EL CAMINO DE LOS MUERTOS

Otra vez por la montañas del Ripollés. Para mí son como las montañas de detrás del patio de casa, aunque en realidad están a mas de 100 kilómetros de Barcelona, y a unos 130 de la localidad donde yo vivo. Para llegar hasta aquí he de coger dos trenes y finalmente el cremallera de Núria hasta Queralbs. Son muchas horas para tan corto viaje.
Llego oscureciendo hasta un barracón donde comienza la canal de agua que cruza las rocas de Totlomón, hacia los 1.680 metros. El barracón está limpio y duermo directamente en el suelo. Por la mañana, que no es muy fria contemplo el cielo despejado y las laderas casi sin nieve del Puigmal. No tengo prisa y desayuno tranquilamente, la etapa de hoy no será de mas de dos horas, cargado con mis acostumbrados 25 ó 26 kilos.

Llego al refugio de Coma de Vaca, a unos 2.020 metros de altitud. El refugio está cerrado, pero la parte libre de invierno está abierta. La primera noche la pasaré solo, es viernes y normalmente la gente no llega hasta el sábado. Coloco el termómetro en el interior del refugio, la temperatura es de 2,5 grados positivos. Durante los próximos dias la temperatura en el interior del refugio oscilará entre los 1,7 y los 3,9 grados. La máxima temperatura será por la noche con los fogones y las velas encendidas.

Como el dia será largo y no teniendo ganas de subir ninguna cima para estar descansado los próximos dias, dedico   el tiempo a pasear por los alrededores del refugio. Esta cabaña está enfrente y aún quedan restos de nieve en su interior. Tan solo dos o tres semanas antes, todo esto estaba nevado.

Hacia el final del Pla de les Eugues, a unos 15 minutos del refugio.

Aquí hay otra cabaña mas escondida. En su interior había restos de algún animal. Vi huesos grandes en la penumbra y ya no quise mirar mas. A veces los cazadores desollan los animales cazados y dejan los restos en la montaña. En esta misma cabaña, en una ocasión había los restos de un muflón, que si no recuerdo mal, es una especie protegida y su caza totalmente prohibida, pero cazadores furtivos los hay en todas partes.

Aquí servidor, vestido totalmente de negro. Lo hago por la discreción y porque este color calienta mas cuando hace sol.

Preciosa tarde, sol, delgadas nubes, viento un poco molesto que me obliga a ir tapado, y un sentimiento de respirar energías telúricas. Al fondo de la explanada puede verse el refugio. A la izquierda el pic de Bastiments, que lo subiré dias después con mal tiempo, por la arista que arranca enfrente del refugio

Un grupo de rebecos con pelaje de invierno. En la fotografia solo salen tres, pero había varios mas. Cazarlos es facilísimo debido a su relativa confianza con los humanos. Como aparte de estos no tienen predadores naturales, los rebecos abundan por todos los Pirineos. Hay una variante de estos, que en catalán se llaman " cabirols ", son algo mas pequeños y habitan principalmente la zona de la Serra del Cadí y Pedraforca, donde se pueden ver manadas de mas de 40 ó 50 ejemplares.


Al tercer dia. Me dirijo hacia el Pic del Infern, subiendo por el coll de Carançá. Hoy hace frío de verdad, el viento es mas que molesto, y me encuentro con poca nieve, pero con mucho hielo negro. Lo hay por todas partes, en algunas zonas hay campos de hielo, que he de rodear lentamente, y me hacen perder mucho tiempo.

Desde el coll de Carançá hacia Francia, de hecho, donde estoy  ya es Francia. 

En teoría he de bajar por este valle, el de Carança, hasta el lago del medio, hacia los 2.400 metros, pero nada mas empezar a bajar, me encuento metido en un campo de hielo negro; lo cubre todo, la hierba y las rocas. Estoy a punto de caerme varias veces. Miro la bajada que me queda es muy pronunciada y peligrosa, y decido abandonar la idea de subir al Pic del Infern por alguna de sus canales o espolones, que además no tienen casi nieve.
Decido subir por su ruta turística y normal, que en verano es un camino para senderistas, pero con nieve y hielo, tiene su peligro. Su parte final se ha cobrado alguna víctima. De hecho por todas estas montañas han habido numerosos accidente mortales, casi todos en invierno o con nieve. Según creo, estas montañas tienen el récord del todo el Pirineo en cuanto a accidente mortales, y eso a pesar de su altura modesta, y relativa cercanía al mar - 50 kilómetros en línea recta - .

