martes, 17 de junio de 2014

POBRE DIABLO COJUELO


Una salida de seis días por los Pirineos Orientales, que son los que tengo mas cerca de casa, en los cuales he estado mas veces y de los cuales nunca me cansaré de ir.
Básicamente es un terreno de media montaña y algo de alta montaña, ya que algunos picos están por encima de los 2.800 metros y uno de 2.909 metros de altitud.
En esta ocasión la altura máxima que alcanzaré es el Pic de Noucreus de 2799 metros. ( El de la fotografía de arriba ). A partir de ahí todo será terreno de media montaña a principios del mes de Junio, con algo de nieve en la zona del Pic de l'Infern. En el resto de la montaña solo quedan neveros aislados.

Para esta ocasión mi mochila saliendo de casa pesa veintiún kilos, sin contar el agua. La comida sola ya me pesa ocho kilos, es mucha comida, para unos ocho días, aunque no tengo ni idea de cuantos días voy a estar; siempre llevo comida de sobras por si me pasa algo. Estoy acostumbrado a llevar peso y algún kilo de mas no me asusta.

Llego sin problemas a Nuria, a 1967 metros de altitud, hace hasta calor, se puede ir perfectamente en manga corta. Hay algo de gente a pesar de que es lunes, porque hoy es día festivo en Barcelona y muchos urbanitas como yo, no dejan escapar un día tan magnífico como hoy. Aunque la previsión metereológica es que para el miércoles y jueves tengamos tormentas por las tardes.

A pesar de los veintiún kilos de peso subo los 832 metros de desnivel en dos horas y cuarto. Y no es que me encuentre fuerte, si no que sé por experiencia propia que el primer día subo mas rápido a causa del estrés acumulado viviendo rodeado de civilización y humanos. A partir del segundo día las fuerzas ya son mas justas y no subo tan rápido. La sorpresa desagradable ha sido encontrarme a tan solo veinte minutos de Nuria un rebaño o manada de vacas sueltas, y como mínimo había un toro, y he tenido que pasar a pocos metros de él. No me esperaba que hubiesen vacas y toros tan temprano, ya que normalmente la transhumancia no llega a esta zona hasta mediados de mes. Soy de los que piensan que las vacas y toros que pastan en los Pirineos con el paso de los años se han ido volviendo agresivas, quizás se deba a una selección natural. Vivir seis meses en la montaña en condiciones adversas hace que las nuevas generaciones de vacas sean mas salvajes, fuertes y agresivas. Hace muchos años yo había llegado a tocar las vacas al pasar por su lado, pero eso hoy día para mí es inimaginable hacerlo. Ahora han llegado ha hacerme amagos de atacarme con tan solo verme aparecer por su terreno, porque para ellas la montaña es su casa donde viven seis meses cada año, y nosotros los excursionistas, invasores de su territorio.
Cada vez se dan mas casos de vacas que intentan embestir a personas, por lo que sé principalmente a mujeres, incluso a niños. Se han dado casos de muerte en las montañas provocados por ataques de vacas, que son tan peligrosas como los toros, sobre todo si han parido y sus becerros y terneras está cerca de las personas. Incluso entre las mismas vacas se atacan, personalmente he visto a dos vacas cornear a una tercera vaca. Y por contra, uno de las sustos mas grandes que me he dado con los toros, ha sido encontrarme con dos de ellos en una tarde de Otoño, cuando pensaba que ya no quedaban por la montaña. Y lo fue en uno de los peores lugares posibles, en un lugar a pocas horas de Nuria, en el Salt del Grill, en un camino de no mas de un metro de ancho, con un barranco vertical a mi derecha y a mí izquierda una pared rocosa. A mas, los toros eran de una raza muy musculosa, tienen una especie de flequillo y el aspecto muy salvaje. Me quedé de piedra por la sorpresa, pero antes de poder asustarme reaccioné y les hablé en tono tranquilo, levanté un bastón de trekking y les indiqué que iba a pasar por en medio de ellos, pese a que apenas había espacio. Caminé con seguridad y aplomo ( me salió así ) y pasé por su lado sin saber si iban a cornearme o ha empujarme hacia el barranco. Y los toros se estuvieron quietos y me dejaron pasar sin hacer nada hostil.

El tema de las vacas sueltas compartiendo terreno con todo tipo de visitantes de las montañas se tendría que debatir y regular, debido a su peligrosidad. Si la naturaleza ha dotado a las vacas y toros de cuernos, es con la finalidad de que puedan atacar y defenderse, y de tanto es tanto hacen uso de ese arma. 


Un poco antes de llegar al Pic de Noucreus, me veo en la necesidad de abrigarme, porque ya es tarde y hace frío, ya empiezo a pasar por al lado de neveros. La tarde es preciosa y transparente. No he acabado de asumir el cambio, en pocas horas he pasado de estar literalmente junto al mar en manga corta, a estar en la alta montaña pisando algo de nieve. 

Desde el Noucreus hago esta fotografía hacia el Pic del Racó Gros, de 2.783 metros, ya en territorio francés, pero con nombre catalán, como casi todo en esta zona.



En este lugar hubiese tenido que acampar esta noche, pero hay mas nieve de la que pensaba y no hay lugar para montar mi pequeña tienda. El lugar es el Estany Blau de Carança, a 2.580 metros de altitud.
Pero no hay problema porque mas abajo está el Estany Negre a 2.500 metros. Sin nada de nieve se baja en pocos minutos, pero me encuentro nieve en la fuerte bajada, y con el peso de la mochila tardo un buen rato en encontrar un paso factible entre la nieve y las rocas, y pierdo algo de tiempo.


Llegado al Estany Negre subo un pocos metros mas hasta un pequeño lago del cual no sé el nombre, pero es donde he acampado en otras ocasiones y me encanta el lugar, a pesar de que aquí tuve el intento de embestida, por parte de una vaca loca, mas peligroso que he vivido, a partir del cual mi confianza en las vacas  y toros se vio afectada.
Pero estoy contento porque he llegado hasta aquí muy entero, casi no me duelen los hombros a pesar del peso de la mochila y disfruto del atardecer. Está haciendo viento algo molesto y frío y solo me preocupa ligeramente que el saco de dormir de plumas, no se acuerda que es de plumas y está totalmente liso por el tiempo guardado en su funda. La temperatura debe ser de unos tres o cinco grados positivos, pero el viento endurece la sensación de frío.


Aún no es de noche y ya aparece la luna casi llena. La sensación es de que hará una noche magnífica y no muy fría, y de que mañana el tiempo continuará siendo bueno y soleado.
Ceno ligeramente y me regalo una pastilla para dormir para aliviar la tensión del día, que ha sido muy ajetreado, como siempre he tenido que tomar dos trenes, y hoy un tren cremallera hasta Nuria. He pasado del tumulto de la multitudes a la soledad de estos bellos parajes que me rodean,  que me son familiares y en los cuales me siento completamente compenetrado.


He pasado muy buena noche, no he pasado nada de frío y como me acosté temprano, me levanto a las seis de la mañana. El viento es continuo y mas fuerte que ayer, y tengo el problema de que al calentar el agua para el desayuno, he de poner el hornillo de gas dentro de la tienda para que el viento no lo apague. Pero tengo un percance que años antes solo me había ocurrido muy pocas veces y ahora me pasa mas de la cuenta: He puesto cacao dentro de una marmita cerrada, mientras se calienta estoy haciendo otros quehaceres y me olvido del cacao del desayuno...., hasta que escucho como se sale el líquido de la marmita y moja el suelo de la tienda y algo de mi equipo. ¿ Como puedo ser tan estúpido ?.
Limpio como puedo el suelo de la tienda, y no me preocupo de reponer el líquido y cacao perdido. Simplemente tomo menos cantidad junto con algunas galletas,  y ya almorzaré en la bajada que es muy tranquila, llena de riachuelos y muy verde.

Desmonto la tienda y hago la mochila bajo el tímido sol que me calienta, al principio he de hacerlo con guantes finos, pero entro en calor enseguida y ya sin guantes mis dedos son mas diligentes.
Hago la bajada hacia el lago de Carança o de las Truites a 2.260 metros. Como curiosidad el hecho de que en catalán la palabra " Truita " significa al mismo tiempo " Trucha " y " Tortilla ". Pero por supuesto tratándose de un lago aquí se refiere a las truchas......., porqué sino haría reír.
Aquí existe esta peculiar cabaña de la fotografía de arriba, y es peculiar porque en su interior hay construida una columna central que aguanta todo el peso del techo. Se dice que es la única de los Pirineos que la tiene. Personalmente nunca dormiría en esta cabaña porque las piedras del techo parece que estén a punto de derrumbarse, pero aguantan así hace años.

