Después de dos meses y medio sin ir por los Pirineos vuelvo por la zona de Benasque, buscando el ambiente de alta montaña de principios de septiembre, que suele tener días muy transparentes, con una luz que a mí me gusta mucho. El tiempo por las noches ya es fresco, y como sucedió en esta ocasión, caen las primeras nevadas tímidas, que ya anuncian que el crudo invierno, con el gran frío y las grandes nevadas, están destinadas a aparecer.
En realidad durante estos dos meses y medio, ajustándonos a la geografía, sí que he estado en los Pirineos, pero en su parte final, tocando el mar, ya que según la geografía estricta, la cadena montañosa de los Pirineos, decrece en altitud y anchura en sus dos extremos, hasta llegar al mar. Por supuesto que el ambiente es radicalmente distinto, ya que los pueblos hiperturísticos de Llança, El Port de la Selva, Cadaqués, con la punta final de los Pirineos, el Cap de Creus, no invitan precisamente a buscar la soledad, o a vivir experiencias que transmitan pureza, como si que transmite la alta montaña. Y lo que es peor, su gravísima falta de agua fuera de las zonas turísticas, no invitan a caminar mucho. Aunque si que es una zona muy telúrica, en algunos puntos inquietante. También su viento, a veces violento, su sequedad muy preocupante en el período estival, su sol que provoca temperaturas peligrosas para el senderista, sus numerosas pequeñas construcciones antiguas abandonadas ( ¿ de donde sacarían el agua los antiguos habitantes de esa zona ? ) y sobre todo, el mar Mediterráneo, siempre presente, a una distancia de una corta caminata, incluso tocando el camino, le da a esta parte final de los Pirineos un ambiente totalmente diferente a la zona central de los Pirineos, En realidad no da la impresión, ni tan siquiera de estar de verdad en la montaña......,,
.........., por eso necesitaba volver a encontrarme con la alta montaña, casi sin nieve y hasta un poco fea por estar en esta época de finales de verano, desvestida de su manto níveo, y dejar al desnudo sus enormes roquedales, que a veces parecen un montón inmenso de rocas caídas o a punto de caer. Pero en su zona media, sobre los 2.000 metros, está todo verde y fresco, la montaña invita a sumergirte en sus paisajes, a sentir la Naturaleza en todo su esplendor, a beber el agua de sus arroyos, a pisar descalzo la hierba de sus prados, y sentir las fuerzas telúricas que entran por nuestros pies. La montaña nos invita a subir por sus riscos y peñas, alcanzar sus cimas, sentir el viento vivificante, a dejar que su sol de medio día nos queme el rostro, nos invita a dormir en las zonas despejadas de sus bosques, nos invita a comprender que esas comidas parcas que los visitantes de las montañas ingerimos, son suficientes para tener la suficiente energía como para hacer una actividad física importante, ya que la montaña nos alimenta con un alimento no visible, sutil y que está siempre ahí, es infinito.
Y voy a buscar todo eso, con un plan no muy determinado, que al final no se realizará en absoluto, todo saldrá diferente a como lo había planteado. Al final no conseguí subir absolutamente a ninguna cima, pero me importará un pimiento, ya que subir algún pico ya no tiene mucho sentido para mí, y me llena tanto estar de pie arriba de alguna montaña, como estar deambulando por los lagos o bosques, o dormir a gusto en algún pequeño prado, acampado, en una cabaña o en un refugio libre, que todo me gusta. Y las parcas comidas, a veces mal cocinadas, que quizás en casa no nos las comeríamos, aquí tienen una impotáncia vital, y se degluten con respeto, dando gracias por la salud y energía que nos aportan, salud y energías sin las cuales no podríamos estar inmersos en estos santuarios de roca, bosques y nieve.
