinco kilómetros largos hasta la zona de acampada de Senarta. La noche se acerca, así que bebo y como rápidamente, y realizo la ardua tarea de conseguir meter el contenido de las dos mochilas en una sola. Todo lo dulce que me he comido mas un plátano se nota, y ando sin problemas y sin notar el peso los primeros tres kilómetros del recorrido, que se hace por la carretera. Me cruzo con personas mayores que salen a pasear o caminar por esta misma carretera - en realidad por un arcén de tierra ancho y generoso. Me hace gracia ver que dos mujeres bastante mayores, que se ven de pueblo, caminan muy juntas y van vestidas con ropa de calle, mezclada con ropa deportiva cara, incluso una lleva una botella de una conocida marca de bebida isotónica en la mano. ¡¡ Y casi ni me saludan..... !! ¿ De que tengo aspecto ? Un poco antes me había cruzado con una pareja, también mayor, que habían hecho lo mismo, prácticamente ni saludarme, y escuché a la mujer que decía...; " los montañeros, los montañeros como los de antes.."


Llego a un desvío donde he de dejar la carretera para seguir una pista sin asfaltar, también se puede ir por la carretera, pero es un poco mas largo y pesado. Aquí ya es oscuro y he de sacar la linterna frontal. Lo hago rápido y reanudo la marcha confiado en no tener ningún problema con el camino, lo he caminado muchas veces y no hay riesgo de perderse, ya que solo hay esta pista, sin ningún desvío. Y cuando ya hace rato que es oscuro, y creo que no me quedan más de viente minutos para llegar a la zona de acampada...¡¡ creo que me he perdido !! ya que la pista aparentemente acaba de súbito. La linterna frontal, tiene muy poca pila, no la puedo cambiar porque está todo totalmente oscuro, negro, y sería incapaz de ver en la oscuridad. Perplejo, no entiendo como esto es posible, y se me enciende una luz de alerta en mi mente. No tengo mas remedio que dar la vuelta a ver que es lo que ha pasado. Quizás ahora hay un desvío que no conocía. En realidad hace dos años que no vengo por aquí. Y cuando estoy subiendo una pequeña cuesta, veo débilmente una marca de pintura roja y blanca, es la marca del GR11 que pasa por aquí, entonces si que estoy en el buen camino. Vuelvo a darme la vuelta, o revuelta, y efectivamente, veo otras marcas del GR11, ¡¡ pero me asalta una duda !!..¿ no andaré en la dirección equivocada ?...no hay manera de saberlo, se me enciende una segunda luz de alerta en mi mente, ya estoy un poco cansado del viaje, y el efecto de la comida y una cerveza que me he tomado, ya se están pasando. A una de malas me tumbo a dormir en cualquier rincón, aunque llevo muy poca agua...¡¡ ostias que marrón !!.


Y pronto llego al mismo sitio de antes, la pista parece acabar aquí, está todo muy oscuro, y el frontal parece mas que agotado. No se que hacer....., miro, remiro... y me da por andar unos metros hacia unos árboles que parecen rodear un claro...¡¡ la putaaaa...!! si la pista sigue por ahí, lo que pasa es que como el frontal está tan gastado que no la había visto antes. Bueno, ahora ya lo tengo mas claro, y después de subir una incómoda cuesta de unos minutos, empieza la bajada final hasta el plan de Senarta. Puedo haber perdido unos veinte minutos de tiempo, por culpa de mi error.

 Cuando estoy llegando veo unas pocas luces, en realidad muy pocas, porque estamos a principios de Septiembre, y normalmente aún quedan mucho turistas por la zona. Casi sin luz, busco una zona donde acampar, tardo unos minutos, hay mucho espacio libre, todo está muy tranquilo y húmedo, y sin pensármelo demasiado, por lo cansado que estoy, descargo la mochila en un buen lugar, Monto la tienda, que es muy pequeña y solo pesa dos kilos, preparo la colchoneta y saco para dormir, me queda un poco de comida, pero no ceno nada. Bebo un poco de cocacola que me queda, y una cerveza caliente. Y necesito mas agua, así que voy a buscarla a un lugar donde está escrito: " AGUA NO POTABLE ". Pero ya he bebido de esa agua otras veces, con miedo, pero la he bebido. En realidad es agua potable, le ponen un producto desinfectante, cloro, pero no controlan la cantidad que va a parar a los grifos, igual sale mucho cloro que poco. Y después de orinar largamente, y tranquilo, contento, sin hambre, cansado por el largo viaje desde las 11:45 horas de la mañana, son casi las once de la noche cuando por fin me meto en el saco para dormir. Y dormiré de golpe hasta las ocho de la mañana. Con ayuda de una pastilla, pero dormiré profundamente.


Manzano silvestre del cual cogeré unas ocho o diez manzanas.



Mi segundo día fuera de casa, y me primer despertar en la montaña. Es un día de puro trámite, Voy andando hasta Benasque, y voy por la carretera, me desvío por un camino debajo de la presa de Senarta, y me encuentro con dos manzanos silvestres, sin ningún tratamiento insecticida, con lo cual muchas manzanas están inservibles. rebuscando entre ellas elijo unas ocho manzanas, que ya pesan un poco,  y tranquilamente, acariciado por el sol, que a veces se tapa por las nubes, llego al pueblo. Voy primero a un bar a comer una ración de tortilla de patatas, junto con dos cañas de cerveza, y con el estómago lleno, voy a comprar la comida para varios días, que puede pesar unos seis kilos, mas la bebida.


Y de regreso a la zona de acampada, que hago por donde fui la noche anterior, lo primero que hago es inspeccionar las duchas, que son precarias, no hay nadie y los platos de las duchas están secos. ¿ Estarán en servicio ? , he de abrir la llave de paso y después le doy a los grifos y ¡¡ aleluya !! sale agua caliente.


Después de comer, y de hacer una generosa siesta, voy a pasear y coger agua de una fuente que hay en la carretera. Y empiezo a encontrarme con representantes de esa fauna que frecuenta las montañas, y el primero me llama la atención, porque este es peculiar. En una pequeña construcción, que sirve de recepción del camping, y debajo del  porche hay un hombre con barba bastante larga, lleva mallas negras y chaquetilla mas bien urbana. Tiene un transistor antiguo encendido, escucha la radio sin prestarle atención, la tiene de compañía, y está tirando el aceite de una lata de sardinas al suelo, allí mismo, al lado de la caseta, y cerca de la tubería cutre que hace de fuente. Tiene extendidos un saco de dormir y una manta. Hará un vivac en el porche. Mas tarde veré que bebe una lata de cerveza con fruición, y el hombre se  mas bien se ve delgado. Toma muchas calorías, pero después las gasta.



El ir a la montaña tiene dos alicientes, el primero es el básico, el principal, conocer la montaña, la Naturaleza, vivir todo lo intensamente que se pueda teniendo experiencias inolvidables, aunque sean repetitivas, a lo largo de los años. La montaña, y en concreto la alta montaña, forja y marca nuestros caracteres, nos da autenticidad, nos da categoría humana, sin pretender ser un ser que desprecie al prójimo que no visita la alta montaña. Y el otro aliciente es conocer a la gente que visita la alta montaña, que ha escalado, andado, esquiado montañas, muchas montañas. Todos tienen grandes aventuras y anécdotas que contar, y son personas de las que aprender. Y lo que mas fascina de estas personas, es su variedad psicológica, ya que todos estos personajes son únicos, todos totalmente distintos entre ellos, pero hay algo misterioso que los unifica, es como si fuese un solo personaje, que adopta infinitas formas, hombre, mujer, robusto, delgado, fibroso, alto, parlanchín, callado, audaz, cauto, feo, guapo, regular, bien equipado, con un equipo básico, con estudios y cultura, con aire sencillo y llano, presuntuoso, sabiamente modesto......, todos estos personajes a  mí me dan la impresión de ser un único ser, clonado, al cual la vida lo ha ido moldeando de diferentes e innumerables maneras. Para mí es muy fácil establecer contacto y relación con estas personas, los trato como me trataría a mi mismo, con confianza y respeto, de tú a tú.

Y en las amistades pasajeras que se crean en los refugios de montaña, hay una norma no escrita que todo montañero debe saber, no hablar ni discutir de política en la montaña, ya que eso provoca roces personales, y crea una cierta enemistad que subyace en la relación efímera entre esas personas. Sabiendo y respetando esto, se pueden hacer buenas amistades en los refugios de montaña, y disfrutar de la presencia y de las charlas amenas y sabias de la mayoría de estos personajes.




Cuando ya falta poco para oscurecer, se presenta en el camping el encargado del mismo. Va cobrando tienda por tienda, coche por coche. Tiendas en realidad hay muy pocas, de lo que hay mas son furgonetas  y motorhome, Las generosas lluvias pasadas han asustado a mucha gente, y la montaña mas bien está vacía. Las predicciones metereológicas eran un poco imprecisas, lo cual quiere decir que igual lloverá que hará sol. En realidad hay nubes y claros, el tiempo no acaba de definirse.

El encargado del camping, que es muy astuto y no se le escapa ningún listillo - lo conozco hace muchos años - por fin llega a mi tienda para cobrar. Ahora resulta que hace un registro para la Guardia Civil, y es obligatorio enseñar el documento de identidad, y firmar una hoja, así todos controlados. Le pregunto por el agua potable del camping, y me dice que es el tubo que hay casi al nivel del suelo, junto a la caseta de recepción, y lo dice sin vergüenza. El tubo es la antigua cañería de plástico que daba agua a una fuente, que una riada excepcional arrasó. El tubo está casi a ras del suelo, junto a un lugar sucio, polvoriento, y en la cual he visto beber a un perro."Eso" es la fuente del camping y por eso cobran. Hay campings que por lo mismo que cobran  aquí, tienen unos servicios e instalaciones que dejan a este camping rojo de vergüenza. Este ni tiene agua potable de verdad, ni tan siquiera tiene luz eléctrica en los lavabos y duchas. Las puertas de los lavabos jamás han sido pintadas y están llenas de graffitis, dándole un cierto aire de dejadez.

 Hay otra fuente cercana, a unos dos minutos, está en la carretera y es donde van la mayoría de personas. Llegan con su automóvil y llenan garrafas de agua. Y los responsables del camping tan contentos. ¿ No podrían adecentar un poco los servicios del camping ? Que aquí en verano se sacan un buen pastón, por no hacer nada, solo por dejar acampar.


En mi segunda noche me acuesto hacia las diez, que es una hora mas normal en la montaña, es eso tan universal y en concordancia con la Naturaleza: acostarse temprano, levantarse temprano, siguiendo el ciclo de la Naturaleza, y uno se acostumbra a ese ritmo natural el primer o segundo día.


Este es el buzón de correos de Benasque, toda una obra de arte.



Y en mi segundo despertar en la montaña, me despierto hacia los ocho. Ahora explico mis planes iniciales, hechos en casa, y pasando horas buscando información por internet. Cómo hacía dos meses y medio que no iba a la montaña de verdad, mis planes eran tirando a sencillos. Sería subir algún tresmil tirando a fácil, y me estaría en la montaña, entre cuatro y seis días. Tenía pensado tres zonas, la primera opción era acampar, aunque fuese acampada ilegal, que de esto tengo mucha práctica, en la zona de Cregüeña, pero no demasiado  alto, hacia los dos mil metros. Este valle es mucho menos frecuentado que el resto de valles del macizo, y me brinda la oportunidad, precisamente de eso, de estar mas bien solo por la montaña. 

Cómo ascensiones a realizar, se pueden acceder a los picos de Alba, Maladeta, y alguno mas, incluído el pico Maldito, al cual solo he subido en una ocasión, por una ruta con pasos difíciles. pero que ahora lo subiría por su ruta mas fácil. Desde esta zona  había pensado hacer dos " ataques " a algunos picos.


La segunda opción era ir al valle contiguo al de Cregüeña, el de Coronas, y desde ahí subir al pico de Aneto, Coronas y alguno otro facilón. En realidad el Aneto en septiembre es peligroso porque su glaciar está en sus peor aspecto, es hielo puro, hielo negro, duro como una piedra y que resbala muchísimo. A pesar de que las pendientes medias del glaciar no son muy pronunciadas, en caso de caída es muy difícil pararse, ya que ni el piolet ni los crampones muerden el hielo. Precisamente, hacía cosa de un mes, murió un montañero en el glaciar del Aneto, por este motivo, resbaló, no se pudo parar, y se fue golpeando contra las rocas que estaban en la trayectoria de su caída. Estadísticamente, es una muerte más en esta montaña. Descanse el hombre en paz.