Hay una anécdota que conté hace años y mucha gente piensa que me la inventé, pero es totalmente verdadera. Una día estando en el Estany Blau, reconocí a uno de los tres excursionistas que se encontraban en el mismo lugar. Era la popular cantante catalana y presentadora de televisión Nina, acompañada de dos hombres. Hicimos la bajada hacia el Estany de las Truites por separado pero a poca distancia. Ellos finalmente me rebasaron y me adelantaron. En un momento dado me dí de bruces con Nina en una actitud comprometida, estaba agachada regando la hierba. Me vio y se levantó casi de un salto, y renaudó la marcha. Al pasar por el lugar observé que había tirado el papel de limpiarse, cosa un poco fea. De lejos los vi entrar en la cabaña de la fotografía. Yo acampé a unos dos o tres minutos de distancia, en un lugar que conozco y que está bien protegido y medio escondido.
Por la tarde, después de comer me dirigí hacia la cabaña, y desde lejos pude ver como los tres ocupantes, que eran Nina y sus dos compañeros realizaban alguna tarea. Estaba claro que iban a pasar la noche ahí dentro. Cuando vieron que me acercaba, de una manera mas bien estúpida se metieron dentro de la cabaña y cerraron con una puerta que había por entonces.
Al día siguiente cuando pasé por delante de la cabaña, ellos ya se habían marchado. Y eso fue todo. A partir de ahí cualquier otra versión es inventada. No es mas que una simple anécdota de las muchas que me ha tocado vivir por las montañas.


El Estany de les Truites visto desde su desagüe. Al fondo el Pic de la Fossa del Gegant, de 2.805 metros En este lugar está permitida la acampada, pero tiene el problema de que las vacas también merodean por aquí , aunque en esta ocasión aún no han llegado hasta aquí arriba, aún tardarán un par de semanas en hacerlo.


La bajada hasta Ras de Carança se me hace un poco larga y llego a pensar si no me lo habré pasado, ya que me he despistado varias veces en la suave bajada. La vegetación se va volviendo de media, incluso baja montaña, y el agua baja abundante tanto en el río como en lo numerosos riachuelos, debido al deshielo que aún existe.


Y llego al refugio de Ras de Carançá, a 1831 metros. Si no ando errado aquí se permite la acampada, incluso no transeúnte, o sea de una sola noche. Hoy al menos en el otro lado del río hay una tienda montada con numeroso bártulos de camping, como mesa y sillas. En el refugio hay varias personas que entran y salen, pero no tengo claro si ya es época de pago, o sea guardado, o aún está como refugio libre. En todo caso mi intención de hoy es llegar hasta el refugio de l'Alemany, en el valle que queda mas hacia el Este. Pero antes he de pasar por el Coll de Pal , que no se la altura exacta pero está sobre los 2.360 metros.
Muy cerca de este Coll de Pal existe otro Coll de Pal y que está a una altura parecida. Es el Coll de Pal que está debajo del Pic de Costabona, a una horas de aquí. Y existe una doble coincidencia, el refugio de l'Alemany al cual me dirijo, tiene el mismo nombre  que la " cabana de l'Alemany " situada bajo el Coll de Pal del Costabona, pero en realidad ahí solo existe el nombre, porque la cabana no son mas que restos de una alambrada espinosa, restos de la segunda guerra mundial, y encima cuesta mucho encontrarla.

Hago una larga parada en el refugio de Ras de Carança, es casi medio día y aprovecho para comer fuerte. Hace calor de verano - en realidad hay una ola de calor - y estando al sol me medio mareo. Después de comer me quedo con las ganas de tomar un té, pero como hace viento ni me atrevo a sacar el hornillo de gas. Y con las ganas no satisfechas de tomar un té que me de brío, inicio la subida hacia el Coll de Pal. En el letrero indicador pone dos horas y diez minutos de ascensión. Yo cuento que con tanto peso como llevo y con este calor, puedo tardar tres horas y media perfectamente, desnivel no hay mucho, unos seiscientos metros aproximadamente, ya que el camino pierde mucha altura antes de enfilar la subida por el bosque. Pero a pesar del calor, del medio mareo que he cogido, de las frecuentes paradas, y de tener que racionar el agua, ya que no hay agua en toda la subida, consigo llegar en tan solo dos horas y media. Es curioso como en el valle de Carança por el que he bajado estaba espléndido con tantos arroyos, y en cambio, en este valle y en esta subida solo hay un minúsculo riachuelo con agua no potable, ya que pasa por encima de numerosas plantas y baja lleno de barrillo.
He racionado el agua, y el problema es que había comido una lata de sardinas con tomate y no encontraré agua hasta llegar al refugio de l'Alemany. Parezco un gilí.


Y en el Coll de Pal hace un viento considerable, que hace que el sudor se me enfríe de golpe y tengo esa sensación de que me estoy resfriando, y acabo de pasar una larga bronquitis de la cual aún no estoy curado del todo. Hago varias fotos, en varias direcciones, en la de arriba dirección al Canigó. Las marcas rojas y blancas corresponden al GR- 10, la senda que cruza los Pirineos por la vertiente francesa.


Esta foto es dirección desde donde vengo. Ahora me toca subir un poco mas, la subida es suave y en diagonal, pero me noto un poco cansado y mareado por el sol, el calor, la falta de agua y porqué los nutrientes de la comida el cuerpo ya los ha consumido y necesita mas.
El ambiente es muy seco, y como última sorpresa me encuentro una canal de nieve que he de cruzar por fuerza. En caso de resbalón caeré unos 100 metros de desnivel, pero la nieve está blanda y cruzo la canal sin problemas.
Y llego por fin a la fuerte bajada hacia el refugio de l'Alemany, son solo unos trescientos o cuatrocientos metros de desnivel, pero son por terreno con muchos escalones rocosos, y aquí tengo los primeros problemas físicos que no me esperaba. Para mí sorpresa, me empiza a doler algún tendón o músculo del tobillo izquierdo, cuando últimamente, y andando por la calle me dolía el del tobillo derecho. En realidad tengo los dos mal desde hace años, y me duelen intermitentemente, pero no me esperaba estos quiebros misteriosos de mi organismo.
En la parte final de la bajada me siento hecho polvo y he de parar varias veces, incluso cuando estoy a menos de un minuto del refugio me he de tumbar un rato en la hierba, por lo destrozado que estoy.


Ya en el refugio tengo la grata sorpresa de que no hay nadie. Quizás por la hora que es aún pueda venir gente a dormir. Pongo mi ropa a secar y ventilar, me aseo un poco, me hago un sitio en las literas y preparo la comida, que no será mucha porque no tengo mucha hambre. 
Pego un repaso por las estanterías del refugio y tengo otra grata sorpresa, hay una botella de licor de hierbas, de una marca para mí desconocida, y aún le quedan varios chupitos, que por supuesto les daré cuenta.
También hecho un vistazo al libro de " piadas " del refugio - en realidad es una libreta - y veo que estos días en el refugio han estado gente de Barcelona, y que ayer se marcharon. En una de las " piadas " alguien insulta a un francés porque le llamó la atención por llevar un perro suelto, cosa que está prohibida. Pero mañana mismo veré como un joven francés llega al refugio con un perro suelto y sin bozal. Cosas de los humanos. 


La tarde es muy placentera y grata. Aquí apenas hace viento, de momento no veo ni siento ninguna vaca, y toda apunta a que estaré solo esta noche. Me encanta tanto el lugar que decido quedarme un par de noches aquí. Para mañana no tengo ningún plan, que es como he venido a la montaña, sin ideas preconcebidas de que es lo que haré ni a donde iré.


Y paso el resto de la tarde haciendo fotos y bebiendo el licor de hierbas, que acompaño con frutos secos. La roca de la foto es donde está la fuente, que es una cañería que trae el agua de un arroyo cercano, o sea que muy potable no puede ser, como mañana mismo mi organismo se dará cuenta. Tendré un ligero malestar intestinal, cosa mas bien normal cuando se está varios días bebiendo agua de los arroyos. 
El refugio también cuenta con una excusado o letrina, que no es mas que una plataforma de madera cubierta y un agujero en el suelo. Solo lo usé en una ocasión hace meses y prefiero buscar un rincón en el extenso bosque.

Este refugio se construyó después de que un incendio destrozara el antiguo. El refugio, pese a que está en territorio francés es muy visitado por los españoles, ya que desde la cercana estación de esquí de Vallter 2000, se llega en unas dos horas hasta aquí.


En la fotografía de arriba una instantánea de la parte del comedor y la chimenea. A la derecha, no se ve en la foto, hay una puerta cerrada con llave, que ignoro que función tiene, aunque me imagino que hay aparatos de medición metereológica.


Aquí arriba la parte de las literas, que son bastante incómodas y es incomprensible dado lo fácil que es hacer las cosas mínimamente bien. Como se aprecia en la fotografía las tablas se apoyan sobre un tronco irregular, con lo cual las tablas están mal puestas, no están niveladas.
Los colchones son demasiado finos, y a media noche me tendré que levantar para colocar dos. Y las mantas están decididamente asquerosas; huelen mal, y da la sensación de que aquí han dormido hasta perros. 
El refugio ganaría solo con que arreglaran un poco las literas. Pero bueno..., encontrar un refugio libre perfecto...., creo que es imposible.


