martes, 27 de marzo de 2012

LAS MONTAÑAS POR LAS QUE DEAMBULÉ.

Quiero compartir alguno de los momentos que he vivido deambulando por las montañas, las cuales me dejaron vivir momentos de transparencia mental, dejando que mi alma se expandiera, animada por los paisajes infinitos que vislumbré, y que rompieron mis moldes mentales cotidianos, y los barnices sociales y culturales, dejando mi alma desnuda frente a la Naturaleza ( nuestra Madre ), ante Dios y ante mi mismo, comprendiendo la fragilidad de la envoltura corporal que nos reviste, y de la grandiosa infinitud de nuestra alma escondida ante nuestros propios ojos.
Esos momentos ya no los viviré, han quedado grabados en mi para siempre; la pureza de esos momentos, de desapego de lo material, del esfuerzo y el riesgo gratuito sin esperar nada a cambio, de espontaniedad natural, de dejar que la misma fuerza dinámica que mueve el Universo, guiara mis pasos.....todas estas cosas hicieron que mi vida quedara definitivamente separada de las almas apegadas al mundo material, apegadas al banal mundo de los sentidos.
Ahora la edad y el desgaste de mi cuerpo, me impiden repetir las mas arriegadas aventuras que viví, y de las cuales no guardo ningún documento gráfico, porqué casi siempre iba solo, y no usaba cámara fotográfica, porqué no tenía motivación ni orgullo, ni soberbia ni engreimiento suficiente, como para querer divulgar los momentos y experiencias que yo entendia que eran íntimas y personales.
Con la llegada de la tecnologia digital, no me pude resistir a la facilidad que esta ofrece, de tomar y editar instantáneas; hacer buen número de ellas y desechar todas aquellas que tenían poco interés. 
Las que presento aquí, son básicamente de excursiones y ascensiones por los Pirineos de los últimos años, aunque no todas. Los Pirineos los he frecuentado durante 40 años, y aún continuo frecuentado tan maravillosas montañas, subestimadas por algunos, creyendo que las montañas mas atractivas son las mas altas y las que están mas lejos de su pais. Estos montañeros normalmente solo buscan prestigio social y curriculum alpino. Para ellos no está hecho este blog; este blog es para los que saben reconocer la belleza donde esta está, sin importar el grado de dificultad ni los problemas de la altitud. Por otra parte, precisamente es una suerte poder realizar ascensiones bellas y difíciles sin los problemas de la altitud; en estas alturas que rondan los 3.000 metros,  el cerebro no se muy ve afectado por la falta de oxígeno, y se tiene plena lucidez sobre la actividad que se está haciendo, pudiendo valorar justamente el peligro y la exposición. Pero al mismo tiempo hay que recordar, que en los Pirineos en invierno se dan temperaturas, que en las cimas pueden llegar o sobrepasar los 20 grados bajo cero. Las condiciones invernales duran desde finales de noviembre hasta mediados de abril. Los accidentes de montaña se cobran un buen número de víctimas cada año, y los accidentes normalmente no son en los lugares mas difíciles o expuestos.
 Los Pirineos tienen un recorrido de mas de 400 kilómetros de largo, lo que da mucho juego. Hay tantas cimas que se puede estar muchos años recorriendo y recreándose en estas montañas; siempre nos quedarán montañas que subir, o volver a recorrer aquellos valles, crestas, aristas o canales que tanto nos gustaron cuando la recorrimos por primera vez.
Hace muchos años, cuando empezaba a visitar los Pirineos, no existia la masificación que ahora existe; normalmente casi siempre se podia dormir en refugios o cabañas de montaña. Los vivacs bajo las estrellas, o bajo las nubes, tampoco faltaban, dándole momentos de mágia cósmica; revestia aquellas noches de un áurea mística; las estrellas brillantes recortadas contra el negro cielo cósmico no dejan indiferente a nadie; uno solo de estos vivacs cambia la sensibilidad para siempre. Nos recuerda el Misterio de la Vida, aquello que todos sentimos en nuestro interior, que nos está llamando en todo momento, y que normalmente no le prestamos atención.
Con la masificación de la montaña, de la conversión de la mayoria de refugios libres en guardados y de pago, mas mi natural condición de solitario, hizo que no tuviese mas remedio que en mis salidas cargar con el peso extra de una tienda de campaña, y buscar lugares recónditos y escondidos donde pasar varios dias. No fué ni sigue siendo infrecuente que acampe en sitios prohibidos explicítamente. La regulación de las montañas llegó, porqué los humanos tienen esta propensión ha hacer leyes que normalmente prohiben y recortan la libertad de los demás. Y en las montañas y en la Naturaleza es precisamente donde los humanos sentimos esa libertad y plenitud que en las ciudades y en la civilazación es imposible de encontrar. Las montañas han sido para muchos miles de seres, el terreno de juego donde llevar actividades que les ha hecho vivir experiencias vitales únicas, y superar los propios límites; después de superada una dificultad se busca otra aventura de mayor envergadura, aunque a veces supone aceptar el riesgo de no volver para contarlo, o no poder saborearlo en la comodidad del hogar. 
Esos momentos vividos en la montaña, esos recuerdos vitales que marcaron nuestro espíritu, se perderán en el tiempo, solo nos sirven a nosotros como experiencias personales que nos han hecho crecer como seres. Poder compartir con los demás, e intentar contagiar el espíritu que nos impulsa a recorrer montañas, es algo que me place personalmente. Mi estilo en esto de deambular por las montañas, se diferencia un poco a lo habitual, casi siempre solo, cargando con un peso desmesurado comparado con lo habitual, mas bien escaso de recursos, normalmente haciendo los pesados viajes en trenes y autobuses, haciendo largas aproximaciones de varias horas desde las últimas poblaciones donde los autobuses me dejan. Y por último, las acampadas de varios dias, a veces de dos semanas. Estas acampadas se puede decir que son mi campo base, un campo base sencillo, de una tienda pequeña, desde la cual realizo las ascensiones que me atraen. 
En la actualidad he realizado la ascensión de un total de 171 cimas de mas de 3.000 metros, y he repetido 54 de ellas, alguna hasta siete veces; lo que da un total de 225 de estas ascensiones en los Pirineos. Aunque ni mucho menos busco coleccionar las aproximadamente 214 cimas diferentes de los tresmiles de los Pirineos, por eso no dudo en repetir ascensiones a cimas que me gustan, o en hacer travesias de varios dias siguiendo los valles y pasando collados, sin prácticamente subir ninguna cima.
Montañas de inferior altura, también son mi objetivo, ya que en numerosas ocasiones son montañas de una gran belleza.
Para todos aquellos que puedan entender esta filosofia, esta manera de sentir las montañas, les dedico este blog, y si les sirve de ayuda o ejemplo, o les despierta el interés por las montañas, me sentiré muy complacido.
¡¡ Que todos los seres sean felices !!