Mirando dirección hacia las montañas de  Andorra, y aún un poco mas lejos.

En primer término el Pic de la Fossa del Gegant. Al fondo el Puigmal, que con sus 2.913 metros es el pico mas alto de esta zona.

Yo, con cara de sueño. He hecho una parada para comer un poco,  y me dispongo a subir el tramo final hasta el Pic del Infern, por su arista mas fácil.

Aquí ya en la cima. Para llegar aquí es necesario pasar un corto tramo de roca en plena arista, aunque se pasa casi andando, tiene su peligro, porque he encontrado hielo. Después hay un sendero helado, que cuando hay mucha nieve desaparece, y en caso de caída, los que han caído han ido a parar unos 200 ó 300 metros mas abajo. Pero en esta ocasión el peligro ha sido mínimo.

Aquí en la cima del Pic del Infern, a 2.859 metros de altitud. El frío ya empieza a ser serio. El sudor se me empieza a helar, y no estoy muchos minutos en la cima. Es sábado y por la zona veo algún montañero. En todo el dia veré un total de nueve montañeros, dos de los cuales, una jóven pareja, dormirán en el refugio de Coma de Vaca. Pese a la diferencia de edad, tenemos buena sintonía entre nosotros.

He aquí mi careto cuando el frío empieza a congelarlo.

Horas después, desde el refugio tomo una instantánea de las nubes y la niebla que van tapando el valle. A mucha gente esto le provoca dolor de cabeza y malestar.

Al dia siguiente, después de despedirme de la agradable pareja - que para mi sorpresa resulta que solo se conocían de internet, y esta era su primera salida - me dirijo hacia el Pic del Balandrau. Como no hay casi nieve subo por su arista mas atractiva, que está enfrente del refugio. Se tarda mas que por su facilona ruta normal, pero vale la pena entretenerse un rato, chafardeando por sus rocas. Esta cueva parece natural, y puede resultar un buen refugio en caso de mal tiempo.... excepto cuando caen rayos.

Mirando hacia el Pic de Torreneules, que subiré al dia siguiente. Las brumas, el viento y algún copo de nieve, ya anuncian el cambio de tiempo. Al parecer se esperan abundantes nevadas por todo el Pirineo.

Ahí debajo, unos 500 metros por debajo mío está el refugio.

Ya en la cima del Balandrau, a 2.585 metros. No hay casi nada de nieve, una vez mas estoy totalmente solo, y el viento me hiela la parte de la cara que no llevo tapada. Hasta me hace daño esa parte de la cara. No estoy mas de cinco minutos en la cima, por si la niebla lo empieza a tapar todo, y no pueda encontrar el camino de bajada. Por su parte sur son todo facilonas y suaves lomas, pero por su cara norte, son todo barrancos, y perderse ahí - en una ocasión me pasó - es todo un peligro.

Mi careto de espanto.

Mirando hacia el valle del Freser. Al fondo, a unos 900 metros de desnivel mas abajo de donde estoy, se puede ver la canal del agua que cruza las rocas de Totlomón, y donde dormí la primera noche. La canal en realidad no tiene mas de un metro de ancho, aunque desde aquí pueda parecer que es casi una carretera.

Mirándo hacia el sur, sus suaves lomas sin nieve.... y sin gente, pese ser domingo y ser esta una cima muy visitada, Una pista sin asfaltar pasa cerca, y no se tarda mas de una hora u hora y media en llegar aquí. Que no hay nadie quiere decir que por televisión han anunciado mal tiempo.

Esta foto se ha colado, es el Torreneules, y es del dia después.

En el Pic del Balandrau, antes de empezar la bajada hacia el refugio de Coma de Vaca, y tomar algo caliente.


Esta foto ya es del dia siguiente, llegando al Pic de Torreneules. Por la mañana el termómetro marcaba 5,7 grados bajo cero, a 2.020 metros. Aquí a 2.718 la temperatura puede ser de 8 ó 9 bajo cero, pero el viento ya empieza a ser huracanado- el famoso y peligroso " torb " que se ha cobrado muchas víctimas - y la sensación de frío puede ser fácilmente de 20 grados bajo cero o menos.