Me acuesto hacia las diez y media, sin ningún plan para mañana, no tengo ni idea de que es lo que haré, quizás hasta descanse todo el día, y esté todo el día merodeando por el refugio. Este placer hace años que no me lo doy.
Hago unas fotos a la luna casi llena, pero mi cámara no sirve para estos temas. En realidad no sirve ni para paisajes. Es una cámara que se me mojó, la desmonté hasta donde pude para secarla y creo que ya no funciona igual.


Paso una noche rara - cosas del plenilunio - no ha llegado nadie al refugio, desayuno y holgazaneo hasta las doce. Acabo con el licor de hierbas y decido ir a pasear un par de horas en plan relajante, ya que el día es magnífico. Mientras preparo algo en la mochila, primero llegan una pareja mayor, que se están por el refugio, y después dos hombres jóvenes muy cargados. Pienso que se van a quedar en el refugio, pero solo se paran unos pocos minutos, ni siquiera entran y enseguida se van con sus pesadas cargas.
A la vista de que esto se está animando de gente, recojo bien mis cosas y salgo a pasear dirección a la Portella de Mantet. A los pocos minutos llego a esta piedra, indica que el refugio está a 250 metros, pero está mal,  porqué puede haber 500 metros perfectamente. Pero se agradece la obra litográfica.


Y a unos 100 metros de la piedra está este refugio pastoral en construcción, y veo que los dos hombres que había visto cargado con mochilas están trabajando en este nuevo refugio. Los veo instalar lo que creo que es una placa solar.
La última vez que estuve en este lugar, fue en octubre (o sea hace ocho meses) había trabajando tres operarios franceses, pasé una noche con ellos en el refugio l'Alemany, ya que lo tenían como vivienda provisional. Eran muy agradables y por el equipo que llevaban y por la corta conversación que tuve con ellos, estoy seguro que eran asiduos practicantes de montañismo. El hombre mas mayor, que tendría algo mas de cincuenta años, se parecía enormemente al mítico alpinista francés Gastón Rebuffat, alto, delgado y fibroso. Además hablaba inglés y algo de catalán, y no tenía la apariencia de ser un simple operario de la madera, se le notaba cierta elegancia y cultura. Creí leer en sus ojos la expresión del que ha viajado mucho y ha visto paisajes infinitos y exóticos.
Con otro de los operarios ( que solo hablaba francés ) nos entendimos en el tema de la peligrosidad de las vacas y los toros. O sea, que la mayoría de las vacas son muy pacíficas, pero siempre hay alguna vaca loca, dominante y agresiva. Que no hay que asustarlas ni gritarlas porque se puede acabar el pacifismo de las vacas y encenderles la vena loca, o el instinto animal mas irracional y furioso.

En aquella ocasión habían una raza de vacas de color gris, que tienen la particularidad de tener los cuernos muy afilados, hasta dan miedo. Hay otro raza de vacas, de color pardo, que acostumbran a tener los cuernos mas gastados. Supongo que deber ser, bien porque las vacas son mas viejas o bien porque tienen los cuernos mas blandos, así de simplón es mi razonamiento.


Este montón de piedras tiene su historia. Aquí estaba la cabaña de l'Alemany original. Está a unos diez o quince minutos del refugio de l'Alemany donde he dormido.
Esta cabaña se construyó durante la segunda guerra mundial; la construyeron los alemanes para controlar este paso fronterizo. Por aquí pasaban los maquisards  y las personas que huían de Francia a España.
Ahora, como se ve en la fotografía sirve de referencia para diferentes senderos que recorren este lugar.


Conforme subo hacia la Portella de Mantet, las nubes van apareciendo como por arte de magia. Me cruzo con una joven pareja de franceses que no los había visto subir. Van sin nada de peso, al pasar por su lado noto su olor a gel de baño, a desodorante, a ropa limpia....., por lo que no han andado mucho, casi seguro que han hecho el recorrido desde Mantet hasta la Portella de Mantet y regreso.
Cuando llevo una hora exacta andando, las nubes ya indican que lloverá, son las tormentas anunciadas que llegan puntuales. Decido darme la vuelta sin llegar la Portella de Mantet, pese a que ya estoy muy cerca. Mientras  subía había pensado en llegar hasta el Pic de la Dona, pero creo que la lluvia me pillaría en la subida. Y mientras bajo hago algunas fotos como esta de arriba. La lluvia está al caer.
Y llego al refugio en tres cuartos de hora; mientras estoy dejando las cosas y cambiándome de ropa empieza a llover ¡¡ En tan solo dos horas el tiempo ha pasado de ser radiante a tormentoso !!
Lloverá toda la tarde, la lluvia a ratos es fuerte y a ratos graniza ligeramente, pero a veces casi deja de llover y parece que va a clarear, pero en pocos minutos se cierran las nubes y vuelve a llover.

Mientras estoy comiendo llega la pareja mayor, supongo que matrimonio, que he visto por la mañana. Dejan su ropa mojada dentro del refugio, se sientan en la litera y se ponen a comer. Al parecer se sienten cohibidos por mi presencia y no se atreven a sentarse en la mesa para comer. No sé si es que hoy tengo la cara de vampiro y los asusto. Pues ahí se quedan.
Por afuera del refugio pasan un hombre mayor y un joven totalmente pelirrojo, parecen padre e hijo; saludan desde afuera al pasar pero no miran quienes estamos dentro. Les contestamos riendo.
En un intervalo en que apenas llueve, aparecen dos hombres de mediana edad, uno mas bien tirando hacia los cincuenta años. Son franceses y van muy cargados, llevan hasta tienda de campaña. Entran en el refugio y parece que quieren quedarse a dormir. Se sientan, pegan un repaso al refugio, se están un rato dentro, pero finalmente cogen sus mochilas, se ayudan entre ellos a ponerse unas capelinas enormes de color caqui que les tapa la mochila y el cuerpo, hasta parecen fantasmas. Estas capelinas en España prácticamente están es desuso por su incomodidad.
Entonces los dos hombres hacen una cosa curiosa que no entiendo. Se ponen a andar decididamente hacia el Coll de Mantet, cuando apenas llevan un minuto andando, que aún los puedo ver, se paran, hablan entre ellos y se dan la vuelta. Pienso que por fin deciden quedarse en el refugio esta noche. Pero no, que va, lo que hacen es que pasan de largo y siguen para abajo, quizás hacia el pueblo de Mantet, donde hay varios alojamientos para excursionistas en general. Y se puede llegar en menos de una hora. Pero en todo caso mañana tendrían que volver a subir. Pues me quedaré con las ganas de saber cual fue su decisión.


Aprovecho el intervalo de calma entre la lluvia y salgo a mirar el paisaje y hacer unas fotos. Voy con sandalias sin calcetines y me agrada el contacto del agua mojándome los pies. Tiene algo de revitalizante.

En la fotografía de arriba quiero mostrar que también los franceses pueden hacer las cosas mal. En el cartel  de la fotografía cualquiera que llegue enfrente interpretará que en la parte izquierda indica la dirección a Ras de Carança, y que está a 3,4 kilómetros, y en la parte derecha indica la dirección hacia Mantet, que está a una distancia de 6,9 kilómetros. Pues está tremendamente mal, indica, o parece indicar direcciones equivocadas. En realidad es que hacia la derecha se va a Ras de Carança que está a 6,9 kilómetros y hacia la izquierda se va hacia Mantet, a 3,4 kilómetros.
Una persona que llegase desde el fondo del valle, que sería desde España, y mirase el cartel para orientarse casi seguro que iría en la dirección contraria a como parece indicar el cartel. Casi seguro que se han dado casos así. Cuesta creer que se pueda cometer un fallo tan garrafal, en este caso en el diseño del cartel, ya que es tan confuso que a mí me costó un poco entender donde estaba en el error. El diseño es, que la línea de arriba indica una dirección y la de abajo otra. Los símbolos intermedios y la distancia entre los caracteres es lo que crean el error. Ese error fatal de diseño que no se entiende.


Una toma hacia Mantet, que es un pueblo que estuvo abandonado durante años. Poco a poco fue llegando gente que restauró las casas y le dieron vida al pueblo. Mas arriba está el Coll de Mantet ( que no es la Portella de Mantet ). Un poco mas hacia arriba del Coll empieza una pista de esquí nórdico, que en realidad no es mas que la pista forestal cuando la nieve  la cubre.
Desde esta misma posición, incluso desde el mismo refugio, por las noches se pueden ver por encima del Coll de Mantet las luces de los automóviles que van por la carretera que va desde Perpignan hacia Vernet els Bayns y otras poblaciones. La carretera, que no está a mas de veinte kilómetros en línea recta, es muy transitada y las luces de los automóviles se asemejan a luciérnagas en fila india. Esta proximidad de la carretera me hace entender que la contaminación también llega a esta lugar sagrado. Me recuerda a Andorra, donde abajo en el valle hay tanta circulación que a veces estando en las cercanas y aparentemente inmaculadas montañas, se puede ver la característica nube de polución que tapa los núcleos urbanos. Pero aquí no es tan grave como en Andorra. Esta zona es muy ventosa, el mar no está muy lejos y cuando soplan vientos como la Tramontana o el Xaloc aquí se forma lo que se llama el Torb, ese viento tan peligroso para los montañeros y que se ha cobrado bastantes víctimas, básicamente en invierno.