Y la tercera opción era mas dura, cruzar a Francia, por el puerto Viell, en el cual nunca he estado, y intentar repetir el pico del Boum, aunque este ya tiene mas categoría en cuanto a dificultad, pero al mismo tiempo es menos alto, es un tresmil escaso, el cual dentro de unos años quizás nos digan que no llega a los tresmil metros, como ya ha pasado con algún otro hipotético tresmil. Pero me tentaba probarme en un pico con algo de trepada expuesta. Cuando lo subí de joven, por la parte española, lo subí sin cuerda, por una ruta improvisada - hasta puede que abriese una vía sin saberlo -. ( Al respecto, en una ocasión, en compañía de un amigo de la época con un material muy precario, abrimos una vía de escalada en el Pico Russell, que tenía tramos de quinto grado. Sencillamente llegamos a la base de la pared, y subimos todo recto, y recuerdo que había nevado unos días antes y encontramos nieve. ¡¡ Pues no publicamos ni reseñamos la ascensión !! No hicimos fotografías, nosotros dos sabemos que la abrimos y es suficiente. En el a veces desagradable y egocéntrico mundillo del montañismo, nosotros no hemos tenido cabida, no tuvimos que demostrar nada, y nos ha importó un pimiento si la gente nos creyese. Y si otros quieren adjudicarse la primera ascensión por esa ruta, que les aproveche. En aquella ocasión, sin pretenderlo, abrimos aquella vía, ya que nuestra intención era escalar la kilométrica cresta, desde los Rusell, hasta los picos de Alba, cosa que creo que entonces aún no se había conseguido enlazar. Y aún hay más, llegados a la Brecha del Russeell, ésta se tiene que escalar por su parte derecha, en cambio nosotros lo hicimos por su parte izquierda, superando algún tramo, que muy bien podría ser de sexto grado de la época. En la actualidad, supongo que sería catalogado como un 6a. Y tampoco lo publicamos ni pasamos reseñas a nadie. Ahora, para las nuevas generaciones, esto sería impensable, dado la vanidad y egocentrismo que impera entre las nuevas generaciones de montañeros - escaladores - alpinistas.  )


Pero...., estas tres opciones que tenía pensadas, ¡¡ ya han desaparecido de mi cabeza !! Dado que llevo una mochila muy pesada, me decido a ir al para mí, uno de los mejores valles de todos los Pirineos, el de Vallibierna, ya que en verano hay un autobús que sube hasta el refugio de los Pescadores, a 1960 metros de altitud, y este refugio, que es pequeño y libre, en esta época del año, no suele haber mucha gente. Y para acampar, es un paraíso, ya sea acampada de una sola noche- eso que le llaman acampada itinerante - o en acampada de varios días en algún rincón oculto - oculto a las miradas de algún agente de la autoridad, y de las gentes curiosas y chivatas, que por aquí también las hay -.

Y como tengo pensado tomar el autobús de media mañana, espero hasta el último minuto para desmontar la tienda, que está toda empapada de rocío, y el rocío, que es agua, también pesa. Y resulta que cuando tomo al autobús, soy el único pasajero. Y eso que mañana será día 11 de Septiembre, día nacional de la vecina Cataluña, región pionera del montañismo en España. Y a más es fiesta tres días seguidos, ya que es fin de semana. Son cosas de la crisis, y del sentimiento nacionalista de muchos catalanes, que en estos tiempos están metidos en ideas secesionistas - ellos dicen independentistas - y tienen previsto montar alguna performance reivindicativa y multitudinaria en la ciudad de Barcelona. 


La subida por la pista sin asfaltar, es de unos ocho kilómetros y medio, y hay algún tramo realmente peligroso, ya que hay barrancos, que en algún punto pueden alcanzar los ciento cincuenta o incluso los doscientos metros de caída, y las ruedas del autobús pasan, según palabras textuales del conductor, " a medio metro del barranco ". Hay algún tramo, especialmente uno, en que el terreno es arenoso e inconsistente, da la impresión de que no aguantará el peso del autobús, cualquier desmoronamiento al paso del autobús, que es demasiado largo y pesado para esta estrecha pista forestal, acabaría en desgracia. Tiene el riesgo añadido de la caída de piedras y rocas, que muchas se aguantan por puro milagro. No es raro que el conductor del autobús se tenga que detener para sacar piedras de la pista. Algún automóvil estimbado o atrapado por las rocas, si que he visto por este lugar. Siendo esto así, se entiende que este ruta la hagan diferentes conductores de autobús, es cuestión de porcentajes en la probabilidad de accidente en la pista forestal, ese porcentaje se divide entre varios conductores, y al que le toque que le toque.



Llegado al refugio de Pescadores ( hay otro refugio del mismo nombre y con el mismo tipo de construcción mas abajo, entre Senarta y Baños de Benasque ) observo que no hay nadie, pero en las literas hay los bártulos de cuatro personas, veo una botella de vino, y me acuerdo de que ayer tarde, junto a la parada del autobús, habían dos mujeres jóvenes preparando los trastos de montaña, y entre ellos había una botella de vino. ¿Serían estos trastos los de ellas ? Está todo recogido, y al parecer las cuatro personas se fían de los visitantes de la montaña y dejan sus pertenencias al alcance de cualquiera. Personalmente siempre he dejado en este mismo refugio mi equipo, y nunca me ha desaparecido nada, pero los hurtos en la montaña, no son cosas tan excepcionales como muchos pudieran creer.



Espero a que el sol seque un poco la tienda de campaña. El rocío en esta zona es extremo, y por las mañanas lo moja todo.

Consigo meter todo en una sola mochila, El peso debe rondar los veinticinco kilos, solo la comida ya debe de pesar unos seis kilos, y llevo un batido de cacao de litro y medio. Una auténtica " expedición " pesada.

Llego con el " autobús de las nubes " como le llaman aquí, unos ocho kilómetros y medio de distancia, con varios tramos peligrosos. Y me hago un selfie en  el cristal sucio del refugio de Pescadores

En el exterior del refugio hay un sombrero que parece olvidado, en una esquina del exterior del refugio hay una camiseta técnica, que parece buena y cara, unos calzoncillos boxer de algodón, a cuadros, de esos para llevar con pantalón ancho, y que han de ser incomodísimos de llevar en la montaña, y junto a estas prendas, hay un bastón roto de trekking. Detrás del refugio, como a unos treinta metros de distancia, hay una bicicleta de montaña de gama baja, pero no creo que la ropa del refugio sea del dueño de la  bicicleta, ya que me da la impresión de que la ropa, lleva algún tiempo abandonada u olvidada. Encontrarse objetos abandonados o perdidos en este refugio, es cosa bastante normal, al menos yo me los encuentro, ¡¡ Y yo que no pierdo absolutamente nada !!, ni siquiera pequeños objetos. Cuando me marcho de un lugar siempre hago lo que llamo un " repaso gitano ", que es mirar y remirar varias veces, antes de convencerme de que no me dejo nada.


Como un poco y me preparo un té, antes de emprender la marcha hasta la Pleta de Coronas, que está a 2.200 metros, y es buen lugar para acampar - aunque a la vista de todos los que suban por ahí - y también hay una cabaña muy pequeña y en muy mal estado.

La subida hasta la Pleta de Coronas tiene dos caminos posibles, uno a cada lado del torrente que baja de los lagos que hay mas arriba. El camino antiguo, por motivos que desconozco, ha caído en desuso, y el mas nuevo es el que está marcado con puntos de color rojo, y es el mas seguido para hacer la ascensión más clásico del macizo, la subida al pico de Aneto. Este camino, a mí me da la impresión de que es incómodo que el antiguo, ya que hay que pasar por una zona de rocas y bloques sueltos, que se hace un poco pesada, con el agravante de que con la roca mojada, los resbalones pueden provocarnos alguna lesión o traumatismo. El camino hasta la Pleta de Coronas se hace en unos tres cuartos de hora, ya que solo son doscientos cuarenta metros de desnivel, pero debido al peso que llevo, tardo hora y cuarto, eso sí, llego bastante descansado y entero, incluso podría hacer el esfuerzo de llegar hasta los Ibones de Coronas, a 2635 metros el mas cercano, pero es una zona que no me agrada en absoluto, porque la tienda hay que montarla en medio del camino hacia el Aneto, y para acceder al siguiente Ibón, a 2.725 metros, hay un tramo muy corto, en el cual hay que sortear y saltar por entre grandes bloques de granito, que con la mochila tan pesada que llevo, me costaría demasiado esfuerzo. Y el frío que hace por las noches también me asusta un poco, llevo un saco de dormir de plumas, de un kilo de peso, pero las plumas por culpa de los lavados, han dejado de cumplir con su función de " hincharse ", y mas bien parece un saco de algodón. Y ropa mas bien llevo la justa. O sea que me quedo a dormir en la cabaña de la Pleta de Coronas.



El lugar es encantador, no hay nadie, ni veo a nadie por la montaña. Intento buscar algún lugar para acampar que esté oculto a la vista de los eventuales montañeros que pudieran pasar, pero no encuentro nada que me guste, así que inspecciono la cabaña. El suelo está húmedo por las lluvias, entra viento por todos y cada uno de los agujeros de las paredes, el techo es de uralita, encima de la cual ha crecido hierba, tiene todo el aspecto de tener goteras. Delante mismo de la cabaña hay un tronco de árbol quemado, y segurísimo que ha sido alcanzado por un rayo. De repente me doy cuenta de que la cabaña está ubicada en mal lugar, en caso de tormenta con aparato eléctrico, tiene muchas probabilidades de ser alcanzada por un rayo. El tiempo se aguanta, hay nubes y claros, como los días anteriores, pero puede cambiar en cualquier momento, y ponerse a llover durante días enteros, incluso nevar, que nevadas tempranas en el mes de septiembre son habituales.



En poco mas de una hora llego a la cabaña precaria de la Pleta de Coronas, a 2.200 metros de altitud. Aquí pasaré una noche.


Por si el tiempo cambia y para quedar mas recogido y aislado del frío, se me ocurre montar la pequeña tienda que llevo, en el interior del refugio, lo pruebo y cabe muy justa, pero cabe. Satisfecho con esto, desempaqueto toda la mochila, y pongo el doble techo de la tienda a secar, ya que aún está mojado del rocío de la mañana. Normalmente, con el sol y el aire de la alta montaña, el doble techo se seca en pocos minutos, pero hoy observo que tarda mucho en secarse, esto quiere decir que la humedad ambiental es alta.


Hago una comida caliente y rápida, y después en vez de ponerme a descansar y hacer algo de siesta, me voy a dar un paseo por los alrededores. Veo bajar a dos grupos de personas que bajan de la montaña,un grupo de dos personas, y otro de tres, casi seguro que vienen del Aneto, que es la ascensión mas clásica de la zona. Creo que no me ven, voy vestido de color gris y negro, y estoy, segurísimo, fuera de su alcance normal de visíón, si me muevo lentamente, su cerebro no registrará ese movimiento, el movimiento de una pequeña masa, rodeado y camuflado entre los numerosas masas de la gigantesca montaña. En todo caso no tengo ninguna intención de camuflarme como un camaleón.

Si esta cabaña estuviese arreglada y fuese un poco mas grande, sería una base ideal para realizar ascensiones por la zona. La alternativa es acampar cerca de la laguna, aunque no estoy muy seguro de que esté permitido, la gente acampa normalmente una sola noche.


A media tarde, el tiempo parece querer cambiar, las nubes son mas espesas y oscuras, la humedad es alta, y el ambiente parece mas pesado. No se ve ningún animal salvaje, ni siquiera una insecto, me he quedado solo. Seguro que allá abajo, en el refugio de Pescadores, hay gente que se prepara para cenar, y comentar, lleno de orgullo sano, y muy satisfecho, su ascensión al Aneto.


Me voy a dormir muy pronto, a las nueve de la noche, aunque a esta altura, aún hay algo de luz - en los pueblos de la falda de los Pirineos, seguro que ya es negra noche -. Y me hace gracia, la primera noche me acosté a las once, la segunda a las diez, y la tercera a las nueve. ¿ La próxima será a las ocho de la tarde ?......, y pensar que en mi casa, hasta hace algunos meses, mi rutina durante años había sido acostarme entre la una y las tres de la madrugada......, pero nos hacemos mayores, me acerco a los sesenta años y hay que empezar a cuidarse.




Aquí me hago un autoretrato, Esta manía forma parte del ego que aún pervive en mí. Pero por otra parte, una figura humana también forma parte del paisaje, tiene la misma razón justificada, que fotografiar un rebeco o un águila, Son parte de los elementos que configuran el paisaje. Los humanos también somos Naturaleza, y quizás somos los reyes del mundo visible del planeta Tierra.  Lo que pretendo es dar a entender el esfuerzo humano que requiere la práctica del montañismo. Lo que no sabría expresar con imágenes es la motivación que tienen esos humanos tan sacrificados, para ir a la montaña.

El garito que me he montado, si no estuviese en este sagrado lugar de la naturaleza, podría pasar por el hogar de un homeless,  Cosas de la montaña, que dignifica todo lo que hacen los humanos. Hasta lo mas escatológico, aquí tiene una dimensión casi sagrada.