Espero a que el sol seque un poco la tienda de campaña. El rocío en esta zona es extremo, y por las mañanas lo moja todo. |
Las nubes se están oscureciendo, y el ambiente es muy húmedo, se avecina el mal tiempo. |
El pico Argarot, que es un tresmil, con su, seguramente, primera nevadita decorativa de la temporada. |
Otro tres mil blanqueado por la nieve, el pico o picos de Vallibierna. |
El cielo se despeja un poco, pero no parece que el tiempo vaya a mejorar. En la parada del autobús - a la derecha se ve la marquesina - no hay nadie, y el refugio de Pescadores está vacío. |
Llego al refugio de Pescadores, y no hay nadie, tanto el refugio como la montaña, aparentemente están vacíos, cosa de lo mas normal cuando hace mal tiempo. ¿ Que alma condenada querría estar aquí arriba sufriendo las inclemencias del tiempo...? ......., pero el tiempo parece que se está despejando, y el autobús puede entrar en servicio y traer algún grupo de gente que quiera aprovechar un lapso de buen tiempo para buscar setas o dar algún paseo por este bello rincón de los Pirineos.
Cómo no hay nadie, me decido a pasar aquí la noche y ver que tiempo hará para mañana, me sobra comida y puedo aguantar aquí perfectamente hasta que el tiempo cambie. Me instalo a mi gusto, elijo el para mí mejor sitio de las literas, pongo a airear y secar todo mi equipo, me lavo someramente en el río, me acicalo, y me preparo una comida decente y sólida. Mientras me tomo un té, sentado en el exterior del refugio, llega un montañero solitario. Nos saludamos y entra decididamente en el refugio, sin preguntar nada, cosa que quiere decir que ya conoce este refugio. Al poco tiempo sale del refugio y intentamos entendernos mezclando tres idiomas. Él es francés, de unos treinta años, y está haciendo la travesía parcial de los Pirineos, y la ha empezado hace doce días en Andorra. Hoy, según le entiendo, ha caminado desde el refugio de Conangles, hasta aquí, y eso es una buena etapa, larga y dura para hacerla con una mochila pesada como la suya.
Lleva un equipo de montaña de marcas buenas, pero bastante gastado. Una de sus botas la lleva parcheada con una especie de esparadrapo ancho. Cómo soy un poco curioso le pregunto si un objeto que le visto en el exterior de la mochila, era una caña de pescar. Me dice que sí, pero que no ha conseguido pescar ni un solo pez. Se me escapa una risa corta; no entiendo de pesca, pero diría que con este frío, no creo que abunden los peces. El agua de los torrentes, la del río que hay delante del refugio, no es que esté fría, está helada, Y según parece la pesca está totalmente prohibida, cosa que el chico francés debe desconocer.
En todo caso, es la primera vez que veo una caña de pescar como parte del equipo de montaña, mas bien parece algo de supervivencia. En un momento dado, el chico francés se pone a hacer algo de estiramientos, se le ve con práctica en esos menesteres. Cuando acaba se va a lavar al río, sale en calzoncillos, yo diría que mas bien por exhibicionismo, ya que luce un cuerpo diez. Se le nota muy cultivado físicamente. A pesar del frío reinante le veo lavarse con fruición en el río. ¡¡ Y yo que me he lavado como un gato !! Mas tarde lo veo que coge unas zapatillas viejas, rotas y roñosas que alguien ha abandonado en el refugio, y se las pone. Este es un tío duro, debe ir justo de todo, y aprovecha cualquier cosa que le sea útil. Apenas come nada, y mas tarde sabré el porqué, va justo de comida, y se espera a la noche para comer un poco más decentemente.
Mientras estoy sentado afuera del refugio, en un banco muy rústico, llega un autobús, En los días lluviosos, de mal tiempo, a veces ni suben, pero hoy, al parecer no es lo bastante peligroso para los conductores. Veo bajar a dos chicas, aparentan unos treinta años, van solas, y por el aspecto parecen extranjeras. Pienso que quizás vengan a dormir al refugio, pero pasan de largo y siguen por el camino, dirección a no se donde. No llevan mochilas muy grandes, y no creo que lleven tienda de campaña, así que es un misterio hacia donde irán, dado que ya son las cuatro de la tarde, el tiempo es inestable, y el refugio mas próximo está a varias horas, por muy mal camino y hay que salvar un collado, a casi 2.800 metros . ( Hasta el día siguiente no me enteraré de que ya funciona un nuevo refugio que estaban construyendo en el Cap de Llauset, a 2450 metros de altura. Estaba previsto que se abriera en otoño del 2016, pero al parecer las obras se han adelantado. Del refugio de Pescadores hasta el de Cap de Llauset, hay como mínimo tres horas. )
Decido dar un paseo y entro en el refugio a coger algún bártulo, y me encuentro con un montañero- deportista que no lo había visto entrar, ni se de donde ha salido. Es de esos que van con mallas, una riñonera con bidón de agua, zapatillas de montaña y poca cosa más. Con aire suficiente y arrogante me dice: " ¿ Que, el refugio está bien, noooo....? , le contesto con un escueto " si, si .... " no dice nada mas y se va dirección hacia la montaña, a pesar de que las nubes rodean las cumbres y collados de la montaña, y el cielo parece oscurecerse, y no invita a adentrarse en la montaña.