En el collado final, como un poco de pie para afrontar los 15 ó 20 minutos que me quedan. Como me ha pasado nada mas salir del refugio, dudo entre seguir o abandonar, ya que las rachas de viento a veces son muy violentas y casi me tiran, el cielo a veces se pone muy oscuro, no llevo gafas de ventisca y con las que llevo veo los clásicos puntos blancos, que no dejan ver el contraste del terreno.

Podría ser una imágen de terreno polar, pero no, estoy a unos 100 kilómetros de Barcelona.

Mas caretos míos, debe ser mi narcisismo camuflado de cualquier excusa. Incluso paso frio en las manos por hacer unas fotos.

Como en ocasiones sucede, cuando estoy llegando a la cima, se despeja el cielo - o Cielo - y puedo ver el sol y un trozo de paisaje, que para esto he venido. Aquí el frio y el viento ya son peligrosos, y estoy el tiempo justo de hacer unas fotos rápidas y marcharme todo lo aprisa que puedo, pero con cautela, paso a paso para no caerme, cosa que ocurrirá unas ocho o diez veces en toda la bajada.

La montaña se empieza a cubrir de nieve, pero debido al viento hay zonas en las que casi no hay y en otras se acumula nieve en polvo totalmente inestable, que hará que resbale durante casi toda la bajada. Continuamente se forma un zócalo de nieve en la suela de las botas, y he de bajar con cautela. En algún tramo no tengo mas remedio que bajar de culo procurando no coger mucha velocidad.

Detrás del disfraz estoy yo.

Casi parece una imágen himaláyica, pero que va, estoy en las montañas de " atrás del patio de casa ". Es una suerte para los urbanitas aficionados a la montaña.

Mirando hacia el sur. Los valles del Ripollés, la plana de Vic, y muy al fondo se puede ver la montaña de Montserrat. Y detrás está el mar, lo que pasa es que hoy no se puede ver.

Esta imágen es un ejemplo de lo que es el llamado " torb " : Viento fuerte o huracanado que levanta la nieve y la mete por todas partes. El frío es glacial, y cuando esto ocurre lo sensato y prudente es no ir a la montaña, hay casos de montañeros y montañeras que han muerto empujados por el viento y que han caído por pendientes nevadas o barrancos.... pero como ya estoy metido en el laberinto, voy sorteando todos los problemas y contratiempos que causa el torb.
Al fondo se ve el coll de Carançá, que subí dos dias antes para subir al Pic del Infern.

Al fondo de todo se puede ver el pico llamado Gra de Fajol.

Aprovecho el sol, para hacer la última foto.

Ya en el refugio; la excursión me ha durado en total seis horas y media. Sin nieve los senderistas la pueden hacer en unas tres horas.
Después de comer, hago acopio de valor para ir a buscar agua y lavar los cacharros. Es un tormento para las manos, se hielan en segundos, y cuando la sangre vuelve a circular el dolor es horrible.
Mientras soporto este suplicio, veo aparecer un montañero solitario en la otra parte de rio. Me pregunta si hay hielo por aquí, yo le indico que lo mas prudente es cruzar por el puente, que solo hay un poco de hielo pasado este.
Mas tarde cuando nos vemos en el refugio me hace el comentario " bueno, me sabe mal joderte la soledad ". Me rio y le digo que me es igual estar solo o estar con gente interesante, que estoy abierto a todo.