Cocino un sobre de sopa de pollo, cenar mas sencillo es casi  imposible.


Ceno muy ligero, dentro de la cabaña puedo encender una vela, que queda medio resguardada del viento. Y me acuesto a la nueve, como la noche anterior. Temía que se presentara gente a dormir a la cabaña, dado lo que pequeña que es, tendría que desmontar la tienda, y acampar al otro lado del torrente, a unos cien o doscientos metros de distancia. Pero no viene absolutamente nadie, y estoy muy a gusto.


Mis planes para el día de mañana son ambiguos, subir algún tresmil fácil, ya que me temo que mañana el tiempo no será bueno. No descarto subir al Aneto, que aunque es la ascensión mas larga - desde la cabaña pueden haber entre cuatro y cinco horas - no tiene ninguna dificultad, a excepción de su glaciar, que en esta época del año, a principios de septiembre, está en hielo vivo, hielo negro, y hay una alta probabilidad de resbalón, de consecuencias imprevisibles, sobre todo en su parte final, donde la pendiente llega a los cuarenta grados de inclinación. Pero tengo la certeza y experiencia, de mi dos últimas ascensiones a este pico - ambas, bastantes años atrás - que se puede evitar el glaciar, al menos en parte, subiendo a un primer promontorio, el pico Punta Oliveras, que en realidad, es de esos " picos " que solo dan la impresión de serlo, según la perspectiva desde donde se observe, porque cuando llegas arriba, ves que no es mas que una prolongación del pico Aneto, y sin ningún tipo de dificultad. Es de esas cimas, que cuando estás arriba, no da la impresión de estar en ninguna cima.

Otra opción mas ambiciosa para mañana es subir al pico Maldito por su ruta normal, y desde ese pico crestear hasta donde pueda, dirección al collado de Coronas, y si estuviese fuerte, intentar llegar hasta el Aneto...., pero eso ya son un poco pretensiones no muy fundamentadas. Hace muchos años, de joven, en la que pasaba mucho tiempo en la montaña, y estaba muy entrenado, si que subí al pico Maldito y cresteé hasta el pico Aneto, en solo seis horas, iba muy ligero de peso, y no llevaba ni siquiera piolet. Pero esa época ya ha pasado para mí, y si consigo subir un solo tresmil, ya me daré por satisfecho.


Me voy a dormir con esa sensación de no saber que es lo que haré mañana, y me da una cierta incomodidad, pero ya me ha pasado muchas veces, en todo caso pongo la alarma del teléfono móvil a las seis de la mañana. Cuando voy a entrar dentro de la tienda, tengo un pequeño susto, veo una sombra correr por una viga de madera. Muy cerca de mi cabeza pasa un ratolín muy pequeño, que al parecer no me tiene ningún miedo, y me mira curioso que es lo que soy y lo que estoy haciendo. No tengo mas remedio que meter toda la comida dentro de la tienda. Y sin mas me meto en el saco de dormir, con muy poca ropa, ya que la diferencia de temperatura es muy acusada entre el interior de la tienda y el exterior. Dentro del saco, hasta tengo un poco de calor, cosa que me extraña un poco.

Me duermo enseguida y tengo un sueño profundo, pero hacia las tres de la mañana me despierto. Escucho el ruido de la lluvia, golpea la roca y las plantas de la entrada, y el techo. No es una tormenta de rayos y truenos, es lluvia constante, monótona y persistente. En realidad lloverá toda la noche y parte de la mañana. Y me levanto a poner el doble techo de la tienda,  lo pongo como puedo por encima de la tienda, las goteras no han tardado en aparecer, y estaban mojando la tienda, que es de gama barata. Las tengo mejores, pero esta la he estado usando en mis últimas salidas, y funciona bien, cumple su misión de darme un mísero cobijo en medio de un ambiente agreste y duro. En todo caso, dado lo barata que la compré, si se estropease, no me importaría abandonarla, o mejor dicho, tirarla al primer contenedor de basura que encontrase a mi regreso a la civilización.

Estoy quizás hora y media o dos horas despierto, oyendo llover, y pensando en que mis planes se han trastocado, y otros planes cruzan por mi mente. El ratoncillo que he visto por la noche, no para de hacer ruido, al parecer lo curiosea todo, y por el ruido que hace podría creerse que es un animal mas grande, Me pregunto como podrá ver en la oscuridad total del interior de la cabaña. Hacia las ocho de la mañana, me levanto sin ninguna prisa, sigue lloviendo, tranquilamente y sin parar.


Las nubes se están oscureciendo, y el ambiente es muy húmedo, se avecina el mal tiempo.



Hacia las tres de la madrugada me despierta el ruido de la lluvia sobre el techo, por suerte no hay aparato eléctrico, y no cae ni un rayo. Pero tampoco duermo tranquilo, porque los rayos y truenos pueden empezar  a dejarse notar en cualquier momento.



He decidido bajarme al refugio de Pescadores, y a partir de como vea el tiempo y la gente que hay, quizás hasta dar por concluida mi excursión por la montaña y coger - en caso de que esté en servicio - el autobús para Benasque. Incluso hoy mismo podría llegar a mi casa, pero me asusta un poco pasar bruscamente, desde estos lugares tan puros de alta montaña, al ambiente prosaico de la gran ciudad de Barcelona, y todo seguido llegar al maldito e infame pueblo donde vivo, que es muy conocido por una actividad inmoral, la prostitución, y por sus gentes miserables y ruines. Cómo sé lo que es pasar de un ambiente a otro, sin ninguna transición, prefiero quedarme a dormir en el camping de Senarta, y al día siguiente hacer el viaje hasta mi casa.

Cuando estoy desmontando la tienda, la lluvia va amainando, y puedo ir sacando todos los trastos afuera de la cabaña y hacer la mochila cómodamente. Son mas de las diez de la mañana, cuando inicio la bajada hasta el refugio de Pescadores, y decido bajar por el otro camino distinto por el que subí ayer, el camino mas antiguo, es el único que sale en el mapa de la editorial Alpina, al menos en el mapa antiguo, que es el que tengo. Y el camino no tiene ninguna dificultad, está bien marcado con hitos de piedra, y es mas cómodo que el del otro lado del torrente, que es el " normal " , y está balizado con marcas de pintura de color rojo. Mientras bajo el cielo se está despejando, y hasta luce un poco de sol. Miro hacia arriba de las montañas, y entre las brumas y la niebla, observo alegre como ha caído una pequeña y decorativa nevada, en algunos puntos parece que la nieve ha bajado hasta los dos mil setecientos metros, en otros lugares un poco mas arriba. No hace mucho frío pero la humedad es muy alta. No es el mejor tiempo, ni las mejores condiciones para hacer actividad de montaña.



El pico Argarot, que es un tresmil, con su, seguramente, primera nevadita decorativa de la temporada.

Otro tres mil blanqueado por la nieve, el pico o picos de Vallibierna. 

El cielo se despeja un poco, pero no parece que el tiempo vaya a mejorar. En la parada del autobús - a la derecha se ve la marquesina - no hay nadie, y el refugio de Pescadores está vacío.


Llego al refugio de Pescadores, y no hay nadie, tanto el refugio como la montaña, aparentemente están vacíos, cosa de lo mas normal cuando hace mal tiempo. ¿ Que alma condenada querría estar aquí arriba sufriendo las inclemencias del tiempo...? ......., pero el tiempo parece que se está despejando, y el autobús puede entrar en servicio y traer algún grupo de gente que quiera aprovechar un lapso de buen tiempo para buscar setas o dar algún paseo por este bello rincón de los Pirineos.

Cómo no hay nadie, me decido a pasar aquí la noche y ver que tiempo hará para mañana, me sobra comida y puedo aguantar aquí perfectamente hasta que el tiempo cambie. Me instalo a mi gusto, elijo el para mí mejor sitio de las literas, pongo a airear y secar todo mi equipo, me lavo someramente en el río, me acicalo, y me preparo una comida decente y sólida. Mientras me tomo un té, sentado en el exterior del refugio, llega un montañero solitario. Nos saludamos y entra decididamente en el refugio, sin preguntar nada, cosa que quiere decir que ya conoce este refugio. Al poco tiempo sale del refugio y intentamos entendernos mezclando tres idiomas. Él es francés, de unos treinta años, y está haciendo la travesía parcial de los Pirineos, y la ha empezado hace doce días en Andorra. Hoy, según le entiendo, ha caminado desde el refugio de Conangles, hasta aquí, y eso es una buena etapa, larga y dura para hacerla con una mochila pesada como la suya.

 Lleva un equipo de montaña de marcas buenas, pero bastante gastado. Una de sus botas la lleva parcheada con una especie de esparadrapo ancho. Cómo soy un poco curioso le pregunto si un objeto que le visto en el exterior de la mochila, era una caña de pescar. Me dice que sí, pero que no ha conseguido pescar ni un solo pez. Se me escapa una risa corta; no entiendo de pesca, pero diría que con este frío, no creo que abunden los peces. El agua de los torrentes, la del río que hay delante del refugio, no es que esté fría, está helada, Y según parece la pesca está totalmente prohibida, cosa que el chico francés debe desconocer.


En todo caso, es la primera vez que veo una caña de pescar como parte del equipo de montaña, mas bien parece algo de supervivencia. En un momento dado, el chico francés se pone a hacer algo de estiramientos, se le ve con práctica en esos menesteres. Cuando acaba se va a lavar al río, sale en calzoncillos, yo diría que mas bien por exhibicionismo, ya que luce un cuerpo diez. Se le nota muy cultivado físicamente. A pesar del frío reinante le veo lavarse con fruición en el río. ¡¡ Y yo que me he lavado como un gato !! Mas tarde lo veo que coge unas zapatillas viejas, rotas y roñosas que alguien ha abandonado en el refugio, y se las pone. Este es un tío duro, debe ir justo de todo, y aprovecha cualquier cosa que le sea útil. Apenas come nada, y mas tarde sabré el porqué, va justo de comida, y se espera a la noche para comer un poco más decentemente.




Mientras estoy sentado afuera del refugio, en un banco muy rústico, llega un autobús, En los días lluviosos, de mal tiempo, a veces ni suben, pero hoy, al parecer no es lo bastante peligroso para los conductores. Veo bajar a dos chicas, aparentan unos treinta años, van solas, y por el aspecto parecen extranjeras. Pienso que quizás vengan a dormir al refugio, pero pasan de largo y siguen por el camino, dirección a no se donde. No llevan mochilas muy grandes, y no creo que lleven tienda de campaña, así que es un misterio hacia donde irán, dado que ya son las cuatro de la tarde, el tiempo es inestable, y el refugio mas próximo está a varias horas, por muy mal camino y hay que salvar un collado, a casi 2.800 metros . ( Hasta el día siguiente no me enteraré de que ya funciona un nuevo refugio que estaban construyendo en el Cap de Llauset, a 2450 metros de altura. Estaba previsto que se abriera en otoño del 2016, pero al parecer las obras se han adelantado. Del refugio de Pescadores hasta el de Cap de Llauset, hay como mínimo tres horas. ) 
Decido dar un paseo y entro en el refugio a coger algún bártulo, y me encuentro con un montañero- deportista que no lo había visto entrar, ni se de donde ha salido. Es de esos que van con mallas, una riñonera con bidón de agua, zapatillas de montaña y poca cosa más. Con aire suficiente y arrogante me dice: " ¿ Que, el refugio está bien, noooo....? , le contesto con un escueto " si, si .... " no dice nada mas y se va dirección hacia la montaña, a pesar de que las nubes rodean las cumbres y collados de la montaña, y el cielo parece oscurecerse, y no invita a adentrarse en la montaña.
Salgo a pasear sin saber hacia donde ir, y sigo por el mismo camino que han ido las dos chicas y el montañero - deportista. A los pocos metros me cruzo con una pareja de montañeros trekkers, nos saludamos,  yo en español y ellos en inglés.Son extranjeros,  por el aspecto ya me lo parecían. 
 Al poco rato de andar me desvío, y pese a que está todo mojado y llevo zapatillas deportivas, voy siguiendo los hitos que conducen hacia la base del pico Vallibierna. Cruzo el río por un puente de madera, que parece tener  un tronco roto. Y sigo los pequeños montones de piedra, durante al menos media hora o tres cuartos de hora, lo hago tranquilamente y observando los bellos rincones de este rincón menos transitado que los valles cercanos. Tengo los pies totalmente empapados por la hierba mojada, pero no solo no me importa, sino que me gusta, y por supuesto llevo buenos calcetines de recambio. Cuando el bosque se acaba y empieza la subida propiamente dicha al Vallibierna, me detengo unos minutos a contemplar el bello y cambiante paisaje, mirando hacia el valle, dirección Senarta. Al fondo se tendrían que ver los picos del Macizo del Posets, pero está todo rodeado de nubes oscuras, apenas recortadas por un cielo azul grisáceo. La noche se acerca prematuramente, y regreso bajando bastante más rápido de lo que he subido. Me despisto en un punto, y no encuentro el puente de madera, y no hay otro paso para cruzar el río. No tengo mas remedio que dar media vuelta, subir unos minutos hasta que encuentro los hitos de piedra, y ahora sí encuentro el puente.