Salgo a pasear sin saber hacia donde ir, y sigo por el mismo camino que han ido las dos chicas y el montañero - deportista. A los pocos metros me cruzo con una pareja de montañeros trekkers, nos saludamos, yo en español y ellos en inglés.Son extranjeros, por el aspecto ya me lo parecían.
Al poco rato de andar me desvío, y pese a que está todo mojado y llevo zapatillas deportivas, voy siguiendo los hitos que conducen hacia la base del pico Vallibierna. Cruzo el río por un puente de madera, que parece tener un tronco roto. Y sigo los pequeños montones de piedra, durante al menos media hora o tres cuartos de hora, lo hago tranquilamente y observando los bellos rincones de este rincón menos transitado que los valles cercanos. Tengo los pies totalmente empapados por la hierba mojada, pero no solo no me importa, sino que me gusta, y por supuesto llevo buenos calcetines de recambio. Cuando el bosque se acaba y empieza la subida propiamente dicha al Vallibierna, me detengo unos minutos a contemplar el bello y cambiante paisaje, mirando hacia el valle, dirección Senarta. Al fondo se tendrían que ver los picos del Macizo del Posets, pero está todo rodeado de nubes oscuras, apenas recortadas por un cielo azul grisáceo. La noche se acerca prematuramente, y regreso bajando bastante más rápido de lo que he subido. Me despisto en un punto, y no encuentro el puente de madera, y no hay otro paso para cruzar el río. No tengo mas remedio que dar media vuelta, subir unos minutos hasta que encuentro los hitos de piedra, y ahora sí encuentro el puente.
Cuando llego al refugio veo que la pareja de trekkers - así los denomino, pero les podría llamar igualmente montañeros o cualquier otra cosa - se quedan a dormir en el refugio. El compañero de la chica, mas el otro francés solitario que había llegado al medio día, se van a buscar leña. La chica, que es mas alta que yo, se presenta de una manera para mí curiosa. Me dice " Hello, my name is Caterina. " y me pregunta si hablo, inglés o francés. Le contesto que mas bien no, Intento recordar mi ingés sioux, y consigo entablar una conversación básica. Ella y su pareja son alemanes y estaban haciendo una parte de la travesía de los Pirineos, pero por falta de motivación de ella, deciden abandonarla mañana mismo en Benasque, y solo llevan ocho días andando, Empezaron en la Guingueta d'Anéu, y ya se han cansado, pìenso yo que por el mal tiempo.
La chica da muy buena impresión, es rubia, lleva un gorro que no se lo quita, y cuando sonríe graciosamente, se le ven sus dientes perfectos, blancos e impresionantes; es alta y estirada, se le nota cultivada y viajada., mundana. Observo que lleva un utensilio de cocina excesivamente grande y pesado para dos personas, y que ha de ocupar mucho espacio en la mochila. Es un menaje especial para cocinar pasta, y lleva hasta escurridera, y todo ello de acero inoxidable, que es mas pesado que el aluminio. No se me ocurre otra cosa que pensar que estos dos, como son altos comen grandes cantidades de pasta.