Llega un momento en que la pareja mayor se va y me quedo solo. Decido echarme una siesta. Al rato empiezo a oír cencerros y mugidos de vaca. El rumor es cada vez mas fuerte y entiendo claramente que las vacas van a pasar por aquí. Y enseguida escucho las potentes pisadas, las vacas pesan fácilmente los 500 ó 600 kilos y como hay muchas vacas el ruido es notable.
Estando aún en el saco de dormir cojo la máquina fotográfica y hago algunas fotografías desde la litera.


Algunas fotos las hago a través de las ventanas, que tienen los cristales sucios, quiero captar a un toro que ha pasado y mas bien prefiero no salir, por si se asusta, porqué sino se revolvería y entonces me asustaría él a mí, ni tampoco quiero que me cojan manías las vacas porque aún estaré aquí hasta mañana.


Esto de aquí arriba es una vaca, está rolliza por los abundantes pastos y por lo fuerte que está de tanto andar por estos montes agrestes. Así están todas las vacas, totalmente musculadas. No tienen nada que ver con las vacas de granja, que son mucho mas tranquilas y amorfas.


Salgo un momento fuera del refugio para lavarme las manos y les hago una foto a estos dos becerros o terneras. Sus madres no andarán lejos.


Las vacas hacen una cosa curiosa. Llegan hasta el refugio, lo pasan unos metros y se quedan como media hora pastando y haciendo ruido. Después se van para abajo todas juntas y las escucho alejarse tanto que ya no escucho el ruido de los cencerros. Me quedo provisionalmente mas tranquilo, pero transcurrida aproximadamente una hora mas o menos, las escucho que suben otra vez, vuelven a quedarse alrededor del refugio, y cuando ya no queda mas de media hora de luz, vuelven a bajarse hacia su otra zona de pastoreo.
Espero que ya no suban otra vez, al menos hasta mañana; pero ha dejado de llover del todo, las nubes se han ido y luce una espléndida luna llena. Y las vacas y los toros cuando hay luna llena no duermen y pueden deambular por el monte como si fuese de día.

Para mañana ya tengo pensado irme. Y me iré hacia el refugio libre del Costabona, que está a unas cuatro horas mal contadas desde aquí. Mañana será una caminata corta, entre otras cosas porque casi seguro que las tormentas se volverán a repetir y no estoy para mojarme mucho. El refugio del Costabona está en territorio español, es muy pequeño, pero tiene capacidad para albergar en las literas, entre doce y dieciocho personas. Pero en la mesa solo hay lugar para cinco o seis personas como mucho. Tengo en cuenta que mañana será jueves y entre semana no acostumbra a estar ocupado. Llevo tienda de campaña y si encontrase mucha gente acamparía sin problemas al lado mismo del refugio.

Así pues, con la decisión tomada, hacia las diez y media ya estoy acostado...., pero la maldita luna llena no me dejará dormir a gusto. Paso una mala noche, no duermo mas de cuatro o cinco horas, y me levanto a las seis y media.


Desayuno tranquilamente y hacia las ocho salgo del refugio de l'Alemany. Llego sin problemas a la Portella de Mantet, apenas tardo una hora y veinte minutos. La mochila ya pesa unos dos kilos menos que el primer día y bien seguro que lo noto. Durante la subida he podido escuchar a las jodidas vacas que ya empezaban a subir hacia el refugio, pero hoy no me pillarán, al menos estas, porque no se si me encontraré con otras manadas.

Desde la Portella de Mantet a 2.412 metros,  flanqueo en horizontal hacia la Portella de Morens, que está a pocos minutos, y aquí empieza el fantástico recorrido hacia la Portella Roja y la Mort de l'Escolá. Este recorrido es casi mítico, al menos para los de mi generación y las anteriores generaciones. Desde aquí empezaba lo que por entonces se consideraba una actividad de montaña de cierta envergadura, que es la travesía desde Ulldeter, incluso desde mas lejos, como Núria, hacia el Pic del Canigó, que es una cima muy emblemática para los catalanes, ya que  consideran que fue en el monasterio de Sant Martí del Canigó donde se gestó la idea de crear un país a ambos lados de los Pirineos, que sería el germen de Cataluña, o Catalunya. El Canigó ya tiene una altura de 2.784 metros y su parte final es empinada y rocosa, que necesita de una fácil trepada por una canal de unos cien metros. El ambiente es casi de alta montaña, y en aquella época tenía cierta reputación su ascensión.

Ahora, desde la Portella de Morens existe un sendero que a veces se pierde, pero es que hace años no existía ningún rastro de senda. Ahora al principio solo hay unas lajas puestas verticales a modo de hitos de piedra. También hay una variante del sendero de gran recorrido GR-11 que pasa por este tramo, por lo que veremos la marcas de pintura roja y blanca. Con buen tiempo es un agradable paseo, pero cuando la niebla y el viento, en especial el Torb se adueñan de este territorio, es peligroso aventurarse a cruzar este terreno que llanea. Desorientarse y perderse es muy fácil, y lo mínimo que nos puede ocurrir es que totalmente despistados tiremos hacia abajo, y si tenemos suerte y no nos metemos en barrancos, cosa casi imposible, iríamos a parar hacia alguna pista forestal, y si tenemos intuición iríamos hacia la dirección correcta hasta llegar a algún lugar habitado.

Al respecto tengo una anécdota personal que mucha gente cree que es inventada y poco creíble, pero es totalmente cierta. Yo la escribo tal como me sucedió, y si hay alguien que no se la cree, pues es su problema y no pierdo tiempo intentando convencer a nadie. Y por supuesto no está en mi ánimo engañar a nadie.

Sucedió que volviendo de una travesía de varios días, de ida y vuelta al Canigó, al llegar exactamente a esta zona ( en la fotografía de abajo se aprecia mejor, es el collado que se aprecia a la derecha de la imagen ) y estando ya un poco perdido, me topé de golpe en medio de la niebla con el antiguo cartel indicador que se aprecia en la segunda fotografía de abajo. Entonces era un viejo cartel ilegible, este es nuevo.
La niebla era muy espesa y el mapa y la brújula no servían de nada, así que intentando seguir mi instinto de orientación iba siguiendo como podía los pequeños hitos de piedra, que por aquel entonces escaseaban mucho. En un momento dado los perdí y seguí con mi instinto de orientación,  y procuraba ir rápido. Cuando ya llevaba al menos media hora desde que dejé el cartel, de golpe y en medio de la espesa niebla ¡¡ me volví a encontrar con el mismo cartel !! ¡¡ Había estado andando en un recorrido circular !! Mas o menos aún recuerdo el quiebro mental que padecí entonces, algo así como que algo no cuadra, que la realidad se ha vuelto loca. Estaba totalmente convencido de ir en una dirección y me sobresaltó darme cuenta de que había andado en la dirección contraria; tendría que haber notado algo raro, el cambio de inclinación de la pendiente y cosas así, pero me desorienté como un pardillo. Con toda probabilidad lo que hice fue una especie de circunvalación a la Roca Colom, que es de suaves pendientes, y por eso siempre tenía a mi izquierda la parte de la ladera mas cercana a mi cuerpo. Me serené como puede, y con el temor en el alma, cogí la brújula y seguí escrupulosamente el Oeste, que es la dirección estimada hacia la que tenía que ir...., y tuve suerte porque, como se dice en catalán, " a trancas i barrancas " conseguí llegar a la Portella de Morens y de ahí a Vallter 2000.

Que me pasara esto de encontrarme exactamente dos veces en el mismo lugar, en una zona tan extensa, es un hecho que tiene pocas probabilidades de que suceda...., pero a mí me pasó. ¿ Quizás algún entretenimiento de los Dioses ? ¿ Quizás puro azar.... ? Quien lo sabe.


Llegando a la zona de la Mort de l'Escolá. A la derecha se observa algo de sendero, en realidad es transitable incluso para bicicletas de montaña; los osados ciclistas a veces se dejan ver por esta magnífica zona. Personalmente, las veces que los he visto no me ha molestado, aunque entiendo que hay personas que consideran que es un atentado ecológico, por lo frágil del ecosistema y todas esas cosas que se dicen. En realidad una bicicleta de montaña no altera el terreno mas que las botas de los excursionistas o los bastones de trekking. 