Cuando llego al refugio veo que la pareja de trekkers - así los denomino, pero les podría llamar igualmente montañeros o cualquier otra cosa - se quedan a dormir en el refugio. El compañero de la chica, mas el otro francés solitario que había llegado al medio día, se van a buscar leña. La chica, que es mas alta que yo, se presenta de una manera para mí curiosa. Me dice " Hello, my name is Caterina.  " y me pregunta si hablo, inglés o francés. Le contesto que mas bien no, Intento recordar mi ingés sioux, y consigo entablar una conversación básica. Ella y su pareja son alemanes y estaban haciendo una parte de la travesía de los Pirineos, pero por falta de motivación de ella, deciden abandonarla mañana mismo en Benasque, y solo llevan ocho días andando, Empezaron en la Guingueta d'Anéu, y ya se han cansado, pìenso yo que por el mal tiempo.
La chica da muy buena impresión, es rubia, lleva un gorro que no se lo quita, y cuando sonríe graciosamente, se le ven sus dientes perfectos, blancos e impresionantes; es alta y estirada, se le nota cultivada y viajada., mundana. Observo que lleva un utensilio de cocina excesivamente grande y pesado para dos personas, y que ha de ocupar mucho espacio en la mochila. Es un menaje especial para cocinar pasta, y lleva hasta escurridera, y todo ello de acero inoxidable, que es mas pesado que el aluminio. No se me ocurre otra cosa que pensar que estos dos, como son altos comen grandes cantidades de pasta.

Mas tarde llegan el otro alemán y el francés, cargados con algo de leña. Personalmente no me gusta hacer fuego por el olor a humo que se engancha en toda la ropa y equipo, pero a ellos les encantará, charlar al calor de una buena lumbre. Encienden fácilmente fuego, a pesar de que la leña está mojada, y no sé si por casualidad y por imitación, nos ponemos a preparar la cena todos al mismo tiempo, cada uno con sus fogones y sus cacharros. Observo que el francés va justo de comida, y no tiene nada de pan, en cambio a mi me sobra pan. No sé si ofrecerle algo de comida y pan, veo que entre ellos no se la ofrecen, cosa que normalmente si se hace por cortesía y camadería. Y decido que si no me pide algo de comida y pan, no se la ofreceré.
Cuando acaban de cenar se sientan los tres juntos en un banco muy estrecho, bien apretados, pese a que se conocen hace pocas horas, eso sí, la chica roza su culo con su pareja, que es un alemán que puede medir metro y noventa centímetros de altura, fuertote y con barba y bigote, que le da aspecto un poco de bárbaro del norte. Lleva un forro polar negro, que le hace parecer serio y hasta siniestro. Pero al igual que su pareja, se ve buena persona y culto.
Entre la pareja alemana y el francés, hablan en un  inglés totalmente fluido, se entienden a la perfección. La pareja alemana habla inglés con fortísimo acento alemán, que al principio me hacía dudar de la lengua en que estaban hablando. El chico francés también tiene un acento para mí raro, pero es al que mas entiendo. Y como no, tratándose de montañeros, no faltan los comentarios sobre Alpes, Himalaya, Nepal, etcétera, Esta gente ha viajado a los lugares obligados para todos aquellos que quieren tener un currículum montañero al uso y convencional. La conversación entre ellos es tranquila y en un tono de voz mas bien bajo.
Por mi parte, ceno excesivamente tranquilo y lento, sin participar en su conversación, principalmente porque me cuesta trabajo entender su inglés fluido, solo capto frases cortas. Me siento un poco garrulo, por mi falta de conocimiento de lenguas, pero en España, la mayoría de gente de mi edad, también va corta de idiomas. En todo caso, soy un garrulo en medio de millones de garrulos. En España paso inadvertido.

Cuando son las nueve de la noche, que es muy negra, salgo a regar las plantas y ver el cielo, está todo negro. Pese a eso, para mañana he decidido intentar subir algún pico, aunque haga un tiempo inestable, solo en caso de lluvia fuerte y tormentas me quedaría un día más en el refugio, o quizás me marcharía para casa, según mi estado de ánimo.
Entro en el refugio para irme a dormir y observo que los tres compañeros efímeros están callados y como pensativos. Les digo con mi pésimo acento " What a silence " y creo que entienden algo así como que guarden silencio y que tiene algo de imperativo, y no es esa mi intención. Se lo vuelvo a repetir dudando de si lo digo bien, y el francés me contesta en muy mal español: " buenas noches "....., jajajaaaa, se me escapa un risa floja. Me pregunto que es lo que digo mal, estoy espeso, cansado y ya no me acuerdo del inglés. Mis conocimientos de la lengua inglesa, se han quedado oxidados en algún recóndito lugar de mi gastado cerebro. Si tengo problemas con el español y el catalán, que acostumbro a mezclarlos, que no será de una lengua que solo la leo por internet, y de la cual he perdido la memoria auditiva. Es decir, puedo leer bastante inglés, pero tengo muchas dificultades en entenderlo cuando alguien lo habla. Y me río de mi mismo y me acuerdo de aquello de internet: " Page no found, error 404 " que es lo que se me puede aplicar a mí mismo.

Estoy estirado en la litera, he puesto la alarma del teléfono móvil para las seis de la mañana, me he tomado una pastilla para dormir, estoy tranquilo, relajado, esperando que me entre el sueño. El chico francés también se ha acostado, y la pareja alemana empieza a prepararse para dormir en la litera de abajo. Está todo muy tranquilo, sosegado, ambiente del bueno. Solo somos cuatro personas tranquilas que comparten una noche en un pequeño y parco refugio de montaña, los cuatro estamos pasando unos días en la montaña, embebidos de sus energías, de su fuerza contagiosa que nos dará poder para cuando lleguemos a nuestros lugares habituales de residencia. Mañana los cuatro aún viviremos experiencias duras, y al mismo tiempo agradables. Se puede decir que el tiempo pasado en la montaña, equivale a los prácticas yóguicas llamadas " Tapas ". Son prácticas de autodisciplina, penitencia y ascetismo que dan gran energía espiritual o mental al que las practica voluntariamente.

Y cuando todo parecía tender hacia la noche plácida..., el ruido del motor y los faros de un automóvil iluminan parte del refugio. El refugio tiene unas cristaleras grandes y la luz del automóvil viola la tranquilidad que nos habíamos inducido. Y enseguida oímos voces, y ruido. Se abre la puerta y entran con decisión dos personas hablando en voz alta y sin tener ninguna consideración hacia nosotros cuatro. Al parecer conocen el refugio de sobras, y se sienten como en su casa. Uno de los dos hombres va con la cabeza afeitada y es muy nervioso. Parece llevar la voz cantante. Los dos recién llegados tienen algo de cómico, han irrumpido en el interior del refugio como dos muñecos de televisión, como dos teleñecos. Se dirigen a la pareja de alemanes, pero estos no los entienden, el de la cabeza rapada es muy seco hablando y mas bien se ve un poco garrulillo, dice cosas como: " Yo es que solo hablo español ", y lo dice como a quien no le importa nada el hecho de no hablar otro idioma que no sea el suyo. Al final, me aguanto la risa, me incorporo y le digo que ellos son alemanes, y el que está a mi lado es francés. En realidad la chica alemana sabe algo de español, pero no capta ni una palabra de este hombre que habla tan rápido y seco.
Los dos recién llegados salen para buscar los trastos de su automóvil, en ese momento nos ponemos los cuatro a reír, nos sale espontáneamente...., jajajaaaaaa....., que irrupción tan inesperada hemos tenido. Los alemanes se ríen sin parar, flojo pero se ríen del personaje español. Y me río hasta yo, tumbado en el saco, a oscuras y cínicamente.

Y me sigo riendo cuando veo todo lo que entran en el refugio los recién llegados, traen una enorme caja, mochilas y trastos varios. Llevan hasta un luz de cámping gas, y rompen la oscuridad casi mística que hasta ahora había en el refugio, solo la luz de la lumbre, y una vela que yo había dejado encendida. Y para que no falten mas risas, los dos recién llegados sacan un fogón, una sartén y se ponen a freír huevos y cosas parecidas...., jajajaaaaaa, ¡¡ a estas horas y después de haber cenado ya nosotros, al menos a mí me suena como a insulto o blasfemia !! Y siendo españoles no se cortan a la hora de hablar, pasando totalmente de nosotros hablan en voz alta, aunque les oigo preguntar si nos molestan, pero claro, los alemanes y el francés no los entienden. Pero cenan mas rápido de lo que cabría imaginar, y se preparan para ir dormir, con el estómago recién hinchado con huevos y frituras. Al español mas alto le pregunto si sabe que día hará mañana, y me responde que para mañana hasta el medio día, las previsiones son de buen tiempo, pero que a partir de la tarde la cosa se complicará. Para mí son buenas noticias, y me dan expectativas para al fin poder subir algún pico, aunque sea solo uno. Y tengo pensado subir, como primera opción al pico Maldito, de 3.354 metros. Mañana ya será mi quinto día en la montaña, y solo he visto las cimas de lejos.



Duermo regular, por la noche me despierta una luz de un automóvil, y veo que entra alguien al refugio, y lo hace de forma silenciosa. Estoy medio dormido y me duermo enseguida.

A las seis de la mañana, suena la alarma de mi teléfono móvil, en seguida suena otra alarma de otro móvil.  Es el de los dos españoles, los alemanes y el francés se quedan durmiendo. Es negra noche, salgo un momento afuera del refugio, y no se ve ni una estrella, no se ve absolutamente nada. Nos damos los buenos días, los dos españoles y yo. Poco a poco vamos entablando conversación, quizás en un tono de voz demasiado alto, los extranjeros siguen durmiendo o hacen ver que duermen. Y no veo a nadie mas, no se quien podría haber sido el que entró por la noche en el refugio. Y me entero un poco mas tarde. Era el español de cabeza rapada, que es mas bien bajo y vigoroso, con carácter. Le explica a su compañero, que por la noche se ha bajado a Benasque, sin avisarlo. Y se ha bajado a Benasque, porque a pesar, de que es un buen deportista, es fumador de un paquete diario. Creo entender que se había propuesto estar unos días sin fumar, pero por la noche le entró un " mono " de mucho cuidado, y se fue a Benasque a comprar tabaco, Por la madrugada encontrar tabaco en Benasque no es nada fácil, pero él lo ha conseguido. Es un poco espeluznante, me lo imagino solo, de noche por la pista mojada, peligrosa, solo para comprar tabaco. Ida y vuelta habrá hecho unos 27 kilómetros. Y por supuesto que se ha robado horas de sueño.


Seguimos conversando, y resulta que son de una población cercana a Barcelona, cosa que no me lo parecía, y son unos montañeros, esquiadores, escaladores, betetistas, y atletas muy experimentados. En realidad se ven dos tíos de puta madre. El de la cabeza rapada me dice que va a cumplir cincuenta años, y yo le digo que voy para los sesenta, se queda un poco perplejo, y me da la mano. Y seguimos charlando mientas preparamos el desayuno, y resulta que él empezó a escalar con unos conocidos míos, ellos le enseñaron, y él llegó a ser guía de montaña. Me cuenta una proeza que hizo con un amigo aquí mismo, en el valle de Benasque, ¡¡ hasta me enseña las fotos en su smartphone !! hicieron un recorrido por tres valles, y subieron un desnivel de 3.700 metros positivos. Mas tarde, por mi parte calculo los metros de desnivel y no creo que pasen de los 2.000 ó 2.500 metros como mucho.