Mas tarde llegan el otro alemán y el francés, cargados con algo de leña. Personalmente no me gusta hacer fuego por el olor a humo que se engancha en toda la ropa y equipo, pero a ellos les encantará, charlar al calor de una buena lumbre. Encienden fácilmente fuego, a pesar de que la leña está mojada, y no sé si por casualidad y por imitación, nos ponemos a preparar la cena todos al mismo tiempo, cada uno con sus fogones y sus cacharros. Observo que el francés va justo de comida, y no tiene nada de pan, en cambio a mi me sobra pan. No sé si ofrecerle algo de comida y pan, veo que entre ellos no se la ofrecen, cosa que normalmente si se hace por cortesía y camadería. Y decido que si no me pide algo de comida y pan, no se la ofreceré.
Cuando acaban de cenar se sientan los tres juntos en un banco muy estrecho, bien apretados, pese a que se conocen hace pocas horas, eso sí, la chica roza su culo con su pareja, que es un alemán que puede medir metro y noventa centímetros de altura, fuertote y con barba y bigote, que le da aspecto un poco de bárbaro del norte. Lleva un forro polar negro, que le hace parecer serio y hasta siniestro. Pero al igual que su pareja, se ve buena persona y culto.
Entre la pareja alemana y el francés, hablan en un inglés totalmente fluido, se entienden a la perfección. La pareja alemana habla inglés con fortísimo acento alemán, que al principio me hacía dudar de la lengua en que estaban hablando. El chico francés también tiene un acento para mí raro, pero es al que mas entiendo. Y como no, tratándose de montañeros, no faltan los comentarios sobre Alpes, Himalaya, Nepal, etcétera, Esta gente ha viajado a los lugares obligados para todos aquellos que quieren tener un currículum montañero al uso y convencional. La conversación entre ellos es tranquila y en un tono de voz mas bien bajo.
Por mi parte, ceno excesivamente tranquilo y lento, sin participar en su conversación, principalmente porque me cuesta trabajo entender su inglés fluido, solo capto frases cortas. Me siento un poco garrulo, por mi falta de conocimiento de lenguas, pero en España, la mayoría de gente de mi edad, también va corta de idiomas. En todo caso, soy un garrulo en medio de millones de garrulos. En España paso inadvertido.
Cuando son las nueve de la noche, que es muy negra, salgo a regar las plantas y ver el cielo, está todo negro. Pese a eso, para mañana he decidido intentar subir algún pico, aunque haga un tiempo inestable, solo en caso de lluvia fuerte y tormentas me quedaría un día más en el refugio, o quizás me marcharía para casa, según mi estado de ánimo.
Entro en el refugio para irme a dormir y observo que los tres compañeros efímeros están callados y como pensativos. Les digo con mi pésimo acento " What a silence " y creo que entienden algo así como que guarden silencio y que tiene algo de imperativo, y no es esa mi intención. Se lo vuelvo a repetir dudando de si lo digo bien, y el francés me contesta en muy mal español: " buenas noches "....., jajajaaaa, se me escapa un risa floja. Me pregunto que es lo que digo mal, estoy espeso, cansado y ya no me acuerdo del inglés. Mis conocimientos de la lengua inglesa, se han quedado oxidados en algún recóndito lugar de mi gastado cerebro. Si tengo problemas con el español y el catalán, que acostumbro a mezclarlos, que no será de una lengua que solo la leo por internet, y de la cual he perdido la memoria auditiva. Es decir, puedo leer bastante inglés, pero tengo muchas dificultades en entenderlo cuando alguien lo habla. Y me río de mi mismo y me acuerdo de aquello de internet: " Page no found, error 404 " que es lo que se me puede aplicar a mí mismo.
Estoy estirado en la litera, he puesto la alarma del teléfono móvil para las seis de la mañana, me he tomado una pastilla para dormir, estoy tranquilo, relajado, esperando que me entre el sueño. El chico francés también se ha acostado, y la pareja alemana empieza a prepararse para dormir en la litera de abajo. Está todo muy tranquilo, sosegado, ambiente del bueno. Solo somos cuatro personas tranquilas que comparten una noche en un pequeño y parco refugio de montaña, los cuatro estamos pasando unos días en la montaña, embebidos de sus energías, de su fuerza contagiosa que nos dará poder para cuando lleguemos a nuestros lugares habituales de residencia. Mañana los cuatro aún viviremos experiencias duras, y al mismo tiempo agradables. Se puede decir que el tiempo pasado en la montaña, equivale a los prácticas yóguicas llamadas " Tapas ". Son prácticas de autodisciplina, penitencia y ascetismo que dan gran energía espiritual o mental al que las practica voluntariamente.