El nuevo poste indicador, en caso de niebla no sirve de nada. Mirando el cartel calculo que la distancia a recorrer de hoy no pasará de los doce o trece kilómetros, y subiré un desnivel en total de unos quinientos metros. Una excursión bastante sencilla.


Desde el poste indicador tendría que bajar montaña a través hacia un antiguo pluviómetro, pero me encuentro con unas pendientes inesperadas de nieve. Tienen una altura de al menos sesenta metros y su parte final es casi vertical, es imposible bajar por aquí, ya que una caída puede suponer un accidente, de mas o menos gravedad. Así pues, no tengo mas remedio que dar un rodeo y bajar por unas pendientes muy inclinadas hasta dar con el sendero que viene de la Portella de Roja. Pierdo unos quince o veinte minutos.



Llego al Coll de Pal, el otro topónimo idéntico al de Coll de Pal que crucé hace dos días. Al fondo las pendientes de nieve que me han hecho perder tiempo.  Aquí salgo con cara de vampiro, debe ser por lo poco que he dormido.
Bueno ya solo falta una bajada de unos quince minutos por el sendero hasta llegar al refugio libre del Costabona. Desde antes de llegar al Coll de Pal ya había visto varios grupos de excursionistas por esta zona, y por la loma final del Costabona. Hay algún grupo bastante numeroso. Deduzco que son de alguna club o entidad que hacen salidas los jueves, y por lo tanto deben ser gente mayor, o sea jubilados con tiempo libre. 


Esta fotografía de arriba la muestro para dar a conocer en que lugares aparentemente inofensivos se puede encontrar la muerte. En esta canal de nieve - que le queda poca vida, ya que estamos en el mes de Junio - murió sepultado por un alud un montañero, creo que hace unos cuatro años aproximadamente. Y el refugio está a unos cinco minutos tan solo. Y en esta zona aparentemente tan benigna - comparado con otras zonas de los Pirineos - han ocurrido muchos accidentes. En el interior del refugio hay una placa recordatoria de tres montañeros que fallecieron hace muchos años. Y accidentes menos  serios tan bien los hay.
Ahora prefiero no caerme y cruzaré por las rocas arenosas.

El Costabona es el último - o primero - dos mil de los Pirineos. Una de sus alturas estimadas es de 2.465 metros. Mas hacia el Oeste hay dos prominencias que también son dos miles, pero quedan mas a la derecha del meridiano ( en el Coll de Pal hay una especie de vigas de hierro que indican que el meridiano pasa por ese lugar exacto. ) Por lo tanto es correcto decir que el Costabona es el último o primer dos mil de esta parte de los Pirineos. A partir de aquí los Pirineos pierden su entidad de media y alta montaña, y hasta llegar al mar Mediterráneo las montañas pasan a ser montes que van perdiendo altura gradualmente hasta llegar al Cap de Creus, lugar donde termina ( o empieza ) el sendero de gran recorrido GR-11.


Por fin llego al refugio libre del Costabona, está a una altura considerable, 2.180 metros, aunque da la sensación de estar a una altura menor. Hasta aquí se puede llegar en unos tres cuartos de hora desde la pista forestal que va desde Setcases hasta Espinavell. Por suerte no hay nadie, está vacío y mas bien limpio. Y creo que es la tercera vez que me encuentro con lo mismo, la puerta del refugio está abierta pese a que no hay nadie. Dejar la puerta abierta - o ventanas - de un refugio es grave, ya que puede entrar la lluvia, la nieve, o animales. Se me ocurre que esto se debe a que algún pastor o alguien similar, deja expresamente la puerta abierta como señal de que no hay nadie o algo parecido. Que gente rara y con manías abundan por las montañas.
Mientras tanto las nubes han ido tapando el cielo y ya se espera una tarde tormentosa.


Cuando veo que baja agua de la fuente me llevo una gran alegría, no me lo esperaba. Me ahorraré varios viajes hasta otra especie de fuente que está a unos dos minutos en subida. En realidad creo que es la segunda vez que veo que baja agua. Al parecer la cañería estaba obstruida y a alguien se le ocurrió cortar el tubo para ver si la obstrucción estaba en esa  parte ¡¡ y  acertó !!.
Por contra, en el refugio hace años que no funcionan ni la emisora de radio para emergencias, ni la placa solar para dar algo de electricidad al refugio. Había una estufa de leña que afortunadamente la quitaron. Combustía mal y era un peligro para las personas que dormían en tan pequeño habitáculo.
En conjunto el refugio está medio abandonado, la federación de montaña al parecer no se ocupa mucho de su mantenimiento.


Hoy ocurre algo que he visto otras veces, y es que esta zona del Costabona hace de barrera contra las nubes. Desde el Costabona hacia el Este las nubes son escasas, y del mismo Costabona hacia el Oeste, ya se empiezan a oír truenos. De hecho la zona de Ull de Ter y el Gra de Fajol ya están totalmente cubiertas por nubes de tormenta.
Desde el refugio hago esta toma hacia el Este, hacia el mar Mediterráneo. Por aquí pasa una variante del GR-11, que en realidad es precisamente la excursión que hubiese tenido que hacer. Mi plan desde hacía mas o menos un mes era ir desde Nuria hasta el Cap de Creus, que se puede hacer en unos diez días mas o menos. Pero las molestias en mi tobillo derecho, mas la ola de calor que llegó, me hicieron cambiar de idea y dejarlo para otra ocasión ( Quizás la próxima. ) Me preocupa esta pequeña gran travesía por la escasez de agua que hay, y yo soy de los que necesitan de varios litros de agua al día. No soy de esos que no lavan los cacharros. He visto auténticos guarros por la montaña.
Y por otra parte, como salida montañera no me atrae demasiado, porque los Pirineos para mí acaban en el Costabona, para mí eso es la montaña, y los prados, bosque bajo, matorral, creo que viñedo y largas y aburridas pistas forestales no me atraen lo más mínimo. Tampoco su parte final, que cruza poblaciones como la Junquera tienen nada de montañera....., pero esta travesía - que ronda los doscientos kilómetros - es algo que tengo pendiente de hacer.
Para mí y para otras personas, la travesía de los Pirineos propiamente dichos, van desde el Pico de Ohri, en  los Pirineos navarros hasta el Costabona, y hay gente que así lo hace, omite sus dos extremos de baja montaña, los del país vasco y el catalán.


Mirando hacia el Gra de Fajol, la tormenta es inminente.


Me entretengo haciéndome unas fotografías a mi mismo.
El hecho de que en este blog cuelgue fotografías de mi mismo, auténticos autoretratos, es criticado por algunas personas. Lo ven mal, dicen que " personalizo demasiado ". Estas especie de críticas las hacen personas desde grupos relacionados con el tema filosófico, espiritual y religioso. Creen que no puedo ser un ser evolucionado espiritualmente por el hecho de querer posar, de figurar, de divulgar mi imagen ( Que no mi nombre ) y que es una muestra de que tengo aún mucho ego y orgullo.
Yo les diría a estos amigos, que yo - Sí, " yo " - jamás he pretendido ser un ser espiritual elevado, en todo caso me siento todo lo contrario, que son los demás y no yo los que creen y dicen, divulgan que puedo haber alcanzado incluso el satori, nirvana y estados de conciencia elevados. Ni mucho menos, como mucho hace bastantes años tenía estados de conciencia muy transparentes, espirituales, translúcidos que sé que estaban bastante cerca de lo Absoluto, y esos estados eran totalmente inexpresables con palabras,  porqué es totalmente imposible transmitir con la palabra algo que está fuera del alcance de la razón y del estado de conciencia ordinario.
Cuando me enteré de que había alguna persona que hasta me rezaba pidiéndome mi " Gracia " me quedé de piedra y me hizo mucha  " gracia ", pero gracia de verdad. Pero andan equivocados. No soy diferente a ellos, soy solo un ser que busca su Última Realidad, Su Última Identidad. Que a veces me he acercado es cierto, pero a buen seguro que muchos de ellos también lo habrán hecho alguna vez en su vida, porque todo el esfuerzo espiritual y mental que se hace hacia esa meta, tiene su recompensa algún día u otro. 
Quizás mi Destino, quizás mi mente y mis sentimientos mas oscuros, me han llevado por unos caminos mas bien totalmente opuestos a los espirituales. El Lado Oscuro, los muertos, los seres no visibles y perversos,  quizás algún dios menor, me han rondado durante los últimos años, aunque ahora por fortuna  ( cruzo los dedos ) parece que es algo que está desapareciendo. Una mayor fuerza, y mas fe en la meditación me han librado de haberme dejado seducir por ese mundo de Oscuridad, porqué realmente ese mundo seduce y atrae.