Su compañero explica que hizo el servicio militar aquí mismo, en Cerler, en una compañía de montaña, y había recorrido con esquís los picos principales de la zona. Me cuenta lo duro que era el servicio militar, con la vestimena de algodón, y sacos de dormir también de algodón, y vivaqueando en pleno invierno, en zanjas cavadas en la nieve, y ascendían picos, y cimas con veinte kilos de peso a la espalda. ( En una ocasión, un suboficial me aseguró, que él hacía subir a  su tropa con treinta kilos a la espalda ). Y me explica que a él le gustó mucho hacer la mili en estas montañas. En un momento dado, saca una bandera catalana republicana, y me explica que hoy se van a subir al pico de Perdiguero, que está en un valle un poco distante de este. No digo nada, pero estamos en Aragón, y no creo que a los aragoneses les haga gracia ver banderas catalanas en sus montañas. Resulta un poco chocante, excepto si se admite la reivindicación catalanista, de que Aragón formaba parte de Cataluña, cosa que es totalmente al contrario. No hay ninguna duda histórica de que Cataluña- en realidad Barcelona - solo fue una ciudad condal del reino de Aragón. Pero los historiadores a sueldo del independentismo catalán, han ido explicando la historia a su manera. Lo último y mas ridículo es que afirman que Santa Teresa de Ávila era catalana, y que Cervantes también era catalán, y que escribió el Quijote en la lengua catalana, Incluso se atreven a decir que genial Leonardo de Vinci, también era catalán,  Y están otros majaderos que aseguran que la bandera norteamericana, está inspirada en la catalana. Seguro que desconocen que la bandera republicana catalana, es una copia de la bandera cubana, a la cual solo le han cambiado el color. ( ¿ Estos " historiadores " habrán dejado la medicación sin avisar a su psiquiatra ? ). Sigo el principio de no hablar de política en la montaña, y todos contentos.


En todo esto, el tiempo ha pasado volando, ya son mas de las siete, y el cielo está todo tapado, hay espesas brumas en las crestas, collados y picos. Los alemanes y el francés ya se están levantando. Yo acabo de preparar la mochila, me despido de los españoles, y salgo con la luz del frontal, ya son las siete y veinte minutos......, y no tengo ni idea de lo que voy ha hacer hoy. En principio subir lo mas alto que pueda, y si hace mal tiempo de verdad me bajo.






El primer ibón de Coronas, a 2.635 metros de altura. Para llegar al siguiente, a 2.725 metros, el camino da un rodeo demasiado largo. Se puede cortar camino por la canal de piedras que se ve al fondo ( algunos lo hacen ) y se acorta el camino al menos diez minutos, pero el camino mas largo es el que utilizan todos.



Voy dirección a los ibones de Coronas, todo está tan oscuro, que no tengo prácticamente ninguna esperanza de subir algún pico. Subo a buen ritmo, y en dos horas y cuarto, ya he subido al ibón superior, a 2725 metros. He subido un desnivel de unos ochocientos metros, Es un tiempo aceptable, y encima no estoy nada cansado, estoy plenamente aclimatado a estas alturas. Mientras subía, por delante de mí, bastante lejos veía subir a varias personas, por lo menos me sacan media hora de ventaja. Eso quiere decir que el " autobús de las nubes " ha subido esta mañana, creo que llega a las seis de la mañana, y no lo he sentido llegar. Llegado al ibón inferior había visto restos de acampada, mantas viejas y algo de basura. Es un mal sitio para acampar, haciendo el esfuerzo de llegar al lago superior, que está muy cerca, hay magníficos lugares para acampar, es un lugar mas abierto y mas energético que este.

En el ibón superior había tres montañeros almorzando, sentados dentro de uno de los varios muros que hay para acampar o vivaquear. Uno de ellos, desde lejos, me pregunta por donde se sube al Aneto. Él ya lo sabe seguro, pero es una manera de entablar algo de conversación. Me busco un rincón para almorzar al lado de lago, de aguas mas bien sucias, y cometo un posible error. Cojo agua del lago para beber, no hay otra, y me he olvidado las pastillas potabilizadoras. Mientras almuerzo rápidamente, me raplanteo la jornada de hoy. El pico Maldito queda totalmente descartado, hay demasiada niebla, y desconozco si hay algún sendero o está balizado. El pico Aragüells, queda demasiado cerca, y quiero hacer algo de mas entidad. Pienso que si la niebla se abriese un poco, podría crestear por el Pico Coronas, el del Medio y si se puede alguno mas. Pero antes tendría que alcanzar el collado de Coronas, a 3.198 metros, y lo veo demasiado complicado por la niebla. El frío aquí se hace notar, y es un handicap mas. Solo llevo unos guantes mas bien finos, y ya estoy pasando frío en las manos.

Quiero creer que el tiempo mejorará, dado que la previsión era de sol por la mañana y mal tiempo por la tarde. Pero sucederá todo lo contrario. Incluso pienso que si el tiempo mejora, hasta podría subir al Aneto, que es un ascensión larga, pero no estoy nada cansado.


Mirando hacia el pico Aragüells, el tresmil mas fácil y cercano desde la cabaña de Pescadores. Pero está demasiado cerrado y con niebla. Lo descarto porque me saldría una salida muy corta.



Retomo la subida, me dirijo hacia la niebla, que la tengo justo enfrente. Y llego a la niebla, y consigo ir encontrando los pequeños mojones, voy ganando altura. Escucho voces detrás mío, miro para abajo, y veo que los tres montañeros que estaban almorzando también suben. Me digo que ya son ganas en un día como hoy, pero yo mismo hago como ellos, meterme en territorio comanche; en un día como hoy un simple esguince puede ser todo un problema gordo. Aquí no hay cobertura para el teléfono móvil, y pedir ayuda estando solo, es casi imposible.


Hacia el este el cielo parece menos espeso, pero en cuestión de minutos se tapa todo.

Desde el Ibón mas alto mirando hacia el pico Maldito; quedan al menos quinientos metros de desnivel todo por roca desnuda,  Metido en la espesa niebla,  encontrar algún hito de piedra o marca de pintura - si la hay - es casi imposible.

He tardado dos horas y cuarto en llegar hasta el ibón superior, - unos 800 metros de desnivel positivo - y hago un pequeño descanso para comer un poco,. Aquí las manos ya se me están helando.

Aquí encuentro el primer nevero. Hay una capa muy fina de nieve sobre el hielo, que parece consistente. Hasta me da un poco de ánimos, a pesar de que la niebla y el frío me están diciendo que me baje ahora que puedo.




Los mojones de piedra cada vez son mas escasos, en algún punto los pierdo, y he de asegurarme hacia donde voy a dar los siguientes pasos. Desorientarse en la niebla es muy fácil. Y encuentro el primer nevero, hay pisadas muy recientes, y una capa muy fina de nieve nueva sobre el hielo. Me doy cuenta de que se puede andar perfectamente, y si el glaciar del Aneto está así, podría llegar en unos tres cuartos de hora, desde el collado de Coronas....., pero me falta eso, encontrar el collado de Coronas, porque no lo consigo. Estoy justo debajo de la cresta del collado, a veces el viento abre un poco la niebla, y veo la cresta oscura, a no mas de cuarenta metros. Para alcanzar el collado hay que hacer una pequeña trepada fácil, como mucho de primer grado, pero no encuentro el principio de la trepada, Estoy en terreno resbaladizo, todo está mojado y roto, y lo último que quiero es liarme a trepar sin saber donde me meto.

Escucho débilmente las voces de los que van detrás mío. Creo entender que también están un poco liados. No tengo mas remedio que tomar una determinación,...., y es que me bajo. Tengo la sensación de que estoy en terreno peligroso, una caída tonta, un resbalón, la pérdida de algún guante, aquí arriba podría acabar en tragedia...., en este macizo, cíclicamente, al igual que llega la primavera, verano, etcétera, cada años hay muertes de montañeros por accidente, y no tengo pensado engrosar la estadística. Así que... me hago una foto, me salta el flash de la cámara, de lo oscuro que está, y bajo todo recto, fijándome en mis propias pisadas de la subida. Pronto encuentro un mojón, y después otro, ya no creo que tenga problemas en la bajada. De refilón he visto a los tres montañeros, a pesar de que llevan ropa de colores, desde aquí se ven de color gris. Están un poco embarcados, los veo debajo de una placa lisa, que no crean que puedan pasar. Les grito desde lejos, diciéndoles que los hitos de piedra van por donde yo estoy, pero no me oyen. Los dejo, y sin ningún problema regreso al ibón superior. Hago una pequeña parada para hacer alguna foto. De pronto me doy cuenta de que en un muro para vivaquear, hay una tienda bastante grande plegada, y aguantada con piedras. Hasta mañana no sabré que eran de estos tres montañeros. Debajo de la tienda veo algunos bultos, y por si acaso los tiento con un bastón de trekking, no fuese que los bultos fuesen cuerpos humanos, pero creo que son mochilas y sacos de dormir.


Un poco ya cansado, bajo de un tirón hasta el refugio, lo hago mas bien lentamente, pensando en mis rodillas. Las noto bien, no tengo ninguna caída, solo algún medio resbalón, y cuando estoy cerca del refugio veo algún turista que había subido hasta el ibón mas inferior de Coronas, donde está la cabaña donde dormí la otra noche.



Para mi sorpresa, veo pisadas en la nieve, incluidas las de un perro. Las pisadas parecen de hoy mismo, incluso de un rato antes. En un día así poca gente se atrevería a subir algún pico, y supongo que las pisadas han de ser de gente muy avezada del valle de Benasque, que son los que conocen mejor la montaña. Entre esta gente está la guardia civil de montaña, que alguna vez los he visto subir con un perro, y tienen medios técnicos para no perderse, pese al mal tiempo y la niebla.

Llego hasta debajo de la cresta, pero el paso final hasta arriba del collado de Coronas - a 3.196 metros - no lo encuentro. A ratos, entre los jirones de niebla veo la cresta, a no mas de unos cuarenta metros. Aquí ya hace frío de verdad, no solo se me están enfriando las manos, sino también los pies, y eso que llevo unas botas de categoría y solo estamos a mediados de septiembre.  Estoy unos minutos intentando encontrar el paso final, algún hito, pero sin fortuna. Decido abandonar el intento de subir algún pico ( en realidad aún no tenía pensado a que pico subir ). Me hago una foto y salta el flash de la cámara, y eso que solo  son algo mas de las once de la mañana. 

Empiezo el descenso sin saber hacia donde voy, pero por fortuna enseguida encuentro un pequeño hito de piedra, y después otro. Me siento aliviado, porque si no me desoriento, prácticamente toda la bajada la encontraré marcada. Hacia mi izquierda oigo voces muy débiles, y veo tres sombras grises. Son tres montañeros, un poco mas jóvenes que yo, que estaban almorzando en el ibón superior, y han decidido intentar el Aneto. Pero abandonan mas o menos donde yo, Al día siguiente hablando con ellos me contarán que iban siguiendo un track con el GPS, pero se le estaba acabando la batería, y tampoco veían la manera de alcanzar el collado de Coronas, porque todo estaba  mojado. Y al igual que yo, sabían que a partir de aquí el terreno ya es peligroso, y la probabilidad de percance es grande.

No tengo ningún problema en llegar al ibón superior. A partir de aquí bajaré relajado. A pesar de lo rompepiernas que es el descenso, mis rodillas apenas sufren, cosa que no me lo puedo creer. ¡¡ Y pensar que pocos años atrás ya daba por acabada mi afición  de ir a la montaña !! Tengo un montón de pequeños problemas físicos, que todos sumados dan un gran problema para practicar el montañismo. Pero la muerte para mi, hace tiempo que desapareció de mi mente. Eso no quiere decir que no sea lo  máximo responsable y cuidadoso en mi deambular por la montaña. Tomo las mismas precauciones que cualquier otro montañero, y cuando el día que la Parca venga a buscarme, que me encuentre orgulloso de haber vivido, Siempre de pie y buscándome a mi mismo.

Por aquí se podría cortar camino, pero por precaución me abstengo, y doy un rodeo por el ibón, a costa se perder tiempo.

Niebla, brumas frías que suben del fondo del valle. Hacia la izquierda la cresta que llega hasta la aguja Argarot, no visible en la foto. La siguiente aguja, Tchihatcheff - no sabría pronunciarlo - es uno de los dos picos que aún me quedan por subir en todo el macizo del Aneto - Maladetas. Su escalada es un poco técnica y aérea, y con lo desentrenado que estoy, está fuera de mi alcance.

Esta tienda de montaña, es de los tres montañeros que iban detrás mío subiendo hacia el collado de Coronas, pero como no lo sabía, y veo algunos bultos debajo de la tienda, los palpo con un bastón de trekking, y parecen solo mochilas o sacos de dormir. La impresión que da la tienda, confirmada al día siguiente cuando la veré plegada, - es un paquete enorme -  encima de una mochila, es que es una tienda de seis plazas, pero los propietarios afirman que es una cuatro plazas. En esto creo que se equivocan., o necesitan mas espacio del convencional. Por la noche les nevará un poco, y el tiempo será horroroso. 

Las nubes a veces se cierran tanto que oscurece,  y parece que va a anochecer, pero solo es medio día. Por fortuna no llueve ni truena.

Mientras voy llegando al fondo del valle, el cielo se está despejando, y hasta puedo ver el sol. También por arriba en los picos las nubes se abren un poco,  Como despeje del todo, me dará bastante rabia. Ha hecho un tiempo totalmente contrario a la predicción metereológica, que era sol por la mañana y mal tiempo por la tarde.