Y cuando todo parecía tender hacia la noche plácida..., el ruido del motor y los faros de un automóvil iluminan parte del refugio. El refugio tiene unas cristaleras grandes y la luz del automóvil viola la tranquilidad que nos habíamos inducido. Y enseguida oímos voces, y ruido. Se abre la puerta y entran con decisión dos personas hablando en voz alta y sin tener ninguna consideración hacia nosotros cuatro. Al parecer conocen el refugio de sobras, y se sienten como en su casa. Uno de los dos hombres va con la cabeza afeitada y es muy nervioso. Parece llevar la voz cantante. Los dos recién llegados tienen algo de cómico, han irrumpido en el interior del refugio como dos muñecos de televisión, como dos teleñecos. Se dirigen a la pareja de alemanes, pero estos no los entienden, el de la cabeza rapada es muy seco hablando y mas bien se ve un poco garrulillo, dice cosas como: " Yo es que solo hablo español ", y lo dice como a quien no le importa nada el hecho de no hablar otro idioma que no sea el suyo. Al final, me aguanto la risa, me incorporo y le digo que ellos son alemanes, y el que está a mi lado es francés. En realidad la chica alemana sabe algo de español, pero no capta ni una palabra de este hombre que habla tan rápido y seco.
Los dos recién llegados salen para buscar los trastos de su automóvil, en ese momento nos ponemos los cuatro a reír, nos sale espontáneamente...., jajajaaaaaa....., que irrupción tan inesperada hemos tenido. Los alemanes se ríen sin parar, flojo pero se ríen del personaje español. Y me río hasta yo, tumbado en el saco, a oscuras y cínicamente.
Y me sigo riendo cuando veo todo lo que entran en el refugio los recién llegados, traen una enorme caja, mochilas y trastos varios. Llevan hasta un luz de cámping gas, y rompen la oscuridad casi mística que hasta ahora había en el refugio, solo la luz de la lumbre, y una vela que yo había dejado encendida. Y para que no falten mas risas, los dos recién llegados sacan un fogón, una sartén y se ponen a freír huevos y cosas parecidas...., jajajaaaaaa, ¡¡ a estas horas y después de haber cenado ya nosotros, al menos a mí me suena como a insulto o blasfemia !! Y siendo españoles no se cortan a la hora de hablar, pasando totalmente de nosotros hablan en voz alta, aunque les oigo preguntar si nos molestan, pero claro, los alemanes y el francés no los entienden. Pero cenan mas rápido de lo que cabría imaginar, y se preparan para ir dormir, con el estómago recién hinchado con huevos y frituras. Al español mas alto le pregunto si sabe que día hará mañana, y me responde que para mañana hasta el medio día, las previsiones son de buen tiempo, pero que a partir de la tarde la cosa se complicará. Para mí son buenas noticias, y me dan expectativas para al fin poder subir algún pico, aunque sea solo uno. Y tengo pensado subir, como primera opción al pico Maldito, de 3.354 metros. Mañana ya será mi quinto día en la montaña, y solo he visto las cimas de lejos.
Mas tarde llegan el otro alemán y el francés, cargados con algo de leña. Personalmente no me gusta hacer fuego por el olor a humo que se engancha en toda la ropa y equipo, pero a ellos les encantará, charlar al calor de una buena lumbre. Encienden fácilmente fuego, a pesar de que la leña está mojada, y no sé si por casualidad y por imitación, nos ponemos a preparar la cena todos al mismo tiempo, cada uno con sus fogones y sus cacharros. Observo que el francés va justo de comida, y no tiene nada de pan, en cambio a mi me sobra pan. No sé si ofrecerle algo de comida y pan, veo que entre ellos no se la ofrecen, cosa que normalmente si se hace por cortesía y camadería. Y decido que si no me pide algo de comida y pan, no se la ofreceré.