Y por otra parte, el hacerme fotografías a mi mismo tiene otra connotación. Desde hace muchísimos años que he ido diciendo que los montañeros somos parte del paisaje, yo me siento parte del paisaje, me encuentro totalmente integrado en la montaña. Me siento tan parte de la montaña como se sienten los sarrios o los muflones, las águilas o las víboras. Es donde he vivido muchísimos días de mi vida, que todos juntos suman varios años.
Cuando un observador del paisaje ve a seres humanos transcurriendo por el paisaje, él está viendo un conjunto de elementos que configuran ese paisaje, y los humanos son parte de esos elementos configurativos del paisaje.
En todo caso, decirles a esos que me han estado rezando y pidiéndome mi " Gracia " que no se dejen engañar, que pidan la verdadera Gracia a los verdaderos maestros espirituales, que servidor no es mas que un buscador, un guerrero.


Esta otra fotografía tiene su gracia;  mientras intento activar el disparador automático ( de ahí las gafas, porque sin ellas no veo la pequeña pantalla LCD ) se presentan de improviso dos hombres de mediana edad, justo en el momento en que la cámara se dispara.
Han subido al Roca Colom desde la pista forestal, yo los había visto subir por la loma, y después los he  perdido de vista. Según ellos no conocían el refugio ( lo pongo en duda ) y se muestran sorprendidos por estado del refugio, que consideran que está bastante bien. No están mas que unos pocos minutos y se bajan rápidamente a causa del viento y del frío, ya que ellos van en manga corta.
Antes que ellos había llegado un numeroso grupo de excursionistas - montañeros. Son algunos de los que había visto subir al Costabona, y tal y como lo había pensado tenían la edad de ser jubilados con tiempo libre. Y tiene gracia  como se han presentado en el refugio, yo estaba dentro, la puerta del refugio estaba totalmente abierta, y escucho unas voces de personas agradables que dicen : " Hola, bon día ". Yo miro por la puerta pero no veo a nadie, tengo que salir para poder ver que se quedan a un par de metros de la puerta, no se atreven a entrar directamente. Supongo que por no molestar, o por si ven algo indiscreto, pero es que el refugio es libre y tienen el mismo derecho que yo a hacer uso de él.

Finalmente entran alguno de ellos, por la manera de hablar me doy cuenta de que seguramente son de Barcelona ciudad, y son muy educados. Venían a comer al refugio, pero se cohiben no se porqué, y deciden bajar hasta la pista forestal donde tienen los automóviles. No se atrevían a comer afuera del refugio por el molesto viento y por la proximidad de la tormenta, aunque en esos momentos hacía algo de sol. Cuando se marchan cuento exactamente trece hombres, una mujer y un perro.


Hacia la parte francesa ( Aquí la frontera hace dientes de sierra ) ya empiezan a crecer nubes de tormenta. Ya son las tres de la tarde y parece que por aquí aún tardará en llover por la zona del refugio, pero por detrás hace rato que ya se observan cortinas de lluvia, y los truenos cada vez son mas cercanos.


Finalmente llueve mas bien débilmente, pero durante toda la tarde. Al igual que ayer también cae algo de granizo, pero de tamaño pequeño. Hace frío y viento, y conforme avanza la tarde y se acerca la noche las nubes se van despejando. Aprovecho para ir hasta una especie de mina abandonada que está a unos treinta metros del refugio y que la mayoría de gente que ha estado por aquí desconoce que existe, ya que está unos metros por debajo del refugio, y la gente no es muy dada a explorar. En realidad el refugio está construido sobre esta mina, y el terreno debajo de él está hueco.
En esta ocasión como ya es oscuro me llevo la linterna frontal y entro hasta el fondo de la mina, que son pocos metros, ahí hay como una cueva que sube, creo que en dirección al lugar exacto donde está el refugio. Todo está muy húmedo, pero a pesar de eso, en los tiempos heroicos del montañismo catalán usaban esta mina como refugio.
Y finalmente para de llover y sale una magnífica luna llena, y ello conllevará a que esta noche también duerma mas bien mal. Esto de dormir mal cuando hay plenilunio con los años me afecta menos, pero en la montaña y durmiendo en refugios en los cuales la luz entra a raudales por las ventanas me afecta como cuando era joven.


Al día siguiente me levanto a las seis y media, hace una mañana magnífica y sin nubes. No ha venido nadie a dormir al refugio y me levanto con la sensación de haber dormido lo justo. La mañana me encanta y decido que pasaré aquí otra noche.
 Desayuno sin ninguna prisa y para el día de hoy haré otra excursión tranquila y facilona, así castigaré menos a mis tobillos maltrechos. Tengo pensado subir al Costabona, que está a trescientas setenta y cinco metros de desnivel, aunque da la impresión de que está mucho mas cerca, porque desde el mismo refugio se puede ver una de las cruces que hay en su cima.
Y me dirijo por la pendiente continua y monótoma hacia su cima, subo todo recto sin seguir ninguna señal, ni sendero. Escucho gritos lejanos de un pastor que grita a las vacas que hay bastante lejos del refugio. Los gritos del pastor suenan salvajes, como si estuviera haciendo algo malo a las vacas.
En cuarenta minutos llego a la cima, el día es espectacular y bello, el ambiente de aquí vivifica. Es una suerte que esté totalmente solo en la montaña, porque el pastor que he escuchado gritar ni lo he conseguido ver.
En la fotografía de arriba el paisaje es mirando hacia Francia, ya que el Costabona hace de frontera entre ese país y España.


Esta fotografía de arriba es desde la cima hacia el macizo del Canigó. El Canigó en siglos pasados se consideraba que era la montaña mas alta de los Pirineos, ya que se alza más de dosmil metros por encima de los pueblos de su falda norte. Pero no lo es por muchos metros, hay cientos de picos mas altos que el Canigó. En invierno es espectacular ya que se puede ver desde lugares cercanos a la costa mediterránea y está totalmente nevado e inmaculado.


Esta otra fotografía de arriba es mirando hacia la zona del Bastiments. El pico - mas bien loma - que está mas cerca es el Roca Colom, que subiré de aquí a unas pocas horas. En esta cruz hay el nombre de una chica fallecida, se llamaba Alba. ¡¡ Saludos Alba, estés donde estés !! Espero que estés aquí conmigo compartiendo este bello lugar, paisaje y momento.


Aquí me hago una de esas fotografías de las cuales hay gente que no le gusta que me haga. Se me ocurre un comentario sobre esta fotografía, y es el reloj que llevo puesto. Es analógico, pesa mas que uno digital, y ni siquiera lleva altímetro, pero es que el que acostumbro a llevar a la montaña, momentos antes de salir de casa, exactamente cuando fuí a ponérmelo se quedó sin batería y la pantalla se quedó negra.
Mas bien era un mal presagio, pero por fortuna, como se puede constatar regresé a casa y entero.
Y sobre el tema de los difuntos, pienso que ese temor irracional sobre los muertos, desaparecería si se pudiese contactar con ellos, en especial con nuestros propios difuntos, es decir nuestros familiares fallecidos. Ellos nos quieren ayudar, sufren por nosotros y desean que acabemos nuestra vida en esta dimensión y en estos cuerpos sufrientes, para reunirnos con ellos en su mundo, al que ellos consideran mejor que el nuestro.


Estoy pocos minutos en la cima del Costabona y me bajo por una loma por la cual nunca he bajado. Baja hacia la parte francesa, al principio de una manera tranquila, pero al final me encuentro metido en unos barrancos, desde los cuales no veo por donde puedo bajar. Llego a una especie de cresta con algunos árboles, todo son barrancos, pero voy encontrando un lugar por donde bajar, solo he de destrepar algún tramo fácil, y llego a la cabaña de Coma del Tec, a una altitud aproximada de 1.940 metros. La cabaña por dentro es muy pequeña e incómoda, sola apta para casos de emergencia. No hay nadie, el lugar es bucólico, todo es paz, y encima aquí hace menos viento y menos frío.
Aquí hago una larga parada para comer algo. Mientras lo hago llegan una pareja de franceses, son gente mayor que hablan en voz baja. Ellos también deciden parar a comer aquí.


En la fotografía de arriba se puede observar el perfecto mimetismo de la cabaña con el entorno. Al fondo se puede ver el lugar por donde he bajado, justamente por las rocas. Detrás escondido para la foto, hay unas placas lisas imposibles de bajar y no he tenido mas remedio que bajar por las rocas. En la fotografía da la impresión de que es fácil pero las proporciones y la inclinación de la montaña engañan. He bajado unos quinientos metros de desnivel, y esos barrancos son mas grandes de lo que parecen, y desde arriba no se tiene visión de lo que hay por debajo. Pero tampoco es nada del otro mundo, y esos metros me han servido para entretenerme un poco y hacer algo de ejercicio que no sea andar. Tampoco era cuestión de darme la vuelta y subir otra vez al Costabona.