Las literas del refugio, aquí caben en teoria diez personas, bien apretadas eso sí. El montaje de abajo, el de las mantas y colchones, es el del montañero recién llegado. Al principio no le hechaba mas de veintipocos años, pero resulta que tiene treinta y tres. Lleva un equipo deficiente, ni piolet, ni palos, solo un palo fetiche de madera, botas de verano, un saco veraniego muy insufiente. Pantalón de trekking o caza veraniego, un viejo jersey de lana en vez de un buen forro polar o ropa térmica. Lo que es peor, hablando con él me doy cuenta de que no tiene mucha experiencia en montaña invernal, lo suyo son excursiones por los lagos y alguna travesía, y se viene a estar una temporada a este refugio helado. Incluso sabiendo que han anunciado fuertes nevadas.
Me deja alucinado cuando me dice que el invierno pasado estuvo en este mismo refugio doce dias, le pilló un frente frío polar, de los mas frios de los últimos años. Llegaron a temperaturas de 20 grados bajo cero, y con viento huracanado. El agua se le helaba dentro del refugio, dormia con todas las mantas posibles, vestido y con pasamontañas. Con los colchones se hizo una especie de barraca. Eso sí, el tiempo era anticiclónico y no había casi nieve...... y esa es la gran diferencia, que intento explicarle.
Le explico lo peligroso que es salir de esta zona cuando hay nieve, ya sea reciente o dura. Que en esta zona han habido muchos accidentes, que apenas hace un par de años murió una pareja a no mas de media hora de aquí. Que el camino normal de Queralbs tiene alguna zona muy peligrosa - yo mismo lo experimenté al dia siguiente - . Los aludes de la cara norte del Balandrau son frecuentes cuando nieva, y tapan el sendero, y lo que en verano es un tranquilo paseo, en invierno se convierte en terreno solo apto para montañeros experimentados y equipados.
Le hablo de una famosa tormenta de hace algunos años, concretamente el 30 de diciembre del año 2.000, en la que murieron un total de once personas, de un buen amigo mio que murió cerca de aquí, de que yo mimo estuve a punto de morir, de las placas recordatorias de los accidentados por la montaña, casi siempre en invierno, pero él no hace caso, incluso le molesta que le hable de ello, me dice que " no hay que pensar en estas cosas ". Le digo que si se lo ve muy negro que use la emisora de radio del refugio y pida ayuda a los bomberos, me contesta " que eso es una tonteria ". Finalmente le convenzo de que si estos dias nieva mucho - como así ocurre - opte por salir por el coll dels Tres Cims, que sin nieve se hace en apenas una hora, y de allí bajar montaña abajo hacia Tregurá o Pardinas. Esto ya le convence un poco y me quedo mas tranquilo, pero no mucho, porque para subir el coll dels Tres Cims con nieve reciente no es nada fàcil, a pesar de ser pendientes de 30 grados o un poco mas, se pueden tardar horas en subirlo cargado con mochilas pesadas y abriendo huella en solitario, y precisamente en la bajada, en la zona de Fontlletera murieron varias personas debido a un alud. En realidad este amigo tiene muchos números para el sorteo de un percance. Pero a pesar de los consejos que le doy, no cumplo con el ejemplo y al dia siguiente en plena nevada ¡¡ y de las buenas !! bajo por el camino que le dije que no hay que bajar. Cosas de la estupidez humana. Lo paso mal en un par de zonas. Hubiese bastado un resbalón para acabar en el fondo de un barranco. Esta zona de bajada es lo mas peligroso que he encontrado en esta excursión. No recuerdo haberlo pasado tan mal otros inviernos con mucha mas nieve que ahora.