Cuando acaban de cenar se sientan los tres juntos en un banco muy estrecho, bien apretados, pese a que se conocen hace pocas horas, eso sí, la chica roza su culo con su pareja, que es un alemán que puede medir metro y noventa centímetros de altura, fuertote y con barba y bigote, que le da aspecto un poco de bárbaro del norte. Lleva un forro polar negro, que le hace parecer serio y hasta siniestro. Pero al igual que su pareja, se ve buena persona y culto.
Entre la pareja alemana y el francés, hablan en un inglés totalmente fluido, se entienden a la perfección. La pareja alemana habla inglés con fortísimo acento alemán, que al principio me hacía dudar de la lengua en que estaban hablando. El chico francés también tiene un acento para mí raro, pero es al que mas entiendo. Y como no, tratándose de montañeros, no faltan los comentarios sobre Alpes, Himalaya, Nepal, etcétera, Esta gente ha viajado a los lugares obligados para todos aquellos que quieren tener un currículum montañero al uso y convencional. La conversación entre ellos es tranquila y en un tono de voz mas bien bajo.
Por mi parte, ceno excesivamente tranquilo y lento, sin participar en su conversación, principalmente porque me cuesta trabajo entender su inglés fluido, solo capto frases cortas. Me siento un poco garrulo, por mi falta de conocimiento de lenguas, pero en España, la mayoría de gente de mi edad, también va corta de idiomas. En todo caso, soy un garrulo en medio de millones de garrulos. En España paso inadvertido.
Cuando son las nueve de la noche, que es muy negra, salgo a regar las plantas y ver el cielo, está todo negro. Pese a eso, para mañana he decidido intentar subir algún pico, aunque haga un tiempo inestable, solo en caso de lluvia fuerte y tormentas me quedaría un día más en el refugio, o quizás me marcharía para casa, según mi estado de ánimo.
Entro en el refugio para irme a dormir y observo que los tres compañeros efímeros están callados y como pensativos. Les digo con mi pésimo acento " What a silence " y creo que entienden algo así como que guarden silencio y que tiene algo de imperativo, y no es esa mi intención. Se lo vuelvo a repetir dudando de si lo digo bien, y el francés me contesta en muy mal español: " buenas noches "....., jajajaaaa, se me escapa un risa floja. Me pregunto que es lo que digo mal, estoy espeso, cansado y ya no me acuerdo del inglés. Mis conocimientos de la lengua inglesa, se han quedado oxidados en algún recóndito lugar de mi gastado cerebro. Si tengo problemas con el español y el catalán, que acostumbro a mezclarlos, que no será de una lengua que solo la leo por internet, y de la cual he perdido la memoria auditiva. Es decir, puedo leer bastante inglés, pero tengo muchas dificultades en entenderlo cuando alguien lo habla. Y me río de mi mismo y me acuerdo de aquello de internet: " Page no found, error 404 " que es lo que se me puede aplicar a mí mismo.
Estoy estirado en la litera, he puesto la alarma del teléfono móvil para las seis de la mañana, me he tomado una pastilla para dormir, estoy tranquilo, relajado, esperando que me entre el sueño. El chico francés también se ha acostado, y la pareja alemana empieza a prepararse para dormir en la litera de abajo. Está todo muy tranquilo, sosegado, ambiente del bueno. Solo somos cuatro personas tranquilas que comparten una noche en un pequeño y parco refugio de montaña, los cuatro estamos pasando unos días en la montaña, embebidos de sus energías, de su fuerza contagiosa que nos dará poder para cuando lleguemos a nuestros lugares habituales de residencia. Mañana los cuatro aún viviremos experiencias duras, y al mismo tiempo agradables. Se puede decir que el tiempo pasado en la montaña, equivale a los prácticas yóguicas llamadas " Tapas ". Son prácticas de autodisciplina, penitencia y ascetismo que dan gran energía espiritual o mental al que las practica voluntariamente.