Después de comer subo dirección al Roca Colom, a 2.504 metros de altitud, según las estimaciones de altitud mas actualizadas. El sendero es el mismo que el del Costabona, desde la cabaña del Tec hay un letrero que indica un tiempo generoso, hora y quince minutos, que para subir mas de cuatrocientos metros de desnivel dando un largo rodeo, mas bien esa hora y quince minutos es para montañeros entrenados.
Y como se puede ver en la foto de arriba el tiempo cambia muy rápidamente, aún es media mañana y las nubes de tormenta ya están creciendo. Me imagino que las tormentas hoy serán mas fuertes que las de los dos días anteriores. ¡¡ Pero la previsión metereológica era de que solo habrían dos días de tormenta !! ...., una vez mas los hombres y mujeres del tiempo se equivocan.
En la foto salen recortados unos sarrios que caminan en fila india.


Hago esta, para mí, espectacular fotografía. Son las nubes que crecen siguiendo escrupulosamente la cadena montañosa, hacia la derecha de la fotografía, o sea el Este, luce el sol, y hacia la izquierda hay claros y nubes, pero con tendencia a taparse rápidamente.


En la subida me he cruzado con otra pareja de franceses, pero estos mas jóvenes que los que he visto en la cabaña de Coma del Tec. Bajan rápido y se les nota entrenados. Y mas o menos desde el lugar donde me cruzo con ellos, dejo el sendero francés del Costabona, y sigo todo lo recto que puedo hacia el Roca Colom. Aquí no hay ningún barranco y se puede ir totalmente recto, esta zona es muy apta para el excursionismo tranquilo y relajado, pero yo ahora tengo un poco de prisa porque lloverá dentro de poco, seguro.
Y llego fácilmente a la cima del Roca Colom. He subido los aproximadamente quinientos sesenta y cuatro metros de desnivel en poco mas de una hora. Hasta se me ha hecho corto, solo en la parte final he tenido que parar para abrigarme, porque por aquí hace viento algo molesto y cae alguna gota de lluvia perdida.


Las marcas de pintura roja y blanca señalan que por aquí pasa la variante del GR-11. Bajo las rocas blancas de la cima se ve parte del Circ de Congrós, que desde lejos parece una pared seria, pero desde aquí se ve muy poca cosa. Solo en invierno tiene interés para escalar las canales de nieve o hielo.


Otra foto de las acostumbradas: Mi careto. Al menos en esta foto no salgo con cara de vampiro, pero me sale la cara de garrulo, de unicejo. 
Detrás se puede ver algún claro en el cielo....., pero en la foto de abajo, que está tomada inmediatamente después de esta, ya se ve una cortina de precipitación. Llueve sobre la zona del pueblo de Setcases. Mas a la izquierda llueve por detrás del Costabona. ¡¡ Es cuestión de ir rápido para el refugio !!


Desde el Roca Colom ya se aprecia esta primera cortina de lluvia. A la izquierda se puede apreciar parte del sendero que va hacia el Coll de Pal. Que el GR-11 pase por aquí es un error porque en caso de niebla esta zona es muy perdedora, desorientarse es mas que fácil. Y en este primer tramo las marcas de pintura del GR escasean, como así mismo los hitos de piedra.
Como anécdota: Por la mañana cuando subía al Costabona por aquí transitaban un grupo de caballos, y seguían fielmente el camino marcado. Seguramente si no fuera por ellos, que dejan mas huella que las botas excursionistas, el camino costaría encontrarlo un poco mas.
A los pocos minutos de empecer la suave bajada hacia el refugio, ya caen los primeros rayos, son fogonazos que llegan a deslumbrar un poco. Cuento cinco o seis segundos en oír los truenos, así que aún están un poco lejos, pero no mucho. Una de las versiones que conozco es que por cada tres segundos hay un kilómetro de distancia. Pero ignoro si tiene validez mas o menos científica. En todo caso, procuro ir rápido pero atento a como pongo los tobillos, no es cuestión de lesionarse por aquí.


Llego al refugio sin haberme mojado apenas, han caído goterones gordos y ha hecho viento de tormenta, pero de momento no llueve fuerte. El cielo está cada vez mas oscuro, no muy lejos de donde estoy, por detrás del Costabona veo cortinas de lluvia, y al contrario que en las tormentas de ayer, que prácticamente empezaban en esta zona hacia los Pirineos, hoy las tormentas abarcan hacia todo el territorio visible, que desde el refugio es mucho. Mas bien parece mal tiempo generalizado. ¡¡ Pues esto no lo pronosticaron los hombres y mujeres del tiempo !! Ya es el tercer día de tormenta. Al menos he tenido las mañanas despejadas y límpidas para hacer alguna excursión.
La fotografía de arriba es hacia el Gra de Fajol, la imagen no le hace justicia porque está lloviendo y tronando de valiente. Son solo las tres de la tarde y el cielo está muy oscuro, aunque rápidamente se abren las nubes, se puede ver alguna tipo " coliflor " y enseguida se cierran y siguen los truenos y la lluvia. Y hoy hace un poco mas de frío que ayer, ya es frío de montaña.


Inspecciono el refugio y creo que no ha venido nadie, está todo como lo dejé. Y con este mal tiempo no creo que aparezca nadie a dormir esta noche. Aunque nunca se sabe; en una ocasión se presentó un solitario personaje a altas horas de la madrugada, llegó y se acostó enseguida. A las pocas horas me levanté yo para marcharme y al parecer el mínimo y necesario ruido que hice le molestaba. Le escuché alguna expresión gutural de enfado, pero no dijo nada. Mejor para él, porque a mí también me molesta que me despierten de madrugada.
Como detalle de la fotografía de arriba, la rachola o placa de color marrón que hay encima de la chaqueta,  apenas destaca y hay que verlo de cerca, tiene un dibujo grabado y es una placa recordatoria de la muerte de tres montañeros, que perdieron la vida por estos montes. Poner la placa en el interior de el refugio no es correcto, lo correcto es ponerla en alguna zona de la extensísima montaña, mejor en el lugar en el que perdieron la vida; aquí dentro da mal rollo, no hay porque tener a la vista constantemente el recordatorio de los difuntos.


En la fotografía de arriba la zona de las literas, tiene tres niveles; el de abajo está deteriorado, el de arriba es un poco inaccesible, así que me duermo en la del medio. Toda para mí solo, y encima las mantas están usables.


Exactamente como los dos días anteriores, cuando oscurece las tormentas ya han pasado y el cielo se despeja, y asoma la luna llena, que hoy ya es un poco menguante. El aire es fuerte y húmedo, cada vez que he de salir del refugio me he de abrigar bastante, la sensación es de frío de montaña, frío húmedo y congelador. Dentro del refugio empiezo a tener frío y me de poner hasta las botas, la chaqueta y el gorro.
Mi decisión es que mañana, que será mi sexto día en la montaña, será el último. Bajaré hacia la población de Setcases ( Literalmente: Siete Casas ) que es un núcleo urbano totalmente turístico. Es un pueblo bonito y típico, hay mas visitantes en invierno que en verano debido a la proximidad de la estación de esquí de Vallter 2000.


Paso una noche muy tranquila, pese a que el viento ha sido muy fuerte, un porticón metálico no ha parado de molestar toda la noche, pero tenía el ánimo muy tranquilo y he descansado razonablemente bien. Me siento a gusto conmigo mismo y por los días vividos en estas preciosas montañas. Como me sobra comida desayuno copiosamente, ya que seguro que no volveré a comer hasta llegar a Setcases.
Cuando salgo y cierro la puerta del refugio, el fuerte viento y el frío me hacen desistir de realizar una especie de ritual que acostumbro ha hacer cuando me voy de un lugar, arrodillarme en el suelo, juntar las manos, y dar las gracias a los Dioses que me han permitido vivir estas experiencias vivificantes, gratificantes y que me llenan por algún tiempo de energía casi cósmica.
La mochila ya pesa varios kilos menos que el primer día. Llevo la bolsa de basura acumulada estos días, y tiene un peso notable; huele fatal por las dichosas latas de sardinas. Esta costumbre de comer latas de sardinas la adquirí no hace mucho tiempo, noto que me dan mas energía que los malditos embutidos o fiambres, y en la montaña es básico una buena alimentación.