Llego al refugio de Pescadores a primeras horas de la tarde, han empezado a abrirse las nubes , y hasta sale el sol. La sensación que da es que despejará bastante. Aquí está todo verde y hasta hace calorcillo. Después de lavarme someramente, y preparar una comida caliente salgo a dar un paseo, mas bien corto y por las cercanías. Mientras camino, me sonrío solo, se me escapa la risa, cuando he recogido mis bártulos, me he dado cuenta de que a mi botella de batido de cacaolat, le falta una buena cantidad. Casi seguro que ha sido el chico francés que iba corto de todo. No pasa nada, se lo perdono. A cambio veo que él ha dejado el mapa de su jornada de ayer. Esto lo hace mucha gente cuando hacen travesías, llevan un mapa para cada jornada, y cuando la acaban dejan esa parte del mapa, para ahorrar peso. 

Regreso al refugio un momento para coger la cámara de fotos, y veo que aparecen un grupo de caballos, cargados con mochilas, alforjas y trastos varios.También van acompañados por algunos perros. Parecen sacados de una película de colonos o buscadores de oro en el Yukón. Veo a dos hombres y dos mujeres, están solo unos pocos minutos parados delante del refugio, pero no entran. Cuando se van, entra uno de los hombres a saludar - despedirse. Entonces me doy cuenta de algo en lo que no había reparado, el hombre lleva una camiseta, que diría que es idéntica a la que vi el primer día junto a unos calzoncillos y un bastón roto de trekking, abandonados en el exterior del refugio Salgo afuera, y en efecto, la camiseta técnica, que se veía de buena calidad ya no está.


Poco rato mas tarde, llegará otro montañero solitario, que había saludado y charlado con los personajes de los caballos, y al parecer estos llevan siete días por la montaña, acampados por algún lugar de estas montañas. Con razón por la mañana mientras subía hacia mi intento frustrado de subir algún pico, olía a humo. Pensaba que sería del refugio, pero al bajar también lo olía y ya no había nadie, y el fuego estaba totalmente apagado desde ayer noche.

Mientras paseo por los alrededores, la tarde se ha ido despejando mucho, siento una especie de rabia controlada, me pregunto cosas como: " ¿ Y si hubiera salido mas tarde para la montaña ? ¿ Y si hubiera subido mas lento ? ¿ Y si me hubiese esperado sentado un par de horas ? ¿ Y si......? Pero por hoy ya no hay nada que hacer. El único consuelo que tengo es que si mañana hace buen tiempo, subiría otra vez hacia arriba. Me queda la suficiente comida, pero racionándola, ya que de lo que mas me queda es comida dulce.


Regreso al refugio, ya para descansar o estirarme un rato. Veo a un hombre un poco mas joven que yo, que está tomándose una foto él solo con un palo de esos para selfis. Y no veo a nadie mas. nos saludamos, y enseguida entablamos una conversación, que durará horas. Él ha llegado hoy mismo de Barcelona, y ha llegado en autobús de línea, al igual que yo. Pero me explica que él tiene automóvil, y hasta caravana. Se ha venido para hacer una travesía mas bien corta, que se puede hacer en una jornada, que es desde Benasque, hasta la boca sur del túnel de Vielha, enfrente del refugio de Conangles, donde tomará otro autobús hasta Barcelona. Pero al parecer tiene un problema grave en una rodilla, y va ha hacer la travesía en tres días, del cual hoy ya es el primero. Y charlando, charlando, resulta que hasta tenemos  amigos comunes.

Vamos cogiendo confianza, y nos explicamos mas cosas. Él, pese a estar casado y tener família, se ha venido solo a la montaña, por el pacto que tiene con su mujer, que sabe lo importante que es la montaña, para el que la visita, escala, esquía, anda, desde siempre. Y al parecer, como tiene un trabajo formal, de lunes a viernes, solo puede hacer travesías los fines de semana y algún puente festivo. Su estrategia es hacer travesías, ya sea andando, o en bicicleta, pero por partes. De poco en poco. Y por lo que me cuenta ha recorrido muchos GRs en este plan. También tiene una dilatada experiencia en alta montaña; la escalada en roca, no le gusta demasiado, pero en alta montaña, me cuenta que hasta ha subido el Montblanc en solitario. Y como es preceptivo, hasta tiene recorrido su trekking del campo base del Everest. Es aficionado a la fotografía, también charlamos de eso, y le hago alguna pregunta de neófito. Hasta hablamos de cine y música, todo cultura y arte, en un remoto rincón de los Pirineos, tan lejos de la cultura y el arte. Y charlando, charlando, ya es oscuro, estamos solos en el refugio, y no parece que nadie mas venga hoy a dormir. Entre otras cosas porque mi compañero reciente, me dice que las predicciones metereológicas son malas. Lluvias para mañana a partir de la tarde. Mientras me lo cuenta, me percato de una mínima falta de confianza en su travesía. Le preocupa demasiado su rodilla, y veo alguna sombra de duda en su proyecto. Le digo que mañana mismo puede llegar a Conangles, yo ya he hecho ese recorrido, que es un poco rompepiernas, largo, pero perfectamente factible hacerlo en el día, incluso con lluvia. El chico francés lo hizo en sentido contrario, que es bastante mas duro, y en un solo día, Y juraría que incluso llevaba mas peso que él.

Y nos acostamos con las dudas, él con las suyas, yo con las mías. Yo en la litera de arriba, él en la de abajo.


Por la noche me despierto varias veces, y en una de esas veces, medio dormido y atontado por la pastilla para dormir, oigo como llueve intensamente. Y por la mañana cuando nos levantamos sigue lloviendo, con menos intensidad, pero sigue lloviendo. Y mientras almorzamos, decido que hacer. Decididamente hoy me bajo para Barcelona. Es un viaje duro, que si no hay problemas, se hace en unas seis horas, repartidas en dos autobuses, es un viaje que odio hacer, pero no hay mas remedio que hacerlo. Y ahora me preocupo como asearme a fondo y adecentarme para el viaje, que hasta ahora me he lavado como los gatos. Pienso en ducharme en el camping de Senarta, y después coger el autobús de las 12:45 hasta Benasque. Por suerte y por grata sorpresa, el autobús está en la parada, salgo corriendo a preguntarle al conductor, y me dice que a las doce hará otro servicio desde esta parada. Entonces, lo tomaré desde aquí, y me lavaré como pueda en el río. Sobre el " autobús de las nubes " destacar su precio, que es casi el mismo que el que va desde Barcelona a Barbastro. El autobús de las nubes recorre apenas trece kilómetros, y el de Barcelona Barbastro unos doscientos veinte kilómetros. En realidad, el " autobús de las nubes " lo coge tan poca gente, que estos pocos pagan por el precio de todos. Y encima te juegas la vida, en especial en días tan lluviosos como hoy.


Durante toda la noche ha llovido, y en toda la mañana la lluvia no ha parado de caer. Después de darle vueltas, opto por la opción de irme hoy mismo para casa. Por suerte sube el " autobús de las nubes " hace algún servicio, le pregunto al conductor, y bajaré en el de las doce del medio día. Será el primero de los ¡¡ cuatro autobuses que tendré que tomar hasta Barcelona !! Será un día horroroso, para no olvidarlo. Por fortuna he hecho amistad con otro montañero solitario, de mas o menos mi edad, que también abandona la montaña, y hacemos el viaje juntos. Antes de despedirme de las montanas benditas, que me han acogido estos seis días, me tomo una foto en la ventana sucia del refugio.




Mi compañero ocasional, tiene muchas dudas sobre si partir para su travesía o no. Mirando hacia el collado por el que tiene que ir, y que es de paso obligado, se ve horroroso, tapado por la niebla oscura, tiene algo de boca de lobo, y sigue lloviendo. Por suerte no truena ni caen rayos, aunque él me dice que por la noche si ha escuchado algún trueno. Por mi parte, pensando en mis experiencias personales, le digo que si fuese yo, si que me metería en la travesía, hay dos refugios intermedios, muy cercanos el uno del otro. Uno de pago, y el otro no es mas que una cabaña que acostumbra a estar ocupada por un pastor de cabras. El siguiente refugio ya es el de Conangles, prácticamente a pie de carretera. Mi compañero - ya lo llamo así - se llega a preparar, ya ha hecho su mochila, y se está preparando la vestimenta de lluvia. Sale un momento a preguntar al conductor del autobús, mas tarde le sigo, y lo encuentro hablando con tres montañeros. Son los que vi ayer intentando el Aneto. Sus mochilas son bastantes grandes, uno lleva la tienda de montaña que vi plegada, no tengo ninguna duda de que es una seis plazas, o quizás una cuatro plazas de expedición, que abultan y pesan más. La tienda plegada es un paquete enorme, quizás demasiado exagerado para llevar una sola persona.

Y tengo la misma impresión que tuve ayer, alguno de ellos me pareció policia, alguno tiene un hablar duro y seco, aunque cortés, pero a veces estas personas son todo lo contrario a policías, que conozco a más de uno y mas de dos, que escalan, van a la montaña y han estado en la cárcel. A mi mismo me han confundido con un policía o un militar, y es bastante normal que la gente me trate de usted. Me da por preguntarles - tratándolos de usted - de que parte son, y para mí sorpresa, también son de una población muy cercana a Barcelona. Quieren bajar en el autobús de las diez, pero en el día tan lluvioso de hoy, el autobús no sube. Y ellos esperan dos horas mas, sentados en la precaria protección que da la marquesina de la parada del autobús, pasando frío, y charlando con varios grupos de gente que van llegando de la montaña. La mayoría hablan en catalán. Yo me voy para el refugio, me lavo bien, me acicalo con productos de higiene que acostumbro a llevar, me pongo la ropa para el viaje, aún limpia y con buen olor, y preparo la mochila, en realidad dos mochilas, ya que en la mochila pequeña, la de ataque, llevo las botas húmedas y un poco apestosas, junto a una botella de agua y algunas cosas más.

Mi compañero ha regresado al refugio, y para otra de mis sorpresas, me dice que también se baja para Barcelona. Los tres montañeros mencionados, también le habían desaconsejado que en un día tan malo como hoy, y con su rodilla delicada, se metiera en una aventura que podría acabar mal. En alguna ocasión me da la impresión que quiere pedirme que me marche con él hacia Conangles, pero no se atreve a proponérmelo. Yo llevo bastante mas peso que él, y no estaríamos en las mismas condiciones, no puede ser.

Creo que hace bien en abandonar su travesía, que en realidad se puede hacer en un solo día. Como siempre se dice en estas ocasiones, la montaña siempre está ahí, y se puede volver en otra ocasión. Mi compañero me propone bajar andando hasta el Plan de Senarta, que se puede bajar perfectamente en una hora y media, pero le hago la observación de que ya me he aseado y cambiado de ropa, y no quiero mojarme, y hacer el viaje - que se intuye durillo - mojado. En cambio él no tiene ningún inconveniente en bajar lloviendo, y quedamos para vernos en la parada del autobús de Benasque, para después ir a comer a algún bar.






Bajamos en el autobús varios pequeños grupos de gente, no me lo esperaba. El trayecto me da un poco de temor, todo depende de la pericia del conductor y de la buena suerte. Uno de los pasajeros, que es uno de los que ayer subieron hasta el collado de Coronas, hace una broma:  " Poneos el cinturón de seguridad ". Si nos caemos por un barranco el cinturón  no nos valdrá de mucho.



Y por suerte para todos, el autobús si llega para bajar a las doce en punto. Nos hemos reunido un pequeño grupo de gente, y estamos todos apretados, bajo el cobijo de la pequeña marquesina de la parada. Y cuando empieza el trayecto de descenso, no estoy muy tranquilo, baja agua por todas partes, la roca está toda mojada, y un pequeño despiste del conductor, o algún percance, puede acabar muy mal. En cambio el conductor se ve muy tranquilo y seguro, se maneja muy bien por este terreno, el cual seguro que habrá recorrido numerosas veces. La primera parte y la última de la pista, el peligro es mínimo, pero en su zona media hay varios puntos críticos, y pienso, al igual que la mayoría de gente. que este autobús tendría que estar prohibido. Mas tarde el conductor nos informa de que hoy es el penúltimo día del servicio, que solo funciona de mediados de Junio a mediados de Septiembre.

Cuando pasamos por los puntos peligrosos, se escuchan rumores de lo pasajeros, están entre el miedo y la risa. Nos asustamos un poco, cuando de repente se escucha un fuerte ruido debajo del autobús. Hasta parece que derrapa un poco. Y esto sucede en un punto delicado. El conductor consigue frenar, y se baja del autobús, como sea un pinchazo lo tenemos crudo aquí arriba y lloviendo. Pero por suerte solo era una roca que se había trabado debajo del chasis. Seguimos bajando, ya por terreno mas fácil, y vemos a mi " compañero de la rodilla de cristal ". Hace señales al conductor y este tiene a bien detenerse. Comentan alguna cosa, y mi compañero se sube al autobús, lleva una capelina para la lluvia, y está todo mojado.