Y cuando todo parecía tender hacia la noche plácida..., el ruido del motor y los faros de un automóvil iluminan parte del refugio. El refugio tiene unas cristaleras grandes y la luz del automóvil viola la tranquilidad que nos habíamos inducido. Y enseguida oímos voces, y ruido. Se abre la puerta y entran con decisión dos personas hablando en voz alta y sin tener ninguna consideración hacia nosotros cuatro. Al parecer conocen el refugio de sobras, y se sienten como en su casa. Uno de los dos hombres va con la cabeza afeitada y es muy nervioso. Parece llevar la voz cantante. Los dos recién llegados tienen algo de cómico, han irrumpido en el interior del refugio como dos muñecos de televisión, como dos teleñecos. Se dirigen a la pareja de alemanes, pero estos no los entienden, el de la cabeza rapada es muy seco hablando y mas bien se ve un poco garrulillo, dice cosas como: " Yo es que solo hablo español ", y lo dice como a quien no le importa nada el hecho de no hablar otro idioma que no sea el suyo. Al final, me aguanto la risa, me incorporo y le digo que ellos son alemanes, y el que está a mi lado es francés. En realidad la chica alemana sabe algo de español, pero no capta ni una palabra de este hombre que habla tan rápido y seco.
Los dos recién llegados salen para buscar los trastos de su automóvil, en ese momento nos ponemos los cuatro a reír, nos sale espontáneamente...., jajajaaaaaa....., que irrupción tan inesperada hemos tenido. Los alemanes se ríen sin parar, flojo pero se ríen del personaje español. Y me río hasta yo, tumbado en el saco, a oscuras y cínicamente.
Y me sigo riendo cuando veo todo lo que entran en el refugio los recién llegados, traen una enorme caja, mochilas y trastos varios. Llevan hasta un luz de cámping gas, y rompen la oscuridad casi mística que hasta ahora había en el refugio, solo la luz de la lumbre, y una vela que yo había dejado encendida. Y para que no falten mas risas, los dos recién llegados sacan un fogón, una sartén y se ponen a freír huevos y cosas parecidas...., jajajaaaaaa, ¡¡ a estas horas y después de haber cenado ya nosotros, al menos a mí me suena como a insulto o blasfemia !! Y siendo españoles no se cortan a la hora de hablar, pasando totalmente de nosotros hablan en voz alta, aunque les oigo preguntar si nos molestan, pero claro, los alemanes y el francés no los entienden. Pero cenan mas rápido de lo que cabría imaginar, y se preparan para ir dormir, con el estómago recién hinchado con huevos y frituras. Al español mas alto le pregunto si sabe que día hará mañana, y me responde que para mañana hasta el medio día, las previsiones son de buen tiempo, pero que a partir de la tarde la cosa se complicará. Para mí son buenas noticias, y me dan expectativas para al fin poder subir algún pico, aunque sea solo uno. Y tengo pensado subir, como primera opción al pico Maldito, de 3.354 metros. Mañana ya será mi quinto día en la montaña, y solo he visto las cimas de lejos.
Duermo regular, por la noche me despierta una luz de un automóvil, y veo que entra alguien al refugio, y lo hace de forma silenciosa. Estoy medio dormido y me duermo enseguida.
A las seis de la mañana, suena la alarma de mi teléfono móvil, en seguida suena otra alarma de otro móvil. Es el de los dos españoles, los alemanes y el francés se quedan durmiendo. Es negra noche, salgo un momento afuera del refugio, y no se ve ni una estrella, no se ve absolutamente nada. Nos damos los buenos días, los dos españoles y yo. Poco a poco vamos entablando conversación, quizás en un tono de voz demasiado alto, los extranjeros siguen durmiendo o hacen ver que duermen. Y no veo a nadie mas, no se quien podría haber sido el que entró por la noche en el refugio. Y me entero un poco mas tarde. Era el español de cabeza rapada, que es mas bien bajo y vigoroso, con carácter. Le explica a su compañero, que por la noche se ha bajado a Benasque, sin avisarlo. Y se ha bajado a Benasque, porque a pesar, de que es un buen deportista, es fumador de un paquete diario. Creo entender que se había propuesto estar unos días sin fumar, pero por la noche le entró un " mono " de mucho cuidado, y se fue a Benasque a comprar tabaco, Por la madrugada encontrar tabaco en Benasque no es nada fácil, pero él lo ha conseguido. Es un poco espeluznante, me lo imagino solo, de noche por la pista mojada, peligrosa, solo para comprar tabaco. Ida y vuelta habrá hecho unos 27 kilómetros. Y por supuesto que se ha robado horas de sueño.