Después de dos hora y media, llego al puente que hay a unos 1.500 metros de altitud, en condiciones normales se tarda una hora. Por aquí abajo ya hay unos veinte centímetros de nieve, en las zonas altas ha de ser mucha mas nieve la que ha caído. He dejado de preocuparme del amigo reciente con el cual he pasado dos noches en el refugio, y que se ha quedado solo; ahora me preocupo por mi seguridad y mi suerte, que ya me ha hecho pasar un mal trago en la bajada.
Para salir del refugio, primero hay que subir un desnivel de unos 80 metros, después el camino ya es bajada. Pero el camino o sendero ya está tapado, he de ir intuyendo por donde he pasar, haber recorrido el camino en numerosas ocasiones, en verano y en invierno me dan confianza y progreso lentamente pero me siento seguro.......hasta que llego a la peor zona del recorrido, justo cuando el camino empieza a bajar.
Como el camino está tapado, subo a un metro aproximado de donde està el barranco de verdad, una caída aquí significa ir a parar unos 150 metros mas abajo, cayendo primero por pendientes pronunciadas y después por rocas verticales... pero cuando estoy a no mas de cuatro o cinco metros del final de la subida, los pies me resbalan, y me desplazo como medio metro, muy cerca ya del precipicio. Estoy encima de una roca inclinada que al estar tapada por la nieve no la he podido ver. La nieve húmeda convierte todo esto en una zona resbaladiza, no consigo pisar nada estable, todo es roca resbaladiza o hierba con hielo. Paso momentos de verdadero apuro, y me veo venir la tragedia. Intento retroceder con mucho cuidado, el peso de la mochila me desequilibra y puedo caerme en cualquier momento. Me pongo de culo y bajo unos palmos in- extremis cerca del barranco amenazador. No se que hacer, estoy tan cerca y tan lejos del inicio de la bajada y el camino fácil, que me desespero. Me encomiendo a mi santa madre ¡¡ de verdad !! subo un trozo ¡¡¡ de rodillas !!! en una inclinación de unos 40 grados, rezo por no caer, consigo ponerme de pie, doy unos pasos inseguros, sin saber si voy a pisar hielo o alguna roca resbaladiza, pero por suerte por fin cruzo estos fatídicos cuatro o cinco metros que me han hecho vivir intensamente este mal paso. Quiero creer que mi madre desde el Mas Allá, me ha ayudado en estos momentos...... Pero mas abajo, aún me espera un segundo mal trago inesperado.

Aqui ya se puede ver que la nevada es de las buenas y el pronóstico es que nieve al menos durante un dia y medio mas. Mas abajo la nieve ha llegado hasta los pueblos. Mas tarde me enteraré de que en algunas zonas de los Pirineos occidentales han caído mas de un metro de nieve, y posteriormente el peligro de aludes estará en su grado máximo.

Mi última foto de careto, cuando pensaba que ya había pasado lo malo de la excursión, pero me queda una sorpresa desagradable.

Vista hacia arriba de la montaña por donde he bajado.

Aquí ya estoy en la carretera, a pocos minutos de Queralbs. La fotografía es hacia las rocas de Totlomón. Por momentos la nevada deja de ser intensa y me relajo del último susto del dia. Llegando a la zona llamada Salt del Grill, el camino cuando no hay nieve, no es mas que una senda de apenas medio metro por terreno irregular. Como mínimo ha muerto una persona en este tramo, hay una placa recordatoria del accidente. Durante un tramo el camino flanquea sobre un barranco de unos 60 metros de altura, que en verano está tapado por los arbustos y plantas que crecen. Cuando no hay nieve solo hay que prestar un poco de atención para no caer por ahí, y no tiene mayor trascendencia.
Cuando llego a este tramo, la senda está tapada por la nieve, no hay arbustos ni plantas en las que agarrarse y que tapen el barranco. Todo es una pendiente de nieve que de golpe cae al barranco. No tengo tiempo de pensármelo y decido cruzar este tramo peligroso, aquí no hay margen de error, no hay camino y un simple resbalón por mínimo que sea acabaría en un fatal accidente. Cruzo la zona paso a paso, lentamente, sin casi usar los bastones y medio inclinado hacia adelante, la nieve húmeda es resbaladiza y no tengo la menor seguridad al avanzar por ella, a cada pisada el pie resbala unos centímetros. La mochila me desequilibra una vez mas, por segunda vez en el mismo dia, me veo venir  la tragedia En voz alta y sin sentir vergüenza me pongo a hablar con mi madre que seguro que estará viendo a su hijo pasarlas canutas. En unos pocos minutos ya ha pasado todo, ahora el camino es mas marcado y mas ancho y no vuelvo a encontrar pasos peligrosos.
Miro hacia atrás y miro mis huellas en la nieve virgen, he ido dejando un surco parecido al que se deja cuando se llevan esquís; eso es debido a que he ido arrastrando los pies por la nieve recién caída. Mentalmente recorro las huellas que he dejado desde los mil metros de desnivel mas arriba. Es como un camino que recorrieron otros seres, humanos que estando o no enamorados de estas montañas, dejaron su vida en ellas. Es como un camino de los muertos, de seres que aquí dejaron su último suspiro vital, y muchos de ellos, tenedlo por seguro aún moran en estas montañas como seres desencarnados.

A todos ellos mi reconocimiento y mi respeto.

Que todos los seres sean felices.

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