Llegados a Senarta se apean todos menos nosotros dos. El resto de pasajeros tienen sus automóviles allí mismo. A mi compañero y a mí, nos toca un viaje amargo, pero aún no lo sabemos.


Desde el interior del autobús hago esta fotografía hacia uno de los puntos mas comprometidos de la pista forestal. Baja agua por todas partes, el terreno es inestable y la pista es demasiado estrecha. Pero por suerte el conductor es muy hábil, y solo tenemos un susto cuando una roca se engancha bajo el autobús. Se tiene que bajar y quitarla.

Llegados a Benasque no llueve, y resulta que hay una carrera de montaña. Vienen participantes de varios países, y hasta se ve alguna televisión. Pero a mí las carreras no me gustan en absoluto. Como anécdota, el tercero en entrar en meta es un exciclista profesional de carretera. El compañero con el que he estado en el refugio, se declara admirador de él, y yo mismo, creo que le vi en una ocasión comprando en la sección de bicicletas de una tienda de Girona. Pero tampoco estoy muy seguro.

Cuando llegamos a Benasque no llueve, y nos dirigimos hacia algún bar para comer algo, solo es la una del medio día, y el autobús no sale hasta las tres, así que podemos comer sin prisas. En el corto paseo hasta un bar, vemos que en la calle principal hay la meta de una carrera de montaña, y él quiere curiosear un poco. Después de salir de comer - y beber - nos paramos otra vez en la meta de la carrera. Vemos que van llegando corredores de ambos sexos, todos empapados de agua y sudor. A mí las carreras no me gustan en absoluto, las carreras están en las antípodas de como yo entiendo que se ha de ir a la montaña, pero entiendo que otros piensen y hagan las cosas a su manera. Si quieren correr por la montaña que corran, Las montañas son un magnífico terreno de juego y mientras la respeten, por mi pueden correr todo lo que quieran, que yo no tengo prisa y voy a mi ritmo. Eso no quiere decir que no me asombren los tiempos de récord de algunos corredores, para mí es casi ciencia ficción, precisamente el conductor del autobús nos había comentado, que recientemente, no se quién, había efectuado la travesía integral de los Pirineos, en tan solo once días. No es el récord, que creo que está en ocho días, pero para mí sigue siendo ciencia ficción.


Esta fotografía está tomada desde el autobús que nos condujo de Lleida a Barcelona. O sea el cuarto autobús del día. Y no llegaremos a Barcelona hasta las diez y cuarto de la noche, o sea un total de diez horas y cuarto para recorrer algo más de trescientos kilómetros. A nivel de país subdesarrollado.


Y por fín subimos al autobús hacia Barbastro, son las tres de la tarde, y para nuestra desgracia, llegaremos a Barcelona a las diez y cuarto de la noche. ¡¡ Siete horas y cuarto para recorrer unos trescientos kilómetros !! El problema ha sido que no habían plazas para el autocar de Barcelona, y hemos tenido que coger un autobús hasta Lleida, y allí rezar para intentar encontrar un medio de transporte, autobús o tren, que nos lleve a Barcelona hoy mismo.

Hasta ahora mi compañero y yo, quizás por la afinidad que da la edad, hemos tenido mucha conversación amena, pero la fatiga, el estrés de los días pasados, la comida y algo de alcohol que hemos tomado, nos está durmiendo y aletargando. Para mas problemas para mí, me doy cuenta de que el agua que he consumido estos días, y quizás los dos cortados que me he tomado, me están fastidiando los intestinos. ¡¡ Y en el autobús no hay lavabo !! Así que hago como mi compañero, meterme en un hostal u hotel que hay frente a la parada, meterme para adentro sin preguntar, y entrar en el lavabo. Llevo pastillas para estos casos, pero los efectos tardan unas horas en llegar...., lo tengo mas bien crudo. Cuando después de unas dos horas llegamos a Barbastro, compro una botella de cocacola, porque esta bebida tan endemoniada, tiene efectos paralizantes de los movimientos intestinales. Cuando llegamos a Lleida, he de ir corriendo otra vez al lavabo, y ya no tendré mas problemas intestinales hasta días después, ya en mi casa. Al parecer tengo algún virus o bacteria resistente y no quieren dejarse eliminar.


Cuando partimos en el último autobús, ya tenemos la certeza de que la última parte del viaje se nos va ha hacer horrible, pesada, ya de noche. Por desconocimiento hemos cogido un autobús que va parando por los pueblos, y tarda horrores. Si hubiésemos cogido el siguiente, era directo hasta Barcelona. Llegamos al pueblo de Tárrega donde ya es insoportable. Resulta que son las fiestas del pueblo,  son muy conocidas y viene gente de otras poblaciones. Y como si estuviésemos en un país bananero, la estación y los andenes de la misma, están repletos de espectadores de los espectáculos que hacen en la misma estación, entorpeciendo la marcha de los autobuses, el ambiente es alternativo, de fiesta Rave total, 

 Si horas antes tenía problemas con mis intestinos, ahora los tengo con mi vejiga, que está a punto de reventar. Por casualidad veo que un pasajero se dirige hacia la escalera de bajada del autobús y abre una puerta ¡¡ Si este autobús tiene lavabo !! Rápidamente, en cuanto sale el pasajero entro yo para aliviar mi vejiga, pero el lavabo es tan pequeño, que he de orinar sentado, como las mujeres.

Y sin nada mas que destacar llegamos a Barcelona, mi compañero y yo estamos agotados, fatigados. Yo se lo noto en su cara y él en la mía. Ahora tenemos que solventar un pequeño problema, hemos de pasar las cuentas - catalanes que somos, pero ya lo habíamos hablado en el bar de Benasque- . Necesitamos cambio, en el primer establecimiento, que es un bazar donde hay una china y un inmigrante con aspecto de paquistaní, no nos lo quieren dar. Salimos a la calle, y vamos a comprar a una tienda de donde dice " abierto las 24 horas ", que también parece regentada por paquistanís. Compro una botella de vino, un poco cara, pero es para cenar y celebrar estos días magníficos vividos en la montaña. Hoy dormiré en Barcelona. Nos dirigimos hacia la estación de metro, y ahí tenemos que tomar líneas de metro distintas. Nos saludamos como podemos y nos deseamos el encontrarnos algún día por la montaña. Es lo que se dice en estos casos, y muchas veces se dice de corazón.

Ya en el metro hago una llamada telefónica advirtiendo que voy a llegar. Ya deseo darme una ducha caliente, cenar - desde las dos del medio día que no he comido nada - y dormir hasta tarde. Y por fin, a las once de la noche, llego a una buena casa de samaritanos.


Paso una noche en Barcelona, y al día siguiente sigo rumbo a un pueblo famoso por su prostitutas, y por la gente infame que lo habita. El día es hermoso, durante todo el trayecto contemplo la playa, y la gente tomando el sol, en bañador, y hasta desnudos en las varias playas nudistas. Anoche me regalaron una camiseta que luzco orgulloso, y lo encuentro todo bello, bonito, armonioso. Y esta sensación me durará hasta que me apee del tren y vea las caras de perro de las gentes del pueblo donde habito desde hace quince años. Pero no les tengo rencor a estas gentes miserables. Dios los ha puesto en mi camino para algo, y gracias a estas gentes infames, traicioneras y cobardes, he ido creciendo como persona.

Nadie conoce la Voluntad de los dioses, y nuestra única responsabilidad, es hacer lo que creamos justo, los que nos sale del corazón, evitando los malos pensamientos, y sentimientos dañinos.

Ahora me toca olvidar estos seis bellos días en la montaña, y enfrascarme en las tareas y problemas cotidianos.



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Todos, absolutamente todos los humanos, y también los animales, cuando dormimos hacemos viajes astrales. Eso forma parte de nuestra naturaleza, de nuestra evolución a través de las eternidades que vamos traspasando en este Universo Infinito y Eterno, Divino. Pocas personas se acuerdan de estos viajes astrales, al despertar al estado de vigilia, cualquier recuerdo de lo que hemos experimentado, desaparece al instante, tenemos algún recuerdo vago de haber soñado algo, y no le damos mas importancia....., en realidad......, en esos viajes astrales tenemos vivencias, experiencias inimaginables. Y los tenemos todos los seres del planeta Tierra, todas las noches, incluso cuando dormimos las siesta de una manera profunda.



Y esto no lo escribo por creencias, por haber leído al respecto, esto que narro son experiencias vividas personalmente, y de las cuales guardo muchísimos recuerdos, y como es habitual en mí, siempre espero a que en el mundo " real " , el mundo  material, los hechos confirmen lo experimentado. Como acostumbro a decir, no soy yo el que dice tener experiencias extracorpóreas, y otras experiencias raras, son los demás los que lo cuentan de mí. Son muchas las personas que aseguran que por las noches, en " sueños " hablan conmigo, y muchísimas cosas mas, de las cuales ellos y ellas no se acuerdan casi nada, pero yo sí recuerdo muchísimas cosas de esos sueños. ¡¡ 



Cuantas personas aseguran que alguna noche han soñado que yo me moría y me presentaba en sueños para despedirme de ellos. !! Y la verdad es que me he muerto muchas veces, y los del " otro lado " siempre me resucitan , o no me dejan morir del todo. Pero también es verdad, que algunas de esas veces en las que me he presentado en sueños para despedirme de alguien, ¡¡ era broma !! , porque en esos viajes astrales, prácticamente somos igual que en la Tierra, y el carácter, la personalidad no desaparece, Y personalmente, siendo bromista como soy , también en esa dimensión astral, a veces gasto ese tipo de bromas. Pero otras veces soy terriblemente malo, o me lo hacen hacer. Porque en esa dimensión astral, tenemos contacto con otros seres, que no son seres humanos. Algunos lo fueron alguna vez, otros no tengo muy claro que alguna vez lo fueron. Y ellos, en esa dimensión saben secretos, que nosotros ni nos imaginamos. Se desenvuelven en esa dimensión, como nosotros por nuestras calles y nuestras casas. Ese es su mundo, y nosotros, tímidos y balbuceantes viajeros, con los ojos nublados por el sueño.


El mundo inmaterial, como tal no existe, en el universo todo es materia, y nuestros cuerpos astrales, son materia sutil, increíblemente sutil. Un viaje astral, es casi el traspaso a la muerte, dejamos nuestro cuerpo físico, durmiendo, respirando, resoplando, roncando, funcionando como una máquina que funciona sola. El alma de nuestros cuerpos, ligada a un cuerpo mas sutil, el astral, abandona el cuerpo, porque tiene esta función. La muerte viene si el cuerpo astral no vuelve al cuerpo físico, entonces nuestro cuerpo material deja de respirar, el corazón deja de latir, y muere. Entonces nuestra alma, ligada al cuerpo astral, hace el viaje, el traspaso hacia mundos sutiles, y esos mundos sutiles tienen una belleza indescriptible, pero también tiene regiones a las cuales, las almas traspasadas, les está prohibido entrar. En esas regiones viven seres monstruosos, demoníacos, a los cuales, incluso los " muertos " temen.



Hay regiones, tanto en el mundo astral como donde viven los muertos, que son exclusivas para personajes importantes de la Historia, en especial los reyes, emperadores y personas que gobiernan - los vivos - y los que gobernaron naciones, y guiaron pueblos. Por mi curiosidad innata, me paseé por esos lugares exclusivos y fui rechazado por esos personajes históricos, pero alguien con autoridad en esos mundos, les dijo que yo tenia derecho a estar en esas zonas restringidas. Los seres que mandan en esas dimensiones dan importancia a esos seres que fueron reyes o emperadores, en todas sus variantes históricas y culturales. A pesar de estar autorizado a permanecer o transitar por esas zonas exclusivas, no tengo ningún interés en permanecer en ellas, y siento una gran curiosidad por explorar por mi mismo otras regiones.



Sobre el concepto tiempo, decir que en esas dimensiones ese concepto es totalmente distinto a como funciona en el mundo material terrestre. Es imposible explicarlo, porque está mas allá del entendimiento, de la idea, del concepto; la mente es incapaz de asimilarlo, porque no es algo mental, no es una división conceptual y convencional del tiempo. Allí el tiempo se " vive " en varios campos a la vez. Lo que en la Tierra ha transcurrido durante toda una vida, allí se puede resumir en un instante, se capta toda la vida de una persona en un " segundo ".



Llamar " muertos " a los que han dejado el mundo material, es un error, y a ellos no les gusta que les llamen "muertos ". Para ellos nosotros aún somos animales, nuestro cuerpo es un cuerpo animal, que depende de funciones biológicas, de las cuales ellos ya están liberados.  Ellos dicen que los muertos somos nosotros, los que vivimos en el planeta Tierra, ligados a un cuerpo grosero, basto, que necesita matar para alimentarse y sobrevivir en el planeta. En su mundo todo es increíblemente mas sublime. En ese mundo también hay leyes, normas, y se parece mucho a como todo sucede en la Tierra, hay jerarquías, y los que desobedecen son castigados. Al igual que sucede en la Tierra, hay seres en situación de juzgar y condenar a otros seres que no cumplen las normas, pero la diferencia está que en esa dimensión, los que juzgan tienen, no solo autoridad, sino unas condiciones de poder espiritual, que está por encima de los demás.

