En el Garmo Negro. Detrás los Picos del Infierno, que subí al dia siguiente. La niebla empezaba a cubrir las cimas. |
Aquí yo en la cima del Garmo Negro. ( Las fotografias no siguen una correlación exacta. ) |
Este lago está entre los Picos de los Infiernos y el Garmo Negro. Detrás se puede ver el Midi. |
Al dia siguiente subiendo para el collado de Brazato. Unos mil metros de desnivel, con unos 22 kilos de peso si contar el agua. Al fondo todos los picos que subí los dos dias anteriores. Tampoco este dia tuve un dia deslumbrante y soleado. Las nubes tapaban y destapaban el sol, haciendo que pasara en pocos segundos, de tener calor a pasar frio. |
Esta preciosa foto está tomada desde la Mallata alta. ( Disculpad que no siga un orden cronológico. Tampoco el software de blogspot ayuda mucho. ) |
Lo mismo. Si no me equivoco el collado de Brazato es el que está a la derecha de todo de la fotografia, visto desde aquí parece totalmente llano, pero no lo es. |
El ladrón que mirando la luna renunciaba a todo. |
En la subida al collado Brazato. |
El Cuello Alto de Brazato ¡¡ Es espectacular !! recuerda un collado de los himalayas. Al fondo el Vignemale. Las nubes ya están anunciando una tormenta para pocas horas después. |
Espectacular lugar donde acampé. Está a unos 2.300 metros de altitud. En mis mapas no sale por poco, así que la altura es aproximada. Es un lugar recomendable, muy sano y energético. |
Por las cercanias del lugar donde para el primero de los tres autobuses que tomé ese dia. El detalle de la fotografia es el botellín de agua dentro de la bota sudada. Como la combinación para ir a Barcelona es mala, hay que ir hasta Zaragoza, y allí coger otro bus hasta Barcelona. Si se intenta ir en tren, si se lleva material de acampada o escalada, no dejan pasar; el scanner detecta todo esto, y por lo visto en renfe lo consideran armas peligrosas. Solo en los tristes trenes regionales no hay ningún control de ningún tipo. Una vez en Barcelona, de madrugada, la estación de renfe cerrada, tuve que "dormir" en el exterior junto a mendigos, inmigrantes, prostitutas y gente de malvivir. No tuve ningún percance. Cuando abrieron la estación, fuí directamente a los lavabos, y me encontré a dos personajes masturbándose y mirándose el uno al otro. ¡¡ Se acabó el buen rollo de las montañas !! El prosaico mundo de los humanos, de las almas perdidas persiguiendo fantasmas mentales, volvía a hacerse presente en la rutina de la civilización. |
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