Seguimos conversando, y resulta que son de una población cercana a Barcelona, cosa que no me lo parecía, y son unos montañeros, esquiadores, escaladores, betetistas, y atletas muy experimentados. En realidad se ven dos tíos de puta madre. El de la cabeza rapada me dice que va a cumplir cincuenta años, y yo le digo que voy para los sesenta, se queda un poco perplejo, y me da la mano. Y seguimos charlando mientas preparamos el desayuno, y resulta que él empezó a escalar con unos conocidos míos, ellos le enseñaron, y él llegó a ser guía de montaña. Me cuenta una proeza que hizo con un amigo aquí mismo, en el valle de Benasque, ¡¡ hasta me enseña las fotos en su smartphone !! hicieron un recorrido por tres valles, y subieron un desnivel de 3.700 metros positivos. Mas tarde, por mi parte calculo los metros de desnivel y no creo que pasen de los 2.000 ó 2.500 metros como mucho.
Su compañero explica que hizo el servicio militar aquí mismo, en Cerler, en una compañía de montaña, y había recorrido con esquís los picos principales de la zona. Me cuenta lo duro que era el servicio militar, con la vestimena de algodón, y sacos de dormir también de algodón, y vivaqueando en pleno invierno, en zanjas cavadas en la nieve, y ascendían picos, y cimas con veinte kilos de peso a la espalda. ( En una ocasión, un suboficial me aseguró, que él hacía subir a su tropa con treinta kilos a la espalda ). Y me explica que a él le gustó mucho hacer la mili en estas montañas. En un momento dado, saca una bandera catalana republicana, y me explica que hoy se van a subir al pico de Perdiguero, que está en un valle un poco distante de este. No digo nada, pero estamos en Aragón, y no creo que a los aragoneses les haga gracia ver banderas catalanas en sus montañas. Resulta un poco chocante, excepto si se admite la reivindicación catalanista, de que Aragón formaba parte de Cataluña, cosa que es totalmente al contrario. No hay ninguna duda histórica de que Cataluña- en realidad Barcelona - solo fue una ciudad condal del reino de Aragón. Pero los historiadores a sueldo del independentismo catalán, han ido explicando la historia a su manera. Lo último y mas ridículo es que afirman que Santa Teresa de Ávila era catalana, y que Cervantes también era catalán, y que escribió el Quijote en la lengua catalana, Incluso se atreven a decir que genial Leonardo de Vinci, también era catalán, Y están otros majaderos que aseguran que la bandera norteamericana, está inspirada en la catalana. Seguro que desconocen que la bandera republicana catalana, es una copia de la bandera cubana, a la cual solo le han cambiado el color. ( ¿ Estos " historiadores " habrán dejado la medicación sin avisar a su psiquiatra ? ). Sigo el principio de no hablar de política en la montaña, y todos contentos.
En todo esto, el tiempo ha pasado volando, ya son mas de las siete, y el cielo está todo tapado, hay espesas brumas en las crestas, collados y picos. Los alemanes y el francés ya se están levantando. Yo acabo de preparar la mochila, me despido de los españoles, y salgo con la luz del frontal, ya son las siete y veinte minutos......, y no tengo ni idea de lo que voy ha hacer hoy. En principio subir lo mas alto que pueda, y si hace mal tiempo de verdad me bajo.
Hacia el este el cielo parece menos espeso, pero en cuestión de minutos se tapa todo. |
He tardado dos horas y cuarto en llegar hasta el ibón superior, - unos 800 metros de desnivel positivo - y hago un pequeño descanso para comer un poco,. Aquí las manos ya se me están helando. |
Por aquí se podría cortar camino, pero por precaución me abstengo, y doy un rodeo por el ibón, a costa se perder tiempo. |
Las nubes a veces se cierran tanto que oscurece, y parece que va a anochecer, pero solo es medio día. Por fortuna no llueve ni truena. |