Y por supuesto también hay disputas entre ellos,  la diferencia de criterios también crea desavenencias, y los traspasados se agrupan según su afinidad personal, prácticamente como ocurre en la Tierra. En esa dimensión también existe algo parecido a nuestros trabajos laborales. Todos tienen tareas que desempeñar., pero esas tareas no se pueden comparar al " trabajo " que los humanos hacemos en la Tierra, sino mas bien, allí todos colaboran de buen grado cuando ejercen esas ocupaciones. 

Al contrario de lo que he creído durante años, en esa dimensión también se fabrican y confeccionas objetos. Ellos dominan ese mundo sutil, al igual que nosotros, dominamos el mundo material. Descubrimos sus secretos y fabricamos cosas que nos son útiles, y que nos ayudan en nuestra vida cotidiana. Algo así también existe en el mundo donde viven los " muertos ". Al respecto, intentar hacer memoria de los que lean esto. ¿ Quien alguna vez no ha sido despertado por pitidos, bocinas, campanillas y cosas parecidas. Esto lo hacen los seres de esos mundos, y al parecer son castigados cuando lo hacen. Les tienen prohibido mantener contacto alguno con los humanos. Son sus leyes, para nosotros leyes crueles e injustas.

Durante nuestros viajes astrales, nos está prohibido, y porque de hecho no sabemos, entrar en esos mundos donde viven los muertos. En mi caso ha sido una excepción, los del otro lado, me han resucitado tantas veces, que al final, aprendí el camino hacia donde viven los muertos, los traspasados, los incorpóreos. Y si me muero, es porque mi corazón tiene un fallo, y por las noches le da por dejar de funcionar. Ahora, cuando escribo este relato, ya hace varios meses que no me pasa, mi corazón me lo arreglaron un poco, ellos, los del otro lado, ¿ Los dioses ? ¿ Los demonios ? ¿ Los muertos con capacidad para resucitarme..... ? Tengo muchas dudas, y es porque ellos se cuidan de que esa parte y de muchas otras no me acuerde, cuando me despierto.



A mi me ha sido permitido entrar en el mundo de los muertos, y voy y vengo, prácticamente cuando quiero, y allí alguna vez he tenido peleas o disputas con seres que no querían que me pasease por su mundo. Ellos pueden ver perfectamente que aún tengo " cuerpo ". Al parecer el cuerpo astral aún es visible para esos seres, ellos de mí, dicen algo así: " ¿ Que hace este por aquí, quien le ha dejado entrar ? ". Aunque en realidad en esa dimensión no se habla, se emiten pensamientos, y emociones, que los demás seres captan al instante. En la Tierra también los animales lo hacen, creer que los animales se comunican entre ellos moviendo el rabo y las orejas, es un grandísimo error de los humanos. Y los muertos, pueden saber nuestros pensamientos, nuestros recuerdos, al instante, Lo saben prácticamente todo de nosotros, y también saben algo de nuestro futuro, y no les está permitido que nos lo expliquen. A mí, si alguna vez me cuentan algo de mi futuro, enseguida aparecen como unos " guardias " que les recriminan, y se encargan de que al despertar no me acuerde de lo que me han anunciado que pasaría.



Y por supuesto, en esa dimensión, a pesar de que nuestro cuerpo astral, tiene forma humanoide, para desplazarse en él, no es necesario andar, ahí nos movemos simplemente con el pensamiento, con la intención mental basta para desplazarse. Los humanos que hacen viajes astrales, normalmente no pasan de una dimensión, en la cual tienen la sensación de estar flotando en un espacio nocturno y cósmico. Pero se puede ir mas allá, yo lo he hecho, y mientras estoy en esa dimensión astral, he enseñado a muchos humanos, ha traspasar ese espacio aéreo, y los llevo a dimensiones sublimes y fantásticas. Incluso a algunos los llevo a la dimensión donde viven los muertos, muchos tienen miedo, pero los calmo, y les digo que no tengan miedo, porque esos seres que antes eran humanos, son tan normales como antes, y mucho mas compresivos con los humanos. Y si los llevo es porque los " guardianes " de ese mundo, les dejan entrar, solo pueden entrar si les acompaño, por si mismos no pueden entrar. Ignoro cuanta mas gente habrá en la Tierra, a la cual les esté permitido entrar en ese mundo de los muertos. Quiero pensar que no soy la única excepción, que almas con mas méritos y con mas sensibilidad que la mía, han de haber muchas.



Y me gusta llevar a otras almas a ver sus familiares que están en esa dimensión, son encuentros muy cariñosos, los traspasados les muestran mucho amor, y les explican cosas del pasado, cosas que en vida quedaron pendientes de resolver, y que quieren que sus familiares humanos conozcan. Pero lamentablemente, son muy pocos los que al despertar al estado de vigilia, se acuerdan de esas cosas que les han contado. En esa dimensión el parentesco entre ellos no existe, allí ya no se tiene padre, madre, hermano, hijo, hija, etcétera, ya que ese parentesco es solo animal, genético, endémico del mundo material de la Tierra, pero los traspasados son condescendientes con esas almas que en vida fueron familiares suyos, y les muestran todo su amor y compasión. Personalmente, con alguno de  mis familiares tengo la sensación de estar prácticamente con santos, dado la pureza de lo que me transmiten, ellos me muestran una gran compasión, hacia mí, y hacia todos los humanos, los cuales, algún día tendrán que vivir allí. Es normal, que a mis muchas preguntas, me respondan: " Cuando estés aquí definitivamente, lo entenderás todo ". Algún familiar me ha hecho revelaciones sobre mis ancestros familiares, revelación que a nivel humano, social, tendria cierta revelancia, pero al igual que en vida, esos familiares guardaron el secreto, así mismo lo voy a guardar yo. Y creo que precisamente por eso, me lo revelaron.



En esas dimensiones, no se está definitavamente, también llega un momento en el cual hay que dejar una dimensión para pasar a otra. Ignoro si el concepto hinduista y budista de la reencarnación tiene una base real, ignoro si esas almas pueden reencarnarse nuevamente en un cuerpo humano, y así seguir con su instrucción, aprendizaje y conocimiento de si mismos, de nuevo en la Tierra. Mas bien, creo eso que sería una mala jugada, ya que si no se renace en el mismo entorno familiar y social, en el que se estaba antes de morir, no tiene ningún sentido volver a la Tierra. Pero por desgracia, según el budismo y el hinduismo, lo normal es reencarnase en un lugar y en una situación totalmente distinta, antagónica a la que se tenía en la vida anterior. Solo pensar, que los budistas del Tibet, buscan las almas reencarnadas de los monjes de esa religión, en lugares tan apartados, como es España, me deja perplejo. Y que para saber si esa persona, es realmente el monje reencarnado, les hagan unas pruebas, en extremo sencillas y faltas de todo rigor, es algo que que me hace dudar de la  veracidad de la reencarnación. Pero tampoco se explicarme, el porqué los niños y niñas pequeños, tienen un carácter tan marcado, tan definido, como si ya hubiesen formado, o ejercido su personalidad en otros lugares.



Entre todos estos humanos, y que durante el viaje astral, me gusta llevarlos a ver a sus difuntos, hay una persona muy especial para mí, Es una mujer que está enamorada de mí, hace mas de treinta años, y por mí ha hecho cosas impensables, que solo una mujer enamorada hasta la médula, es capaz de hacer. A ella, es el único ser al que acompaño a ciertos lugares privilegiados de ese mundo maravilloso,  que son donde voy a meditar en esa dimensión, porque ahí también se puede seguir con nuestra búsqueda espiritual, y la autoindagación, es tan necesaria en el planeta Tierra, como en esa dimensión.  Con esta mujer enamorada de mí, me encanta estar solo con ella, donde los paisajes son indescriptibles, armoniosos, bellísimos, donde se respira una paz cercana a la Paz Eterna, y le enseño los misterios que he ido descubriendo por mi cuenta. Estar ahí es un privilegio, los del " otro lado " me lo permiten, Incluso, en alguna rara ocasión, me han permitido estar junto a los santos, iluminados, seres que alcanzaron la unidad con Dios. Allí me dejan estar con ellos, recibiendo su influencia espiritual. Algunas veces he sido instruido por ellos, ellos me responden a todas mis preguntas, a todos mis porqués, y me han dejado experimentar lo que ellos experimentan, que es Amor Absoluto, Unidad Cósmica, Amor Universal......, es indescriptible, está mas allá de las palabras, del entendimiento mental. Y cuando me hacen regresar a mi cuerpo, a mi situación personal en la Tierra, experimento una gran tristeza. No entiendo el porqué los humanos están tan locos, son tan miserables y ruines; porque destrozan sus vidas con mezquindades y miserias humanas. Si supieran que sentimiento tan grande es ese Amor Universal, esa Paz Absoluta, esa Unión Cósmico, se sentirían ridículos, como niños idiotas peleándose por una pelota de goma.



Es descoronazador seguir viviendo en la Tierra después de haber experimentado esto, y recordarlo bastante nítidamente al volver al estado de vigilia, al despertar mundano. La Voluntad Divina, nunca se nos ha explicado suficientemente. Lo mas cercano a esto que explico, sería la explicación que da el hinduismo. En el hinduismo, a estas dimensiones que explico, se les llama " Lokas ", y son lugares o " planetas " donde viven los dioses, santos y otros seres. Que yo sepa, el hinduísmo es la única religión que tiene una verdadera visión cosmológica del mundo, y que además resulta creíble y entendible para los humanos. 



La vida en la Tierra, en nuestro cuerpo material, merece la pena ser vivida, Es un regalo divino. Es asunto  y responsabilidad nuestra lo que hacemos con nuestras vidas. Podemos malbaratarlas o sublimarlas, vivir como animales peleándose por la comida, o como árboles sin pensamientos, dejándose vivir, crecer y morir, porque ese es su destino, siendo plenos en sí mismos y cumpliendo con su naturaleza.



 Como seres inteligentes y consecuentes que somos, deberíamos hacer de nuestras vidas, un canto a lo Divino, vivir respetando a los demás, a nosotros mismos y a toda la Tierra, porque somos partes individuales de esa Divinidad. La vida es juego, un juego que se juega en serio, cuyas normas las tenemos grabadas en nuestro ser, no hace falta que nadie nos las explique porque son innatas en nosotros. Para evolucionar y realizarnos como personas solo hay que dejar que los buenos sentimientos y pensamientos afloren. Que son buenos sentimientos y pensamientos, ya lo sabemos al nacer por intuición, y no debemos ponerles trabas para que afloren a nuestra mente o corazón. Si hemos nacido o estamos viviendo en unas condiciones de violencia social, competitivad agresiva, donde domina el egocentrismo mas exarcebado y la locura colectiva, tendremos que esforzarnos lo indecible. Para poder dejar aflorar los buenos sentimientos tendremos que luchar espiritualmente, muchísimo mas que los que viven una vida plácida en algún tranquilo monasterio o convento, Si por nuestras circunstancias personales vivimos en un entorno donde es casi imposible tener pensamientos positivos, consecuentemente nuestros sentimientos y emociones serán negativos, y una barrera para la evolución interior. Solo con la habilidad personal y algún tipo de ayuda espiritual " externa " y providencial podremos seguir adelante.  - Esa ayuda " externa " en mi caso, se da en esas dimensiones donde viven los seres incorpóreos, y solo la tengo cuando mi cuerpo duerme, y entro en el maravilloso mundo onírico. Tengo asignado mas de uno de esos seres, que dado lo lerdo o torpe que soy, no entiendo como es que aún no han pedido un relevo. Ellos cada noche se esfuerzan en explicarme asuntos que son de mi interés, algunas veces los capto la primera noche, pero hay explicaciones, que las voy entendiendo poco a poco. En todo caso, esos seres que me ayudan, tienen todo mi reconocimiento,  (Aunque a veces les falte el respeto ) -.



 Podemos optar por jugar como animales o como seres inteligentes. Como ángeles o como demonios, por dejarnos matar o por matar. Podemos optar por trabajar honradamente, robar o mendigar. Hagamos lo que hagamos, sea cual sea nuestra decisión, todos nuestros actos serán juzgados por seres mas evolucionados que nosotros, y que nos castigarán o premiarán según su criterio. Como se dice en esa dimensión: " Cuando estés aquí lo entenderás todo ".



Mientras llega ese momento de abandono de un mundo, y mudanza al otro, puedo decir y desear:


Que todos los seres sean felices.