La teoría es que solo tardaría como mucho dos horas y media o tres horas en bajar los aproximadamente novecientos metros de desnivel hasta el pueblo, pero tengo un imprevisto. Primero bajo hasta la Collada Fonda, a 1982 metros de altitud. Por aquí pasa la pista forestal que va desde Setcases hasta Espinavell. En el mapa que llevo, y que es antiguo, marca un sendero desde el mismo collado hacia Setcases. Las veces  que había estado aquí anteriormente habían sido en automóvil o en moto, y desconozco donde empieza el camino. Miro y remiro pero no veo ninguno. Hay dos carteles que indican dos caminos opuestos para ir al mismo sitio, Setcases, pero uno es enteramente por la pista forestal y marca algo mas de doce kilómetros, y el otro va a buscar por otra pista el trazado original del GR-11, lo encuentra y baja por el mismo hasta Setcases, y marca algo mas de nueve kilómetros. Como no soy tonto, y se calcular que nueve es menos que doce sigo el camino mas corto.
A los pocos minutos de andar por la pista totalmente llana con algún ligero repechón, veo un sendero que baja por el bosque, pero me da la impresión que es un camino hecho por los caballos o vacas y si lo sigo y resulta que no es dar la vuelta y volver a subir...., pues no entra en mí ánimo.
Por fin encuentro las marcas del GR-11, a partir de aquí dejo la pista y bajo por un precioso bosque. Pierdo enseguida el sendero, me encuentro en un prado dividido en dos, a la izquierda hay caballos, en la derecha vacas, y no veo el sendero por ninguna parte. Me meto en el prado de los caballos, estos me miran y alguno se acerca un poco hacia mí, como no tienen cuernos ni colmillos ni garras, no les hago caso y les hablo en voz baja. Se paran y me observan.
 Pierdo unos diez valiosos minutos en darme cuenta de que he sido un poco gilí y al fin puedo encontrar las marcas. Las primeras estaban un poco ocultas por unas ramas y broza que alguien había tirado encima. A partir de aquí las marcas están perfectamente visibles en los árboles y el sendero es mejor y mas bajable ( y sufrible para mis rodillas ) de lo que me pensaba. Incluso hay marcado un itinerario para bicicletas de montaña. Me doy cuenta de que la mayoría del trazado es asequible a mi escaso nivel ciclista de montaña. Quien sabe si algún día estos árboles me verán bajar por aquí con mi  vieja bici de suspensión doble. Solo tengo la objeción personal de que no es correcto bajar por aquí con bicicleta, creo que si bajan demasiadas pueden erosionar gravemente el terreno, que es verde y esplendoroso. Dado que la pendiente es muy pronunciada es inevitable bajar derrapando con las ruedas, el terreno es blando y si pasan muchas bicicletas el suelo se erosionará rápidamente.

Al poco rato de bajar escucho voces. Son gente que suben por el bosque; primero me encuentro un personaje pintoresco, casi cómico. Es un hombre de mi edad mas o menos, va vestido con pantalón de chandal de algodón y lo que parece un jersey. Lleva una cesta de las que usan los buscadores de setas. Me saluda y en una especie de castellano mezclado con algo de catalán charnego, me pregunta si he visto " bolets ". Me quedo un poco en blanco y le digo que no, que no lo sé. Me lo dice varias veces de diferentes maneras, tiene interés en los " bolets ", y al final le digo que solo he visto vacas y caballos, que " bolets " ni me he fijado. No sabía yo que en Junio se buscaban setas, será por las lluvias de estos días, que los expertos interpretarán como señal de que hay setas por el monte.
El hombre se despide preguntándome si el " circuito va por aquí ". Le digo que siguiendo las marcas llegará a arriba del todo. Y nos alejamos en direcciones opuestas.
Enseguida me cruzo con otro grupo de gente, dos chicos y dos chicas, las chicas se ven finas y los cuatro llevan camisetas idénticas  de color verde manzana. Llevan ropa deportiva ligera, técnica y moderna, al cruzarme con ellos puedo oler su penetrante olor a limpio y potingues aromáticos. Se les nota un origen socio-cultural que no tiene nada que ver con el hombre que he visto antes.
Y mas tarde me voy encontrando con otras personas, algunas llevan cestas para buscar setas y otros van con bastones de trekking y mochilas muy ligeras. Alguno tiene la barriga demasiado abultada, no creo que superen el desnivel que hay hasta arriba, unos seiscientos metros.


Llego a media mañana a Setcases, nada mas llegar a la primera casa dejo la basura en un oportuno contenedor. Ahora lo primero de todo es asarme, cambiarme de ropa,ordenar bien la mochila y buscar algún bar para comer algo mas suculento que la comida enlatada y el embutido de estos cinco días, o seis con el de hoy. El problema es donde me puedo asear y cambiarme de ropa....., por aquí hay demasiada gente, y necesito un río o una fuente solitarios. Doy vueltas por el pueblo, busco un lugar apropiado pero no lo hay, pierdo mucho tiempo ya que me entretengo haciendo fotos y buscando la parada del autobús. El cielo ya se está tapando y todo indica que hoy también habrán tormentas, y ya será el cuarto día.
Finalmente vuelvo al inicio del camino por donde he bajado, sigo otro que queda a la izquierda, es llano y ancho, hasta pasan autos. ¡¡ Y hay una fuente y unos bancos !! Miro alrededor y ahora no pasa nadie, las nubes han asustado a los paseantes. Escucho las voces de una familia que está a unos doscientos metros pero no me pueden ver. Así que....., me desnudo allí mismo, sin prisa pero sin pausa. Me lavo lo suficiente, me pongo desodorante, me remato con toallitas higiénicas y polvos de talco. Creo que ya estoy presentable.
No se si he batido un récord de rapidez en esto de lavarse en la calle. Por suerte no ha pasado nadie y nadie se ha podido encandalizar.
Tengo un pequeño sobresalto cuando voy a dejar alguna cosa encima de un banco, que no es mas que una traviesa basta de madera; hay una víbora de pequeño tamaño que no había visto, se ha asustado y se va sigilosa y un poco perezosa. Aprovecho que ahora hay un rayo de sol y pongo mi ropa sucia y las botas a airearse antes de guardarlo todo en la mochila. Me sobran mas de tres horas hasta tomar el autobús.


Me dirijo hacia un hostal- restaurante que había visto antes, aquí hay muchos, pero en este que es mas bien grande, había visto grupos de personas con aspecto de excursionistas, y me supongo que ha de ser el mas económico o popular de los que he visto. Este zona de económica no tiene nada, es muy solicitada por las clases pudientes, por su tipismo y por la cercanía de Vallter 2000. Es un pueblo totalmente turístico enfocado al turista de clase media- alta. La mayoría de casas están vacías la mayor parte del año porque son segundas, terceras, cuartas...., residencias de la pequeña burguesía catalana y gentes adineradas.

Y siendo como soy, después de comer en el restaurante, cuando la camarera me dice si querré " algún café o cortado y postre " le digo que no. Y me voy a tomar el cortado y una pasta a otro restaurante que conozco y que está muy cerca de este. Ya había estado otras veces, y en una ocasión estando con mis hermanos nos reíamos por el nombre del restaurante: Can Jepet, que pronunciado en catalán suena igual que " Can Llapet " que es una cosa escatológica, sucia, nada apropiado para el nombre de un lugar en el que se come. Es que la lengua y la cultura catalana tiene cosas escatológicas, y que otras lenguas no las tienen.
Y me he de esperar aún hora y media en la calle esperando el autobús. Al lado de la parada hay un hotel de tres estrellas y me entretengo viendo a los clientes que entran y salen, unos son un grupo ruidoso de ciclistas. A ratos caen gotas, parece que puede descargar fuerte en cualquier momento, pero por milagro no lo hace.
Como escrito en algún mal guión, llueve en cuanto parto con el autobús, en el que solo viajamos dos pasajeros y el conductor. El autobús ha de hacer paradas técnicas de varios minutos, incluso un cuarto de hora,  y se me hace eterno el corto trayecto.

Llegados a Ripoll me bajo, y espero veinte minutos al tren que me llevará hasta Barcelona. Durante el trayecto sigue lloviendo, y no es hasta que nos acercamos a la gran ciudad Condal, que no cesa la lluvia y se forma como un bello atardecer, pese a que aún quedan horas de luz.
Llegados a la estación de Sants, me he de bajar y tomar otro tren, justo al lado del andén en el que me he bajado. Consulto el horario y como me imaginaba faltan pocos minutos para que pase mi tren, y solo hay uno cada hora. No me da tiempo a subir al vestíbulo a sacar el billete, y por enésima vez viajo sin billete. No me da reparo ni vergüenza, cada día son mas las personas que viajan sin pagar billete. En esta línea los revisores no se dejan ver ( pero viajan en el tren ). Ignoro el motivo pero a mí me ha hecho ahorrar muchos euros al mes ( Ya cientos de personas como yo ). En realidad me siento como un sanyasín.
Y en este último tren, en esta última hora y media de viaje, el primer tercio del viaje disfruto viendo el mar y las nubes, el cielo y los espectáculos que nos ofrecen. Creo que soy yo el único pasajero que disfruta mirando el paisaje. Mas tarde la lluvia vuelve, y cuando llego a mi destino, ya de noche, llueve con fuerza y hasta oigo algún trueno lejano. Aún me queda un cuarto de hora de andar, pero noto que mi mochila no pesa, ando muy ligero en medio de la lluvia. Estoy pletórico, contento y casi feliz.
Una vez mas, en mis cincuenta y ocho años de vida, he vuelto de reencontrarme con la Naturaleza y conmigo mismo, y agradezco, una vez mas, a los Dioses que me hallan permitido vivir esta intensa y vivificante experiencia.

Este es el relato fiel de un Pobre, Diablo y Cojuelo.

QUE TODOS LOS SERES SEAN FELICES.